El sistema de pensiones in Cabo Verde: el archipiélago de grandes ideas

El archipiélago de Cabo Verde – frente a la costa occidental de África Occidental – es conocido en el todo mundo sobre todo por su música tradicional popularizada por cantantes como Cesária Évora.

Pero recientemente, este país insular se ha hecho famoso por otro motivo muy importante: su sistema de protección social.

Según una reseña sobre políticas publicada por el Departamento de Protección Social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 90 por ciento de las personas mayores de Cabo Verde reciben una pensión, si se suman la cobertura de los sistemas contributivos y los no contributivos.

“Gracias a la pensión que recibo, puedo pagar para que traigan el agua a mi casa. También puedo pagar mi factura del teléfono."

Maria Alfonso es una jubilada de 80 años de São Domingos, una pequeña ciudad de más de 10.000 habitantes en la isla de Santiago. Ella vive con su esposo y uno de sus seis hijos. Hace seis meses, su esposo perdió una pierna y ahora está en silla de ruedas. Por lo cual depende mucho de su pensión social para sobrevivir.

“Gracias a la pensión que recibo, puedo pagar para que traigan el agua a mi casa. Esto significa que no tengo que ir a buscarla, lo cual sería difícil para mí porque tengo problemas de espalda”, explicó. “También puedo pagar mi factura del teléfono, es muy importante para mí porque muchos de mis hijos viven en el exterior.”

“Después de pagar mis cuentas, me queda un poco de dinero para el resto del mes”, agregó.

Maria Alfonso, es una de las beneficiarias de la “pensión social”, un régimen unificado que garantiza un ingreso mínimo para los mayores de 60 años, las personas y los niños con discapacidad que viven en familias pobres. En la actualidad, abarca alrededor de 46 por ciento de las personas mayores de 60 años.

Los beneficiarios reciben una mensualidad de 5.000 CVE (alrededor de 65 USD). Esta cifra representa 20 por ciento más del umbral de la pobreza. Para acceder a la pensión social, las personas mayores tienen que ser residentes de Cabo Verde, mayores de 60 años, tener un ingreso inferior a la línea nacional de la pobreza y no estar cubiertos por ningún otro régimen de seguridad social.

Las pensiones sociales representan un gasto de cerca 0,4 por ciento del PIB y están totalmente financiadas por fondos públicos. El Fondo Mutual de Salud se financia con las cotizaciones mensuales de los beneficiarios (100 CVE o 1 dólar por cada jubilado). Este Fondo fue instituido como parte del sistema social de pensiones para subvencionar la compra de medicinas en las farmacias privadas, hasta un máximo anual de 2.500 CVE (alrededor de 25 USD). Además ofrece un subsidio por gastos de sepelio de 7.000 CVE (alrededor de 70 USD) en caso de muerte de la persona jubilada.

“Prestamos especial atención a los ancianos en nuestro país: aumentamos el número de personas que pueden beneficiarse de la pensión mínima de seguridad social e incrementamos su monto”, explicó Janira Hopffer Almada, ministra de la Juventud, el Empleo y el Desarrollo de Recursos Humanos de Cabo Verde.

“Sabemos que aún nos queda un largo camino por recorrer, pero estamos convencidos de que podemos seguir avanzando también gracias al apoyo que nos ofrece la Organización Internacional del Trabajo.”

 

De la burocracia a la biometría

Cabo Verde ha dado dos pasos importantes hacia un sistema universal de pensiones. En 2006, creó el Centro Nacional de Pensiones Sociales (CNPS) y unificó los programas preexistentes de pensiones no contributivas. Las pensiones sociales son administradas por el CNPS y pagadas cada mes a través de las oficinas de correo locales.

“La rápida expansión de la cobertura de pensiones se logró gracias a la combinación de los programas contributivos y no contributivos”, explicó Fabio Duran-Valverde, especialista en protección social de la OIT.

“Esto muestra además que los progresos hacia la universalización de los sistemas de pensiones es factible y asequible aún en los países en desarrollo como Cabo Verde. Evidentemente, un compromiso firme por parte del gobierno es un elemento fundamental”, agregó.

No sólo fueron unificados los programas existentes a través del CNPS, además fue modernizado todo el proceso a fin de mejorar su eficiencia. La tecnología más avanzada está siendo introducida para identificar a los beneficiarios y evitar los fraudes, como las técnicas sofisticadas de identificación a través de las huellas dactilares.

“Antes, enviábamos los formularios desde las regiones a la oficina principal. El nuevo sistema informático permite descentralizar los servicios en las diferentes ciudades”, declaró René Ferreira, Presidente del CNPS.

Como resultado, en menos de diez años, la pensión social casi redobló su cobertura alcanzado a las mujeres y las personas de las zonas rurales.

“Se han realizado progresos considerables en tan sólo pocos años y el proyecto está bien encaminado”, afirmó Joana Borges-Henriques, Coordinadora nacional de la OIT para Cabo Verde.

“Aún quedan muchos desafíos por delante, pero el hecho de que Cabo Verde esté avanzando rápidamente hacia la universalización de su sistema de pensiones es una buena noticia no sólo para el país, ya que prueba que establecer pisos de protección social no sólo permite mejorar la vida de los más vulnerables sino también contribuir al desarrollo económico y social un país”, concluyó.

 

Este artículo fue publicado inicialmente en el sitio web de la OIT.