“A medida que aumente el trabajo altamente cualificado también lo hará la desigualdad”, según la OIT

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Según el último informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo de la OIT, la mayor fuente individual de nuevos empleos será la de los servicios del sector privado, como los servicios empresariales y administrativos y los servicios inmobiliarios.

Estos servicios, y los sectores conexos, emplearán a más de un tercio de la fuerza de trabajo mundial durante los próximos cinco años.

Los servicios públicos en la atención sanitaria, la educación y la administración seguirán siendo una fuente principal de empleo.

Aunque experimentarán un crecimiento más lento, seguirán representando el 15 por ciento del empleo total.

En cambio, el informe dice que se espera que el empleo industrial se estabilice mundialmente a un nivel ligeramente por debajo del 22 por ciento.

Esto se debe al hecho de que el ritmo de la creación de empleo en el sector de la construcción disminuirá en comparación con el período 2010-2013, aunque se espera que continúe por encima del dos por ciento de media.

Mientras tanto, los niveles de empleo en el sector manufacturero casi no experimentarán variaciones durante los próximos cinco años y solamente representarán el 12 por ciento de todos los puestos de trabajo en 2019.

“El empleo en el sector de los servicios continuará siendo el más dinámico en lo que respecta a la creación de empleo en los próximos cinco años”, dijo Raymond Torres, jefe del Departamento de Investigación de la OIT.

La transición del empleo hacia los servicios y la reducción de la manufactura conllevan un cambio significativo en cuanto a las competencias exigidas por el mercado de trabajo.

“Se suprimirán puestos de trabajo que requieran un nivel medio de cualificación para tareas rutinarias que pueden automatizarse”, explicó Torres.

Los individuos que antes ocupaban estos puestos tendrán que adquirir nuevas aptitudes o de lo contrario enfrentarse a la perspectiva de competir por empleos en el extremo inferior de la escala de cualificaciones.

Asimismo, hay una creciente demanda de empleos que exigen una interacción cara a cara, como en los servicios sanitarios y personales. Esto indica la aparición de una economía del cuidado importante.

Las tendencias mundiales muestran variaciones regionales significativas, con la desaparición de trabajos de cualificación media en las economías avanzadas a un ritmo más rápido que en los países emergentes y en vías de desarrollo.

Esta polarización entre los puestos que exigen una mayor cualificación y los que exigen una menor cualificación tiene un impacto directo en los ingresos laborales.

El aumento de los puestos de trabajo tanto en el extremo inferior como en el superior de la escala de cualificaciones, en detrimento de los del medio, ha contribuido y continuará contribuyendo a aumentar la desigualdad de renta.

 

Consumo y pobreza

Los cambios sufridos por el empleo también afectan a los niveles de consumo y pobreza.

El número de trabajos rutinarios, como operadores de máquinas y ensambladores, ha disminuido en muchos países, lo que plantea dudas en cuanto al papel de la manufactura a la hora de ayudar a los trabajadores y trabajadoras a escapar de la pobreza.

Sin puestos en el sector manufacturero, las oportunidades de que los trabajadores y trabajadoras rurales mejoren su situación laboral serán escasas.

Las personas que no han recibido una educación formal y no tienen oportunidades de formación no pueden acceder a puestos altamente cualificados.

“Estas tendencias ponen de relieve el papel de las políticas a la hora de ayudar a las empresas y los trabajadores y trabajadoras a aprovechar las oportunidades asociadas a las nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, derribar las barreras para ascender en la escala económica y social, especialmente para las mujeres”, concluyó Torres.

 

Este artículo fue publicado originalmente en el sitio web de la OIT.