¿Tomará medidas la FIFA para mejorar las condiciones laborales en Qatar?

 

El órgano rector del fútbol mundial se ha reunido en Zúrich para decidir si la Copa del Mundo de 2022 debe trasladarse al invierno catarí, pero la verdadera pregunta que se hace todo el mundo es: “¿adoptará finalmente la FIFA una postura clara contra el abuso a los trabajadores/as migrantes en dicho Estado del golfo Pérsico?”.

Cuando la reunión acabe el 4 de octubre es poco probable que los 25 miembros del comité ejecutivo de la FIFA anuncien su decisión sobre si el campeonato veraniego se trasladará al invierno para evitar temperaturas de hasta 50°C.

Sin embargo, la enorme presión internacional ha ido en aumento en lo referente al asunto de la explotación de los trabajadores/as migrantes en esta diminuta nación desértica.

En Qatar hay más de 1,2 millones de trabajadores/as migrantes y solo 225.000 ciudadanos cataríes.

Además, se espera que otros 500.000 extranjeros trabajen en los diversos megaproyectos durante el período previo a la Copa del Mundo de 2022.

Cientos de trabajadores de la construcción, principalmente originarios de países vecinos del sur de Asia como Nepal, India y Bangladesh, ya han muerto debido a las malas condiciones laborales en Qatar, donde trabajan sin descanso hasta 15 horas al día y seis días a la semana, por una media de 8 US$ por jornada.

Durante los dos últimos años, la Confederación Sindical Internacional (CSI) ha estado presionando con su campaña “Repetir la votación” para que la FIFA quite la Copa del Mundo a Qatar a menos que este país garantice los derechos de sus trabajadores y trabajadoras.

La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, está presionando al comité ejecutivo de la FIFA para que haga algo más que hablar sobre cambiar las condiciones laborales en Qatar. “Tienen que actuar para que dejen de morir los trabajadores”.

“La FIFA debe enviar un mensaje muy claro a Qatar: que no permitirá que se celebre la Copa del Mundo si sigue basándose en un sistema de esclavitud moderna que hoy en día es la realidad cotidiana de cientos de miles de trabajadores/as migrantes allá”, declaró la señora Burrow.

“Si no se toman las medidas necesarias, morirán más trabajadores construyendo las instalaciones para la Copa del Mundo que jugadores se batirán en el campo en 2022”.

“Los trabajadores no deberían pagar con sus vidas para que la Copa del Mundo sea un éxito comercial y deportivo”.

 

4.000 muertos antes del inicio de la Copa del Mundo

Se calcula que Qatar gastará más de 150 mil millones de US$ en la construcción de estadios, hoteles y rutas de transporte desde cero. La ciudad anfitriona para la final de la Copa del Mundo de 2022, Lusail City, ni siquiera existe todavía.

Aun así, se espera que hasta 4.000 trabajadores mueran antes incluso de que empiece el primer partido; además, se calcula que muchos más sufrirán lesiones graves.

El miércoles, la CSI escribió al presidente de la FIFA, Sepp Blatter, para proponerle una serie de inspecciones conjuntas entre la CSI y la FIFA de las obras y campamentos de trabajo en Qatar, para vigilar el trato a los trabajadores y el respeto de sus derechos.

“Las inspecciones laborales en Qatar han fracasado estrepitosamente y el anuncio del Gobierno de que ubicaría a más personal en un sistema que no funciona es inútil”, denunció la señora Burrow.

La semana que viene, la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM; la confederación sindical mundial que representa a los trabajadores de la construcción) enviará a un equipo de expertos a Qatar para exigir a las autoridades, empresas constructoras y subcontratistas que respeten los derechos de los trabajadores/as.

A pesar de que se trata del país con la mayor renta per cápita del mundo, los trabajadores y trabajadoras migrantes en Qatar están atrapados por el sistema de la “kafala”, que estipula que todos los trabajadores/as extranjeros deben estar tutelados por sus empleadores.

Los empleadores les retienen sus pasaportes y los trabajadores/as migrantes no pueden cambiar de empleo ni abandonar el país sin el permiso de los mismos, por lo que son vulnerables a condiciones laborales que se han comparado con la ‘esclavitud moderna’.

 

La Copa del Mundo de la vergüenza y la esclavitud

En abril, Equal Times escribió un artículo sobre Zahir Belounis, un futbolista francés que lleva más de dos años atrapado en Qatar porque su equipo se niega a firmar su visado de salida a menos que retire una demanda que presentó contra él por salarios atrasados.

Otro futbolista, el jugador internacional marroquí Abdeslam Ouaddou, también denunció su situación y declaró en una entrevista a Equal Times: “Si Qatar no cambia, en 2022 celebraremos la Copa del Mundo de la vergüenza y la Copa del Mundo de la esclavitud”.

Desde que le concedieron la organización de la Copa del Mundo en 2010, la candidatura de Qatar se ha visto plagada de polémicas, sobre todo debido a las acusaciones de soborno durante el proceso de elección de la sede para el evento.

Como explicó Equal Times en un reciente informe especial, Qatar ha estado utilizando su enorme riqueza para ampliar su ámbito de influencia, invirtiendo en todo tipo de áreas, desde equipos de fútbol de fama mundial hasta bienes raíces y construcciones industriales en el extranjero.

Sin embargo, las crecientes pruebas de que existen violaciones de los derechos humanos relacionadas con la Copa del Mundo de 2022 han perjudicado a la marca Qatar.