La “decisión política” mantiene la protección social fuera del alcance del 99% de la población

Los activistas contra la pobreza afirman que la ausencia de seguridad social en el mundo es una “decisión política, no una fatalidad”, tras la publicación de un informe que muestra que la mayoría de la población mundial está viviendo sin la protección social más básica, tales como las pensiones, la cobertura sanitaria o prestaciones por desempleo.

El resumen del informe mundial sobre la protección social 2014-2015 concluyó que menos del 27% de la población en el mundo tiene acceso a una protección social adecuada.

Menos del 12% de trabajadores sin empleo reciben prestaciones por desempleo, de acuerdo con el informe, y que gran número de las 18.000 muertes infantiles que se producen a diario en todo el mundo podrían evitarse mediante una mejor protección social.

El informe, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la semana pasada, hizo un estudio en 200 países sobre la disponibilidad de la cobertura básica de atención médica y seguridad de ingresos para los niños, los adultos en edad activa y las personas mayores.

Carolin Vollmann, Asesora Económica y Directora de Investigación del Departamento de Política Económica y Social de la Confederación Sindical Internacional, calificó los bajos niveles de cobertura que se describen en el informe como “escandalosos”.

“El informe llama la atención por la forma en que señala la divergencia existente entre el reconocimiento de la protección social como derecho humano por la ONU, la OIT y el G20, por un lado, y por otro, el status quo en el que vivimos, incluyendo la erosión de la protección social en muchos países avanzados”, comentó a Equal Times.

El informe afirma que los recortes a la protección social en la Unión Europea “ya han contribuido al aumento de la pobreza, que afecta actualmente a 123 millones de personas, o el 24% de la población, esencialmente a niños, mujeres, personas mayores y personas con discapacidad.”

“La comunidad internacional acordó en 1948 que la seguridad social y la asistencia sanitaria para los niños, las personas en edad de trabajar que se encuentran en situación de desempleo o lesionadas y las personas mayores, son un derecho humano universal”, afirmó la Directora General Adjunta de la OIT Sandra Polaski.

“Sin embargo, en 2014, la promesa de una protección social universal sigue incumplida para la gran mayoría de la población mundial.”

 

Los recortes: una decisión política, no una fatalidad

Ministros y jefes de Gobierno de muchos países desarrollados han afirmado que sus actuales sistemas de prestaciones son “inabordables” e “insostenibles” y que los recortes a los programas de seguridad social son necesarios en tiempos de crisis financiera.

No obstante, los activistas contra la pobreza y los investigadores afirman que no es así.

“Los gobiernos, bajo la presión de los mercados financieros y las instituciones financieras internacionales, están utilizando la crisis para atacar las conquistas en materia de protección social conseguidas con tanto esfuerzo, tales como la educación y la salud”, afirmó Owen Espley, activista principal por la justicia económica de la organización benéfica que lucha contra la pobreza, War on Want (WOW).

“Es una decisión política, no una fatalidad. Desde los rescates hasta las exenciones de impuestos, el costo del capitalismo internacional no regulado recae sobre los más pobres y los más vulnerables, mientras que los ricos prosperan.”

“Mientras que las personas vulnerables sufren, las ganancias de las empresas siguen en aumento.”

Michelle Maher, que representa la petición contra los recortes en la organización WOW del Reino Unido, criticó al Gobierno británico por su falta de voluntad para evaluar el impacto de los “numerosos recortes impuestos sobre las personas que padecen una enfermedad, las personas con discapacidad y las personas que los cuidan y atienden”.

“Han optado por reducir el apoyo de la seguridad social con la excusa de la austeridad, cuando en realidad se trata de la consecución de un objetivo ideológico”, comentó Maher a Equal Times.

El informe también mostró que, mientras que los países desarrollados recortan su seguridad social, muchos países de ingresos medios y bajos han ampliado sus programas de seguridad social.

Vollmann señaló que la expansión de la seguridad social en países como Tailandia, India, China, Uruguay, Ghana y Vietnam “infunde esperanza y demuestra que la protección social no es un costoso privilegio de los países de altos ingresos”.

“Es factible a menor escala y ha promovido una mayor igualdad, menores niveles de pobreza y un crecimiento estable en muchos de estos países”, afirmó.

“Estos programas pueden no ser inmediatamente suficientes, y sea preciso desarrollar la capacidad de la administración, pero este es el tipo de problemas iniciales que se superan rápidamente.”

Por su parte, Sandra Polaski indicó que “La sociedad moderna puede permitirse el lujo de ofrecer una protección social. Ahora es una cuestión de voluntad política hacerla realidad”.