¿Respetará Amazon la legislación laboral en su expansión hacia el este?

Al tiempo que Amazon se prepara para abrir nuevos almacenes en la República Checa y en Polonia, crecen los temores de que la empresa se traiga consigo los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales que la han hecho famosa en la vecina Alemania y en otros países.

Las operaciones de Amazon en Alemania tuvieron en 2013 un año complicado a raíz de la denuncia sobre las malas condiciones laborales de los trabajadores estacionales, expuestas en un documental de la televisión pública alemana, y de diversas acusaciones de fraude fiscal.

A esto le siguieron varias huelgas en protesta por los salarios que se pagan en los almacenes alemanes de Amazon en el período antes de las Navidades.

Se espera que dos nuevos almacenes en Polonia y otros dos en la República Checa estén funcionando en septiembre, justo a tiempo para el ajetreado período navideño de este año, expidiendo pedidos a Alemania y otras partes de Europa Occidental.

Para 2015 se ha previsto la inauguración de un quinto establecimiento en Polonia.

A pesar de la apertura de nuevas naves en Europa Central, Amazon no tiene en realidad negocio minorista doméstico en ninguno de los países y tampoco hay planes de poner en marcha un sitio web Amazon.pl o Amazon.cz.

La contratación de personal ya ha comenzado en algunos de los nuevos almacenes o “centros de cumplimiento”, donde se empaquetan y envían los pedidos, y se calcula que los cinco centros darán trabajo a un total de 10.000 personas, incrementándose la cifra a 15.000 durante el período navideño.

El Primer Ministro checo Bohuslav Sobotka ha descrito las inversiones de Amazon en el país como “cruciales”.

Pero no todo el mundo ha recibido a Amazon con los brazos abiertos.

En un principio, los vecinos del pueblo de Dobrovíz, cerca de Praga, se opusieron en un referéndum local a los planes de la empresa de construir un centro allí.

Amazon tomó represalias amenazando con llevarse la inversión a otra parte si los obstáculos no desaparecían. Así que destacados políticos checos, entre ellos el propio Sobotka, en seguida intervinieron, y finalmente parece que los planes del centro de Dobrovíz van a llevarse adelante.

En Polonia ya han comenzado los trabajos para el establecimiento de los tres almacenes previstos, uno en Sady, cerca de Posnania, y otros dos cerca de la ciudad de Breslavia.

Sin embargo Amazon se ha encontrado con nuevos problemas en Brun, puesto que los concejales de la ciudad votaron en contra de la construcción del centro – una decisión que el Presidente checo Milos Zeman calificó de “estúpida”.

El alcalde de Brun, Roman Onderka, gran partidario de la inversión propuesta por Amazon, dijo en una declaración realizada después de la votación que Brun había “perdido su oportunidad” de conseguir empleo e inversión.

Durante una serie de reuniones mantenidas con representantes sindicales a lo largo de la primera semana de marzo, Sobotka trató de tranquilizar a la gente diciendo que la Inspección Laboral del Estado garantizaría la observancia de la legislación laboral en la República Checa.

“Como Gobierno, insistimos en que aquí se aplican las mismas reglas para todo el mundo”, dijo el Primer Ministro ante los medios de comunicación checos.

 

Anti sindicalismo

Pero después de los informes sobre las malas condiciones de trabajo observadas en otras partes, los sindicatos de ambos países están bastante preocupados.

Se han publicado varios informes de los medios de comunicación sobre empleados de Estados Unidos que se ven obligados a trabajar en temperaturas glaciales, y que pierden la mayor parte de su tiempo de descanso caminando por los enormes almacenes de Amazon, desde las estaciones de trabajo hasta las salas de descanso, y haciendo cola para ser escaneados por un detector de metales.

Otro informe señala que los trabajadores pueden ser despedidos por el simple hecho de hablar o por romper a llorar durante su trabajo.

En el Reino Unido, varios ex empleados de la empresa han denunciado experiencias parecidas en el sitio web de la campaña Amazon Anonymous.

Un antiguo empleado que trabajaba a título temporal durante el periodo de Navidad en el almacén de Amazon situado en Rugeley, Staffordshire, señaló que tuvo que dejar el trabajo después de pasar “dos semanas a un ritmo física y mentalmente agotador”, y de haberse quedado “casi sin poder caminar a causa de las ampollas”.

Este ex empleado también explica que uno de los supervisores de su turno les había dicho a los trabajadores que los sindicatos “no formaban parte del modelo empresarial de Amazon”.

Otro ex trabajador escribió que en la entrevista de trabajo le habían dicho que “los sindicalistas serían despedidos”.

“No hay ningún motivo para pensar que Amazon va a funcionar de otra manera aquí”, indicó a Equal Times Jana Kašparova, portavoz de la Confederación Checo-Morava de Sindicatos (ČMKOS) en la República Checa.

“La cultura corporativa es contratar personal a través de una agencia de empleo, con unos contratos de trabajo sumamente precarios, y dictar las condiciones de trabajo.”

“Efectivamente, el director de operaciones de Amazon en Europa, Tim Collins, declaró en el Financial Times que en la República Checa y en Polonia no veía la necesidad de tener sindicatos dentro de su empresa, puesto que no los considera útiles y opina que ralentizan la innovación e inhiben el cambio”, añadió Jana.

Jagoda Kowalczyk, del sindicato polaco Solidarność, fue también sensata en su declaración: “Aunque todo mundo sabe que en otros países los almacenes de Amazon ofrecen unas condiciones de trabajo bastante miserables, esperamos que la empresa funcione de acuerdo con la legislación laboral polaca.”

En la República Checa y en Polonia los salarios son considerablemente más bajos que en Alemania y en otros países de Europa Occidental, y los trabajadores están menos sindicalizados, con apenas un 12% de los trabajadores afiliados a un sindicato en Polonia y un 17% en la República Checa, ambos por debajo de la media del 23% de la UE.

“En el almacén de Amazon en Dobrovíz ya se han salido varias ofertas de trabajo”, dice Kašparova.

“Los empleados son asignados a través de la agencia de empleo Randstad, y al firmar el contrato con la agencia, Amazon dio a entender que no quiere tener que tratar con sindicatos.”

“Estamos dispuestos a ayudar a los futuros empleados de Amazon aquí y, entre otras cosas, queremos que el Gobierno deje claro a Amazon que tiene que respetar la legislación laboral que existe en este país.”