Los continuos ataques químicos impiden a los médicos de Siria cumplir con su misión

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Los médicos de Siria piden urgentemente el apoyo y la asistencia de la comunidad internacional a medida que los ataques químicos continúan en todas las ciudades del país, hiriendo y matando a civiles y trabajadores sanitarios.

El Dr. Muhammad Tennari, director médico de un hospital de campaña en Sarmin, Idlib, hace un llamamiento a los trabajadores y trabajadoras médicos de todo el mundo a unirse a una campaña destinada a obligar a la ONU a tomar medidas para prevenir nuevos ataques.

“El hospital de campaña que establecí y dirijo en Sarmin se ha visto afectado por los bombardeos y ataques aéreos 17 veces”, escribe el Dr. Tennari en un correo electrónico dirigido a Equal Times.

Los activistas comentan que en Siria, los hospitales y los trabajadores sanitarios “son tomados sistemáticamente como blanco por el Gobierno sirio, en un intento por debilitar las zonas civiles que no están bajo su control”.

En marzo de este año, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) adoptó una resolución “condenando enérgicamente el uso de todo tipo de sustancia química tóxica, tales como el cloro, como arma en Siria y subrayando que todo aquel que se sirva de esas armas debe rendir cuentas”.

Sin embargo, el Dr. Tennari indica que siguen cayendo bombas sobre los hospitales de The Syria Campaign, y que se necesitan desesperadamente medidas para evitar nuevos ataques.

Desde que se aprobó la resolución, decenas de ataques químicos en ciudades y pueblos de todo el país han dejado un saldo de cientos de víctimas, según The Syria Campaign.

El 16 de abril, el Dr. Tennari testificó sobre su experiencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU en una reunión organizada por la embajadora estadounidense Samantha Power.

“Después de ver un video que mostraba a las víctimas de ataques químicos que mueren en nuestro hospital, muchos de los miembros del Consejo de Seguridad tenían lágrimas en los ojos”, afirmó. “Pero necesitamos mucho más que lágrimas. Necesitamos acción desde el Consejo de Seguridad”.

Tras la reunión, la Sra. Power se dirigió a los periodistas: “Necesitamos un mecanismo de atribución para saber con precisión quién perpetró estos ataques”.

Testimonios presenciales de la utilización de helicópteros y bombas indican que son las fuerzas gubernamentales sirias las autoras de estos ataques, afirmó.

Francia, Reino Unido y Estados Unidos, miembros permanentes del CSNU, acusan a las fuerzas de Assad de utilizar gas clorado contra la población civil, una acusación que Damasco niega. No obstante, Rusia, que puede vetar cualquier posible medida del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria, sostiene que no hay pruebas contundentes de que el Gobierno sirio sea el responsable.

 

Médicos bajo el fuego (#medicsunderfire)

La estructura que se ocupa de la vigilancia mundial en este ámbito, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), comentó a Equal Times que “continúa analizando la información relacionada con las acusaciones del mes de marzo”.

Actualmente lleva a cabo una misión de investigación en Siria sobre el uso de productos químicos durante los recientes ataques.

“La misión de investigación continúa trabajando con el pleno apoyo de los Estados Partes y el Consejo de Seguridad de la ONU”, señaló Peter Sawczak, portavoz y Jefe de Relaciones Gubernamentales y Asuntos Políticos de la OPAQ.

“La misión presenta entonces sus conclusiones, como ya lo ha hecho en tres ocasiones. Corresponde entonces a los foros políticos integrados por los Estados miembros de la OPAQ decidir las medidas que deben tomarse”.

“El mandato de la misión de investigación no incluye determinar los responsables”.
El Dr. Tennari pide que 1.000 trabajadores y trabajadoras médicos se unan a la campaña Medics Under Fire, un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para hacer cumplir sus propias resoluciones y poner alto a los ataques químicos.

“En respuesta a los ataques químicos en Siria, la comunidad internacional nos envía más atropina [un medicamento utilizado para revertir los efectos de algunos venenos]. Es decepcionante. Significa que el mundo sabe que el Gobierno de Assad utilizará de nuevo armas químicas contra nosotros”, afirmó el Dr. Tennari.

“Lo que necesitamos con urgencia no es atropina, sino protección contra las bombas mediante una zona de exclusión aérea en caso necesario”, continuó. “Lo que necesitamos es que las Naciones Unidas cumplan sus propias resoluciones”.

De acuerdo con la Campaña de Siria, éste es el país más peligroso del mundo para los trabajadores sanitarios. Se calcula que 15.000 médicos han huido del país desde el comienzo del conflicto en 2011, y los que quedan tienen que trabajar en condiciones extremadamente difíciles y peligrosas.

A lo largo de todo el país han sido destruidos cientos de clínicas y hospitales desde que se inició el conflicto. En ese momento, se ha registrado y documentado la muerte de 615 trabajadores y trabajadoras sanitarios, aunque los activistas afirman que el número real es probablemente mucho más alto.

 

Cet article a été traduit de l’anglais.