Enfermeras de hospital, cuidadores de ancianos, ingenieros, expertos en robótica, electricistas y maquinistas.

Estos son solamente algunos ejemplos de los trabajadores de cualificación media que Alemania está tratando de atraer, tanto del interior como del exterior de la Unión Europea.

El lunes, el Gobierno comenzó a publicar listas de los empleos que el país necesita llenar con trabajadores extranjeros para hacer frente a la escasez de mano de obra debido al envejecimiento de la población.

“Necesitamos una inmigración cualificada para asegurar la prosperidad a largo plazo de Alemania”, indicó a la AFP la Ministra de Trabajo Ursula von der Leyen. “La escasez de personal cualificado no afecta solamente a los titulados universitarios, sino también el sector medio del mercado de trabajo.”

Señaló que la nueva lista mostraba que “las empresas de muchos sectores industriales están buscando desesperadamente personal cualificado, no solamente ingenieros, sino también trabajadores cualificados”.

La decisión es consecuencia, en parte, de las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) destinadas a liberalizar y facilitar la migración a Alemania, después de un informe sobre la escasez de mano de obra publicado el pasado mes de enero.

El informe señaló que Alemania es uno de los países de la OCDE que tiene menos obstáculos a la inmigración de trabajadores altamente cualificados. Sin embargo, la migración laboral a largo plazo es baja en comparación con otros países.

La OCDE ha subrayado la necesidad de abrir fronteras a los inmigrantes de cualificación media para llenar un déficit proyectado de 5,4 millones de trabajadores con cualificaciones profesionales o terciarias para 2025.

De hecho, el año pasado las empresas no pudieron cubrir más de 100.000 puestos disponibles para aprendices, y muchos centros de empleo ya pusieron en marcha campañas de contratación en España y Portugal.

“A las pequeñas y medianas empresas (PYME) a menudo les resulta particularmente difícil contratar candidatos cualificados de otros países, pese a que sufren de escasez de mano de obra con mayor frecuencia que las grandes empresas y a que, a diferencia de ellas, no pueden recurrir a las transferencias internacionales dentro de la misma empresa con el fin para contratar personal”, señaló la OCDE.

Por esa razón, el informe recomienda dar a los empleadores, especialmente las pequeñas y medianas empresas, “más apoyo en la contratación de personal extranjero cuando no pueden satisfacer sus necesidades de mano de obra en el mercado nacional”.

Esta nueva política migratoria podría suscitar cierta controversia en la estancada economía europea, donde los migrantes a menudo son vistos como competidores en el mercado laboral de los trabajadores nativos.

Sin embargo, Alemania también está siguiendo el nuevo programa “Tarjeta azul” de la Unión Europea para los trabajadores altamente cualificados procedentes de países no pertenecientes a la UE. La tarjeta azul procede de una Directiva europea de 2009 y se considera como “la respuesta europea a la Green Card estadounidense”.

Entre los diversos problemas dentro de la UE, los Estados miembros y las autoridades nacionales no se muestran muy dispuestos a encontrar políticas comunes y compartidas para abrir las fronteras a trabajadores migrantes altamente cualificados y con cualificaciones medias.

De hecho, las políticas migratorias y las decisiones sobre las cuotas y visados de trabajadores invitados siguen aplicándose a nivel meramente nacional y los criterios suelen estar determinados por intereses y consensos políticos, en lugar de basarse en un análisis realista y objetivo de las necesidades de las empresas y del mercado de trabajo en general.

Entrevistado por Euractiv.com, Stefano Manservisi, Director General de Asuntos de Interior de la Comisión, manifestó que las autoridades de la UE deberían actuar basándose en datos probados y trabajando conjuntamente con la industria y con los interlocutores sociales, que son quienes pueden demostrar, con hechos y cifras, cuál es la situación actual de las vacantes y el desempleo y de los puestos de trabajo.

“Si queremos seguir teniendo una economía abierta, que es la mejor manera de conservar nuestro mercado interno, pienso que debemos permanecer abiertos y ser aún más atractivos para los grandes talentos que se están desarrollando en otras partes del mundo”, explicó Manservisi.