El bebé real: niños ricos y niños pobres en Gran Bretaña

 

En caso de que se lo hubieran perdido, a las 8:30 p.m. GMT del martes 22 de julio, el Palacio de Kensington emitió un comunicado oficial anunciando el nacimiento del ‘bebé real’: Su Alteza Real la Duquesa de Cambridge ha dado a luz a un niño a las 4:24 p.m.”

El frenesí en los medios de comunicación que ha rodeado este nacimiento desde hace semanas alcanzó su punto culminante con el desfile de altos dignatarios, estrellas del pop y la gente de la calle agolpada para hacer llegar sus felicitaciones al Príncipe Guillermo y a la Duquesa de Cambridge.

Pero lejos de las cámaras, otros 2.000 bebés vinieron al mundo en el Reino Unido este 22 de julio. Sin embargo, pocos – o ninguno – de ellos disfrutarán de los privilegios reservados para el futuro rey de Inglaterra.

La crisis económica ha afectado considerablemente al Reino Unido y los miembros más vulnerables de la sociedad son los que más la sufren.

El Gobierno de coalición entre el partido Conservador y el Liberal Democrático – que ocupa el poder desde 2010 – ha introducido una serie de medidas que parecen estar desmantelando poco a poco el tan admirado Estado del bienestar británico, con la excusa de “relanzar la economía”.

Las pensiones han sido recortadas, al igual que los subsidios de vivienda; los trabajadores y trabajadoras del sector público, desde los docentes a los auxiliares de enfermería, han visto sus salarios congelados; y el Ministro de Hacienda, George Osborne, anunció recientemente recortes adicionales en el gasto público por valor de 11.500 millones de libras.

 

Pobreza infantil

Estos difíciles tiempos para las finanzas están teniendo un impacto adverso sobre los niños; el Reino Unido registra algunas de las peores cifras sobre pobreza infantil en el norte industrializado.

Un reciente informe de UNICEF sobre bienestar infantil en economías avanzadas sitúa al Reino Unido en el puesto 16, junto con Hungría, en cuanto a pobreza infantil, a pesar de que los ingresos anuales medios en Hungría que se sitúan en 13.858 USD representan casi la mitad de los del Reino Unido (23.047 USD).

Además, datos publicados el mes pasado por el Departamento de Trabajo y Pensiones revelan que al menos uno de cada seis niños vive en relativa pobreza en el Reino Unido.

Entre 2011 y 2012, 2,3 millones de niños británicos (17 por ciento) vivían en hogares con ingresos considerablemente inferiores a la media y aún más bajos que el año anterior.

Y pese al hecho de que el Gobierno se hubiese comprometido a erradicar la pobreza infantil para 2020, datos del Instituto de Estudios Fiscales revelan que el número de niños que viven en la pobreza de hecho aumentará hasta 3,4 millones para 2020.

Alison Garnham, directora ejecutiva de la organización caritativa Child Poverty Action Group, declaró al periódico The Guardian: “…cualquier política que haga aumentar la pobreza infantil constituye una falsa economía, y cuesta muy cara tanto al país como a los propios niños pobres.

“En los últimos tres años, las familias con hijos han tenido que cargar con el peso del programa de austeridad impuesto por el Gobierno – no es de extrañar que como resultado de ello se prevea un incremento de la pobreza infantil”.

La pobreza influye en todas las facetas de la vida de un niño, desde la educación a su bienestar físico y mental.

De acuerdo con estadísticas de la asociación caritativa británica a favor de los niños, Barnardos, 24 por ciento de los niños en la quinta parte más pobre de los hogares provienen de familias que no consiguen mantener sus hogares calientes, frente a apenas un uno por ciento en la quinta parte más rica.

Niños de tres años en hogares con ingresos inferiores a 10.000 £ tienen 2,5 veces más probabilidades de sufrir enfermedades crónicas que los niños de hogares con ingresos superiores a 52.000 £.

Entre tanto, mientras el Gobierno continúa efectuando recortes por doquier, la asignación anual oficial a la monarquía británica aumentó en 900.000 £, hasta situarse en 38,3 £ millones el año pasado. Un informe de un grupo pro-republicano, no obstante, sitúa el costo real de la familia real británica en 200 millones de libras esterlinas.