Los trabajadores/as jóvenes deben liderar la lucha contra los contratos sin horas

Hoy es el Día Internacional de la Juventud y aquí en Reino Unido los contratos sin horas son noticia.

En Reino Unido, aproximadamente un millón de personas están empleadas mediante los llamados “contratos sin horas” (más de cuatro veces la cifra que se calculaba).

Si uno tiene la mala suerte de estar atado a uno de estos contratos, significa que no tendrá horario, salario ni siquiera trabajo garantizados.

El jefe puede llamarle en cualquier momento sin avisarle con antelación y se esperará de él que vaya a trabajar inmediatamente.

Debido a los contratos de cero horas, los trabajadores y trabajadoras no pueden planificar su vida.

Uno no sabe de una semana a la otra cuánto trabajo tendrá, cuánto le pagarán ni si tendrá trabajo.

Hasta el 14% de los trabajadores con este tipo de contratos afirma que no gana lo suficiente como para sobrevivir.

Muchos más se las ven y se las desean para poder pagar el alquiler y las facturas de los servicios públicos.

 

¿De quién es esta crisis?

Estamos inmersos en una de las peores crisis económicas que ha sufrido el capitalismo.

Sin embargo, este ‘duro período económico’ suele utilizarse como excusa para atacar los derechos de los trabajadores y trabajadoras y como justificación para aplicar los contratos sin horas.

Y en realidad, ¿de quién es esta crisis económica? La gente de a pie no la creó. Los responsables fueron los banqueros y grandes empresarios. Pero son los trabajadores de baja remuneración los que están pagando el pato.

Bajo los sucesivos gobiernos, los derechos de los trabajadores y trabajadoras se han visto socavados y atacados.

Más recientemente, la coalición gobernante entre conservadores y liberales demócratas ha aprobado una tasa de 1.200 £ que los trabajadores deberán abonar si quieren presentar una demanda ante un tribunal laboral.

Al reducir los salarios y menoscabar las condiciones laborales, las grandes empresas están saliendo favorecidas de los salvajes recortes presupuestarios de la coalición gobernante, que ascienden a 95 mil millones de £.

La coalición ha defendido sus enormes recortes en gasto social tildando a muchos desempleados y discapacitados de “parásitos”.

Los contratos sin horas han sacado a la luz las mentiras del Gobierno sobre los recortes en gasto social.

Muchos nuevos beneficiarios de prestaciones sociales tienen trabajo, pero apenas disponen de suficientes horas como para sobrevivir.

Si alguien está empleado con un contrato sin horas, le resultará casi imposible acceder a las prestaciones, ya que de una semana a la otra no sabe cuántas horas trabajará ni cuánto le pagarán.

Necesitamos una campaña unificada de trabajadores, desempleados y estudiantes para detener las medidas de austeridad que suponen un ataque a las prestaciones sociales e invertir la tendencia a la baja.

Hace un siglo, en Gran Bretaña los estibadores y otros trabajadores se ponían en fila frente a los avariciosos jefes esperando que les eligieran para trabajar. Los contratos sin horas y la flexibilización del empleo constituyen un regreso a dichas prácticas.

Los sindicatos han luchado duramente para conquistar los derechos que gozamos hoy en día.

Los primeros sindicatos se crearon para luchar contra el equivalente decimonónico de los contratos sin horas.

Sin embargo, lo que podemos ver hoy es que los contratos sin horas suelen utilizarse para discriminar a los miembros de los sindicatos.

Para socavar los intentos de organizar a los trabajadores contra estos contratos, en lugar de despedir a los miembros de los sindicatos (lo cual sería ilegal) los empleadores simplemente se niegan a darles más horas de trabajo, día tras día y semana tras semana, hasta que los trabajadores se ven obligados a renunciar a su empleo para no caer en la pobreza más absoluta.

Renunciar al empleo también puede afectar al derecho a recibir prestaciones.

 

Campaña a gran escala

Youth Fight for Jobs se creó en 2009 para luchar contra el creciente desempleo juvenil, ya que ninguno de los principales partidos políticos se estaba tomando el asunto en serio.

Desde entonces hemos organizado innumerables protestas para abordar estos asuntos a los que se enfrentan los jóvenes.

La asociación Youth Fight for Jobs está apelando al movimiento sindical para que emprenda una campaña a gran escala con el objetivo de organizar, sindicalizar y luchar para acabar con los contratos sin horas.

Aunque algunas empresas consideran que la mano de obra sindicalizada constituye una amenaza para los beneficios, la sindicalización es la única solución duradera para garantizar puestos de trabajo decentes regulados por verdaderos contratos.

La crisis económica está desperdiciando el talento de los jóvenes.

En todo el mundo, 290 millones de jóvenes están desempleados.

Y casi un cuarto (el 23%) de los jóvenes de la UE no tienen trabajo.

Incluso donde se ha experimentado una leve recuperación económica o la crisis no ha sido tan profunda, hemos constatado un crecimiento del subempleo.

Esto se ha visto en las huelgas de los trabajadores/as de los restaurantes de comida rápida en EE.UU. para reclamar un aumento salarial cuatro veces mayor, con lo cual se alcanzarían los 15 US$ por hora que reflejarían el verdadero coste de la vida.

Youth Fight for Jobs apoya estas huelgas y protestas. Hace poco hemos iniciado la campaña ‘Are you Sick of your Boss?’ (¿Estás harto de tu jefe?) para abordar el asunto del subempleo y los contratos sin horas.

Además, hemos organizado protestas en el exterior de las empresas que usan contratos sin horas en poblaciones de todo Reino Unido.

Asimismo, hemos hecho que los trabajadores y trabajadoras tomen conciencia de sus derechos.

Por ejemplo, casi el 90% de los 23.000 trabajadores y trabajadoras del gigante minorista británico Sports Direct están empleados mediante contratos sin horas.

Hemos estado ejerciendo presión sobre Mike Ashley, el multimillonario presidente de Sports Direct, para que acabe con estos contratos precarios. Además, hemos debatido con el personal sobre cómo pueden organizarse para poner fin a estas prácticas.

El Financial Times declaró recientemente que si queremos capitalismo, entonces tendremos que soportar los contratos sin horas.

Nosotros afirmamos que si el sistema capitalista puede permitirse los contratos sin horas, entonces no podemos permitirnos el capitalismo.