La UE se centra en los traficantes en Libia; las lagunas en la política de migración persisten

Los responsables europeos aprobaron el lunes propuestas controvertidas para lanzar una “operación naval” contra los contrabandistas y traficantes de personas que operan en la costa mediterránea de Libia.

Después de la reunión, la Alta Representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, dijo que se ha aprobado una misión para “destruir el modelo de negocio de los contrabandistas y las redes de traficantes en el Mediterráneo”.

Mogherini esperaba que el plan se lanzara después del 22 de junio cuando los ministros de Exteriores de la UE se reúnan de nuevo, una vez el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) haya dado, como se espera, el visto bueno.

Sin embargo, en las últimas semanas, se ha hablado mucho de cómo será la operación. Algunos observadores han expresado su temor de que los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes en Libia sean los primeros en salir perdiendo.

Aunque Mogherini intentó previamente restar importancia a la operación, un informe exclusivo de The Guardian hacía referencia a un documento estratégico de 19 páginas para la misión que planteaba la posibilidad de utilizar tropas de infantería “si se alcanzaba un acuerdo con las autoridades pertinentes”.

Mientras tanto, el documento admite que la campaña implica “un alto riesgo de daños colaterales, incluida la pérdida de vidas”.

Judith Sunderland, una investigadora principal de Human Rights Watch en Europa, dijo a Equal Times que lo “principal” de cualquier operación debe ser que “cualquier medida tomada para desmantelar las redes de traficantes…debe garantizar que en ningún caso terminen atrapados en el fuego cruzado las vidas, la seguridad y los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo”.

“Esto significa que toda acción que se dirija hacia las embarcaciones…no debería poner en peligro los derechos y la seguridad de las personas en las embarcaciones”, argumentó Sunderland.

Añadió que los refugiados, solicitantes de asilo y migrantes “interceptados/as” durante la operación también deben ser transportados a puertos seguros.

 

“Solamente tinta sobre papel”

Este es el último de una serie de lanzamientos importantes de políticas realizados por los altos responsables europeos ante una crisis migratoria que empieza a estar fuera de control.

La Comisión Europea presentó una serie de nuevas propuestas la semana pasada destinadas a abordar la migración irregular, especialmente en el Mediterráneo. Sin embargo, las muertes constantes en el mar y la falta de voluntad de los Estados Miembros de participar en una acción integral a menudo han creado puntos de fricción.

El Programa de Migración de la UE, lanzado en Bruselas por el Vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, Mogherini y el Comisario de Asuntos Interiores y Migración, Dimitris Avramopoulos, tiene por objeto formalizar meses de negociaciones y evitar las críticas crecientes.

Este año ya han perdido la vida en el Mediterráneo más de 1.800 personas intentando llegar a Europa, lo que intensifica la presión sobre las políticas europeas y el examen de las mismas. Existen un consenso y debate cada vez mayores de que faltan enfoques de búsqueda y rescate, asilo y reasentamiento.

Acciones inmediatas destacadas en el proyecto incluían un hincapié renovado en salvar vidas en el mar, compromiso contraído por los Estados europeos en una reunión extraordinaria y una resolución del Parlamento Europeo emitida unos días después, así como centrarse en las redes de contrabando y tráfico que “explotan a migrantes vulnerables” y nuevas disposiciones de reasentamiento y reubicación.

Abu Ammar, un refugiado sirio en Egipto, actuó como intermediario entre los traficantes y los refugiados que querían llegar a Europa el año pasado. Condenó las políticas de Europa como “mentiras”.

“Los Gobiernos europeos hoy en día son exactamente como los árabes. Hacen leyes y después las dejan de lado, sin ponerlas en práctica”, afirmó. “Siempre hablan sobre los derechos humanos pero en realidad no es más que papel mojado”.

Steve Peers, profesor de Derecho Europeo en la Universidad de Essex, dijo que aunque hay “cierta ambición” en las propuestas del Programa de Migración, los resultados materiales probablemente serán “bastante modestos”.

“Ahí donde la Comisión se involucre, va a ser nuevamente echada hacia atrás en relación con algunos de esos aspectos de mayor equilibrio”, dijo Peers a Equal Times, refiriéndose a las propuestas de reasentamiento y reubicación presentadas antes del anuncio del miércoles.

Mientras tanto, Peers sugirió que las propuestas “que intentan equilibrar las cuestiones de reasentamiento y reubicación…probablemente no tienen muchas posibilidades de éxito”.

Aunque el Parlamento Europeo y otros órganos pueden hacer propuestas y recomendaciones, a menudo el poder está en manos de los Estados Miembros.

Avramopoulos concluyó su discurso la semana pasada diciendo que esperaba sinceramente que “los Estados Miembros hagan lo que les corresponde y conviertan este programa en una realidad”.