¿Quiere patatas fritas con esos salarios de miseria? Huelga mundial del sector de comida rápida

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Cuando Gayhun Lee, empleada de un McDonald’s en Yeokgok (Corea del Sur) se unió el pasado septiembre a la manifestación convocada por los trabajadores de comida rápida de todo el mundo, esperaba sacar a la luz la manipulación salarial y la precariedad laboral en la compañía.

Lo que ni imaginaba es que la despedirían poco después.

Los gerentes de la franquicia de este establecimiento de comida rápida se negaron a explicarle por qué le rescindían el contrato; en lugar de ello, le dijeron que volviera a solicitar el empleo. Pero su solicitud fue rechazada.

Los gerentes ya habían advertido a Gayhun sobre sus actividades sindicales en mayo del año pasado, cuando recibió una llamada de la oficina central, luego de participar en una concentración en apoyo a los trabajadores de comida rápida.

Ahora, en el marco de las últimas movilizaciones convocadas por el personal de comida rápida en todo el mundo, el 15 de abril, la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA-IUF) reclama a McDonald’s que readmita a Gayhun y deje de acosar a los sindicatos en Corea del Sur.

Este miércoles, los empleados de establecimientos de comida rápida de más de 30 países protestarán contra sus pésimas condiciones laborales y salariales; contra los contratos de cero horas en Nueva Zelanda y Reino Unido; contra las prácticas laborales injustas en Brasil; contra el trabajo no retribuido o “benéfico” en compañías de comida rápida de Indonesia y Filipinas; y, en EEUU, donde comenzó todo, los trabajadores reivindicarán un salario mínimo de 15 dólares USD en todo el sector.

Afiliadas a la UITA de cinco continentes se sumarán a las protestas convocadas en durante el “Día Internacional de Acción en el Sector de las Comidas Rápidas”, informa Massimo Frattini, Coordinador de Sector de Hotel, Restaurantes y Turismo del Secretariado de la UITA en Ginebra.

Se publicarán en las redes sociales las distintas acciones y fotografías, utilizando la etiqueta: #FastFoodGlobal

“El sector de las comidas rápidas depende de la mano de obra de millones de personas en todo el mundo, que en su mayoría trabaja para marcas operadas por un puñado de corporaciones gigantes”, explica Frattini a Equal Times.

“Aunque muchos de los trabajadores son jóvenes, con frecuencia estudiantes que buscan empleo a tiempo parcial para pagar sus estudios, hay un número creciente de trabajadores más mayores, con personas dependientes a su cargo, que necesitan estos empleos para mantener a su familia”.

“Lamentablemente, en esta industria mundial prevalecen los salarios de miseria, la precariedad, la ausencia de prestaciones, la falta de seguridad social y la negación de los derechos sindicales”.

La lucha por los 15 dólares USD

Esta es la última de una ola de protestas. El personal de comida rápida ya convocó movilizaciones en todo el mundo en mayo y, en diciembre pasado, se les unieron trabajadores con salario mínimo de muchos sectores económicos.

Esta protesta incluye la campaña Fight For $15, (de lucha por un salario mínimo de 15 USD), iniciada en 2012 por trabajadores de Nueva York y apoyada por el sindicato de empleados de servicios Service Employees International Union (SEIU), que primero se expandió a todo el país y luego tomó impulso internacional.

El ínfimo aumento salarial para sus empleados anunciado recientemente por McDonald’s no convence a los activistas, que reclaman un salario mínimo de 15 USD y afirman que no dejarán de luchar hasta que los trabajadores ganen un salario suficiente para vivir.

Según la nota de prensa de McDonald’s en la que anunciaba el aumento salarial, “McDonald’s prevé que el salario medio por hora de los empleados de los restaurantes propiedad de la compañía supere los 10 USD a finales de 2016”.

Pero uno de los portavoces de la campaña Fight for $15 afirma: “Ese aumento es aplicable sólo a los trabajadores de los establecimientos corporativos, es decir, apenas un 10% de los trabajadores de la compañía EEUU se beneficiaría de un cambio en sus ingresos”.

“Unos 1,6 millones de trabajadores en el mundo entero obtendrán un aumento salarial de 0 USD”. El problema de los bajos salarios no se limita a McDonald’s. El personal de muchas otras compañías de comida rápida tiene previstas movilizaciones.

“El 15 de abril, todo nuestro establecimiento se pondrá en huelga porque trabajamos demasiado y apenas nos llega para pagar nuestras facturas y poner comida en la mesa”, afirma un grupo de empleados y empleadas de Little Caesars en Nueva York.

McDonald’s decidió aumentar los salarios luego de que Walmart y Target, los gigantes de la distribución estadounidense, decidieran aumentar su salario mínimo a 9 USD la hora. Según los activistas de Fight for $15 esta subida beneficiará a medio millón de empleados de Walmart, “un 456% más empleados que a los que afectará el anuncio de McDonald’s”.

De acuerdo con la Administración de la Seguridad Social, el salario medio anual en los Estados Unidos rondaba los 44.000 USD en 2013, cifra que casi triplica los ingresos anuales de un empleado medio de comida rápida con un salario de entre 8 USD y 9 USD la hora.

El modelo de negocio basado en los bajos salarios, que prevalece en los Estados Unidos y en todo el mundo, se señala como la raíz de las desigualdades y la pobreza, y deja a muchos empleados y empleadas a tiempo completo luchando por llegar a fin de mes.

Un estudio realizado por economistas de la Universidad de California, Berkeley, revela que más del 52% de los trabajadores de establecimientos de comida rápida depende de los programas de asistencia pública financiados por los contribuyentes, como los cupones para alimentos o Medicaid.

Según los investigadores, esto significa que el gobierno está, de hecho, contribuyendo a subvencionar los beneficios corporativos, ya que los empleados de las compañías son incapaces de mantenerse a sí mismos sin ayuda del Estado.

“El costo para los contribuyentes que descubrimos fue sorprendente”, afirma Ken Jacobs, del Centro de Investigación y Educación Laboral de la Universidad de California, Berkeley.

“Las personas que trabajan en empleos de comida rápida cobran tan poco que no tiene más remedio que depender de las ayudas públicas como norma, y no como excepción; incluso quienes trabajan 40 horas o más a la semana”.

Pero parece que McDonald’s, por primera vez, empieza a prestar atención a las protestas.

En el formulario presentado en enero a la SEC, entre los riesgos para los accionistas señalados para el año próximo, se incluyen las protestas de los trabajadores que reciben salarios bajos, así como una concienciación mayor de la opinión pública sobre las desigualdades salariales.