Bélgica: un paquistaní, catalogado como “terrorista”, lucha contra su deportación

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La vida de la familia Abbassi quedó trastornada por tan solo una foto en los medios de comunicación

El 18 de noviembre, el diario belga La Dernière Heure publicó una foto de un hombre joven de origen asiático que llevaba debajo de su abrigo un objeto que se supuso era un arma de fuego, con el titular “¿asesino antisemita en libertad?”

El “asesino” resultó ser Assim Abbassi, el hijo de 22 años de un diplomático paquistaní, y su “rifle” resultó ser un bate de cricket que Assim protegía de la lluvia en el trayecto a su club deportivo.

Se esclarecieron los hechos y Assim fue finalmente absuelto de todas las acusaciones, pero eso no impidió que su padre, Tufail Khan Abbassi, fuera llamado por el Gobierno paquistaní.

Ahora sin empleo, Tufail, su mujer y sus cinco hijos han perdido el derecho a permanecer en Bélgica.

Muhammad Jamali, portavoz de la Embajada del Pakistán, dijo a Equal Times que Abbassi “no había sido despedido” sino que su mandato en la Embajada, que finalizaba en julio, había sido prorrogado por un par de meses.

El abogado de la familia Abbassi, Georges-Henri Beauthier, y el grupo de defensa de los derechos humanos belga, La Ligue des droits de l’homme (LDH). El Presidente de la LDH, Alexis Deswaef, declaró a Equal Times que la familia vio un fax que las autoridades del Pakistán enviaron al Embajador en Bélgica “en la que le ordenaban repatriar a Abbassi bajo sospecha de terrorismo”.

Simpatizantes de la familia Abbassi, que organizaron una protesta en Bruselas el fin de semana, también descartan la explicación de la Embajada.

“¿Por qué habrían contratado a mi padre por seis meses, pagando los gastos de escolares y ayudándonos a instalarnos en Bélgica para ahora hacernos volver al Pakistán en medio del año escolar? No sé a quién responsabilizar por lo que está ocurriendo: a la Embajada, al Estado belga o a los medios de comunicación,” declaró a Equal Times el hermano menor de Assim, Saud, de 18 años, durante la protesta del sábado.

 

“Agentes extranjeros”

Algunos comentadores han puesto de relieve otra dimensión preocupante de esta historia.

Según informes de los medios y de fuentes policiales, la foto incriminatoria de Assim fue enviada a las autoridades belgas “por un empleado de la Embajada de Israel”.

En mayo de este año, cuatro personas resultaron muertas cuando un asesino abrió fuego en el Museo judío de Bruselas.

Desde entonces, las autoridades belgas han colaborado estrechamente con grupos judíos y con la Embajada de Israel para evitar nuevos ataques antisemitas.

Si bien la Embajada de Israel se ha negado a confirmar o a negar haber tomado la fotografía de Assim, Deswaef dice que la Embajada “ya ha admitido que fue uno de sus empleados quien tomó al foto”.

“Sabemos que el hecho de que uno de los “empleados de la Embajada” esté tomando fotos significa, en términos diplomáticos, que se trata de agentes de los servicios secretos que actúan fuera de la legalidad”, dijo Deswaef.

Añadió que la reacción de las autoridades belgas hubiera sido “muy diferente” si la Embajada del Pakistán hubiera hecho lo mismo.

“Los Estados Unidos e Israel son los únicos dos países que tienen agentes cuya actuación fuera del marco de la ley es tolerada. Es una hipocresía total. Nunca se hacen preguntas”, dijo.

También se ha cuestionado el papel de la policía belga en esta debacle.

La fotografía fue enviada a la policía en agosto pero solo se puso a disposición de los medios de comunicación en noviembre.

“¿Qué investigaron las autoridades durante esos tres meses?” pregunta Deswaef, que también vigila de cerca la actuación de la policía belga.

“Si se hubiera tratado de un verdadero terrorista peligroso, ¿qué hubiera pasado?”

Los grupos de defensa de los derechos y simpatizantes de la familia Abbassi también han criticado a los medios belgas.

La Dernière Heure debe aún disculparse ante la familia Abbassi y la familia tiene la impresión de que nada se ha hecho para limpiar su nombre.

La Red Europea contra el Racismo (ENAR) también ha dicho que el caso es un ejemplo elocuente de la práctica cada vez más común de fichaje étnico y religioso en Europa.

“No se acepta la realidad de este problema, ni en Bélgica ni en otros países de Europa”, dice Michaël Privot, director en ENAR.

“La policía belga se niega a reconocer la existencia del problema. Queremos concienciar también a la Unión Europea para que se aliente a las fuerzas policiales de los Estados Miembros a trabajar de forma distinta, pero la UE dice que no tiene competencia en esa materia. La Comisión se ha mostrado sensible a la cuestión de la recolección de datos, pero aún es demasiado pronto para saber cómo evolucionarán las cosas”.

Se había previsto que la familia Abbassi regresara a Islamabad en domingo por la mañana, pero no pudieron hacerlo por el deterioro de la salud de la madre de Assim.

Mientras tanto, Zoubida Jellab, político perteneciente al partido de los verdes en Bélgica, declaró a Equal Times que los cinco hijos solicitarían el asilo político a Bélgica, aun sabiendo que eso significaba que no podrían volver al Pakistán.

El 4 de diciembre se ha previsto otra marcha de protesta en Bruselas en apoyo a la familia.