Sirios palestinos en Egipto que se enfrentan a la deportación hablan desde los centros de detención

Ayer, representantes de alto nivel procedentes de 40 países se reunieron en Berlín para debatir y planear una respuesta coordinada a la crisis de los refugiados/as sirios, descrita por Antonio Guterres (el Alto Comisario de las Naciones Unidas para los Refugiados) como “la mayor emergencia humanitaria de nuestra era”.

Como resultado del conflicto, se calcula que hay seis millones de desplazados/as internos y 3,6 millones de refugiados/as fuera de Siria.

Los países vecinos han sido los más afectados por el flujo de refugiados/as.
En Egipto, la respuesta ha sido desigual y en el caso de algunos refugiados incluso puede estar contraviniendo el derecho internacional.

Cinco sirios palestinos se encuentran actualmente en un centro de detención de Alejandría tras haber sido detenidos cuando intentaban salir ilegalmente en barco desde la costa norte de Egipto. Ahora se enfrentan a la deportación de vuelta a Siria, la zona bélica de la que huyeron.

Aunque abogados y organizaciones de derechos humanos están intentando detener las deportaciones, este asunto deja entrever las experiencias a menudo terribles a las que se enfrentan los sirios palestinos que intentan escapar de la guerra civil.

"Nos dijeron que no somos bienvenidos en este país, pero no nos ofrecieron ninguna razón válida [para las deportaciones]", explica Khaled de 32 años, quien antes de intentar cruzar el mar, perdió a su mujer, su hermano y su hijo en la tragedia del naufragio de Malta del 10 de septiembre. Khaled nos habla por teléfono desde el interior de un centro de detención en Alejandría.

Abdullah, de 22 años, y su hermano Omar, de 14 años, fueron detenidos al mismo tiempo. Aseguran que hace poco que llegaron legalmente a Egipto procedentes de Líbano.

Youssef, de 23 años, estaba en la misma embarcación que los otros tres, pero llevaba viviendo en Egipto desde octubre de 2012 con un visado de estudiante.

Ramy, de 27 años, fue detenido el 17 de septiembre en otra embarcación.

"Primero, cuando me metieron en este centro, pensé: ’No hay problema. Saldré de aquí; es solo cuestión de varios días’", explica Ramy. "Después de pasar aquí una semana o 10 días, me di cuenta de que tan solo estoy en este lugar hasta que consiga un billete de avión de vuelta a Siria".

Esa es la elección que les han dado las autoridades egipcias: comprar un billete de avión o ir a prisión. Los casos de este tipo los tramitan el Ministerio del Interior y la Seguridad del Estado, quienes en última instancia otorgan las órdenes de liberación o deportación.

Ningún representante del Ministerio del Interior estaba disponible para comentar los detalles de este caso.

Muhammad Kashef, que documenta las detenciones de migrantes para la ONG Egyptian Initiative for Personal Rights (EIPR) en Alejandría, admite que quizá "falten datos en esta historia", es decir, que las autoridades quizá consideren que disponen de razones justificadas de seguridad para las deportaciones.

O quizá podría ser un síntoma de la situación de los derechos humanos en Egipto y del caso especial de ser refugiados palestinos procedentes de Siria, asegura.

"No hay ningún país que les permita viajar por razones de seguridad”, explica Kashef, haciendo referencia a las recientes decisiones de Líbano y Turquía de no aceptar a sirios palestinos. Asimismo, según la ONG Human Rights Watch, al parecer Jordania ha deportado o denegado la entrada a unos 100 sirios palestinos que pretendían cruzar la frontera desde Siria. En Egipto existen casos parecidos.

"La situación es terrible, incluso para nosotros [que somos egipcios]", afirma. "Quizá sea eso o quizá al igual que han deportado a palestinos a Gaza, están deportando a sirios palestinos a Siria”.

Según Amnistía Internacional, otros cinco refugiados palestinos procedentes de Siria están actualmente detenidos en el aeropuerto de El Cairo y se enfrentan a la deportación de vuelta a Siria o Gaza. Hace dos semanas, 68 palestinos fueron deportados de vuelta a Gaza desde centros de detención en Alejandría. Sin embargo, deportar a refugiados/as de vuelta a Siria constituiría un caso aún más grave.

 

Protección de refugiados y refugiadas

La Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados (también conocida como la Convención de los Refugiados), de la que Egipto es signatario, estipula que: "Ningún Estado podrá, por expulsión o devolución, poner en modo alguno a un refugiado contra su voluntad en territorios donde su vida o su libertad peligren".

Enviar a refugiados/as de vuelta a sus países de origen donde "peligran su vida o su libertad" constituye una devolución. Acabar con esto es uno de los principios fundamentales de los acuerdos internacionales sobre los derechos de los refugiados y refugiadas.

Los refugiados tienen miedo de lo que les espera en sus países de origen. Como todos son refugiados palestinos de la Nakba ("catástrofe") de 1948, durante la que se calcula que 90.000 palestinos/as huyeron a Siria, todos reunirían los requisitos para integrarse en el ejército del Frente Popular para la Liberación de Palestina a su llegada a Siria.

Ramy afirma categóricamente que no puede regresar. Según nos cuenta, este año en el día de la Madre, su primo, su cuñada y su hija murieron en un ataque aéreo del régimen. Tiene miedo de regresar a un lugar donde le esperan los recuerdos de la tragedia y la amenaza del reclutamiento militar.

"No puedo regresar porque ya enterré a mi hija allí", explica. "Y como [el ejército sirio] necesita soldados en la reserva, tendré que volver a servir en el ejército".

"Sí, somos sirios palestinos", admite claramente. "Pero también somos seres humanos. No nos pueden hacer esto".

 

Se han cambiado los nombres completos de los entrevistados en este artículo para proteger su identidad.