Túnez: Convocatoria de huelga general tras el asesinato de Brahmi

 

El jueves, 25 de julio de 2013, el líder de la oposición tunecina Mohamed Brahmi fue asesinado a tiros a las puertas de su casa. Según se informa, sus agresores le dispararon entre 5 y 11 veces antes de huir en una moto; su mujer y su hija presenciaron el asesinato.

Su muerte se produce tras el asesinato de uno de los líderes del partido de izquierdas Frente Popular, Chokri Belaïd, hace menos de seis meses. Belaïd también fue asesinado a tiros justo fuera de su casa el 6 de febrero e informes preliminares del Ministerio del Interior sugieren que Brahmi y Belaïd fueron disparados con la misma pistola.

Brahmi, de 58 años, era diputado en la Asamblea Nacional Constituyente, el parlamento provisional de Túnez. Hasta principios de julio, había dirigido el partido Movimiento Popular y, como Belaïd, había criticado el gobierno religioso de Ennahda en Túnez.

En febrero, tras el asesinato de Belaïd, el partido de Brahmi se unió al Frente Popular, la coalición de izquierdas en la Asamblea que se opone al gobierno de Ennahda.

Dirigió un grupo disidente de su propio partido en julio.

 

Indignación

Poco después de que se diera a conocer la noticia, un grupo de manifestantes enfadados que gritaban consignas en contra del gobierno se reunió a las puertas del Ministerio del Interior en Túnez para protestar contra el asesinato. “Son los islamistas. Y ya está”, dijo uno de los manifestantes.

Una mujer que había acudido a la manifestación con sus hijas criticó enfadada al gobierno de Ennahda: “Estamos en contra de este gobierno provisional e ilegal. No queremos aguantar más la incompetencia de este gobierno”.

Según informes recibidos, en Sidi Bouzid, el lugar de nacimiento de la revolución tunecina en 2011, los/las manifestantes quemaron la oficina local de Ennahda.

El asesinato de Belaïd en febrero provocó manifestaciones enormes y una huelga general convocada por el poderoso sindicato UGTT el día del funeral de Belaïd el 8 de febrero.

El viernes, 26 de julio, la UGTT anunció una huelga general para protestar contra el asesinato de Brahmi.

Hamadi Jebali, el primer ministro de Ennhada en el momento en el que se produjo el asesinato de Belaïd, propuso un nuevo gobierno para poner fin a la crisis política, pero acabó por dimitir porque su propio partido se negó a aceptar su propuesta.

Ennahda permaneció en el poder y no se ha acusado a nadie del asesinato de Belaïd.

 

Nueva constitución

Después de que el dictador tunecino Zine al-Abidine Ben Ali fuera derrocado en una revuelta popular en enero de 2011, se eligió una Asamblea Nacional Constituyente en octubre de 2011.

La población tunecina votaba por primera vez en su vida.

El partido islamista Ennahda ganó la mayoría de los escaños y ha gobernado desde entonces en coalición con dos partidos más pequeños.

La nueva Asamblea Nacional Constituyente tenía el cometido de redactar una nueva constitución al cabo de unos meses y convocar elecciones en virtud de la nueva constitución para octubre de 2012.

No ha sido el caso.

Los/las opositores/as al gobierno de Ennahda lo acusan de paralizar el proceso y emplear el tiempo para colocar a sus partidarios/as en puestos de poder en el gobierno y la sociedad.

El proyecto de constitución todavía se está debatiendo en un comité creado dentro de la Asamblea Nacional Constituyente. No se convocarán elecciones nacionales hasta que no se alcance un acuerdo con respecto a la constitución.

Hay un acalorado debate sobre el proyecto de constitución y si debería ser laico y basarse en conceptos relativos a los derechos humanos universales o si debería incluir elementos religiosos.

 

Los Hermanos Musulmanes

Hay una gran tensión en Túnez debido al derrocamiento del Presidente Mohamed Morsi, del partido de los Hermanos Musulmanes, el 3 de julio en Egipto.

Los Hermanos Musulmanes están muy vinculados al partido Ennahda en Túnez.

El día antes del asesinato de Brahmi, la prensa tunecina informó de que Basma Khalfaoui, la viuda ampliamente respetada de Belaïd, había declarado que el Frente Popular apoyaba el llamamiento a la dimisión tanto del gobierno de Ennahda como de la Asamblea Nacional Constituyente.

Según se afirma, dijo que “la mayoría de la gente piensa que los miembros [del partido Ennahda] representan la contrarrevolución”.

Pidió que se apoyara la manifestación contra el gobierno convocada para el 6 de agosto.

La economía y el desempleo eran problemas importantes antes de la revolución en 2011 y el desempleo sigue siendo un gran problema para los/las jóvenes que luchan para sobrevivir.

La tasa de desempleo oficial se encuentra alrededor del 17 por ciento, mientras que se estima que el desempleo juvenil es de un 30 por ciento.

Los/las tunecinos/as jóvenes se sienten traicionados/as, ya que el gobierno de Ennahda no ha respondido a sus demandas de 2011 de ‘dignidad’ y derechos sociales y económicos.

Pocos/as tunecinos/as creen que Ennahda obtendría tantos votos como en 2011 si se celebraran elecciones ahora.