Honduras obliga a Carlos Slim a pagar impuestos

News

Las empresas multinacionales en América Latina reclaman seguridad, servicios eficientes, infraestructura y calidad educativa, pero están poco dispuestos a contribuir con su aporte mediante el pago justo de impuestos.

Uno de esos casos es Honduras, a la par que uno de los países más desiguales del continente.

El gobierno encabezado por el conservador Juan Orlando Hernández obligó a la compañía telefónica Claro, filial de la mexicana América Móvil (AM) –propiedad del magnate Carlos Slim-, a pagar impuestos atrasados por al menos 2.5 millones de USD.

El gobierno revisó con lupa los estados contables de la transnacional y concluyó en diciembre último que la corporación, con presencia en Estados Unidos, 17 países latinoamericanos y Austria, debía pagar esos gravámenes hasta el 31 de junio de 2015.

“Hay una doble moral, porque los grandes empresarios aportan poco a las arcas públicas. La evasión se ha ido reduciendo a través de las últimas medidas fiscales de este gobierno. Lo que se traduce en exoneraciones, en zonas libres de impuestos y de maquilas (NDLR: fábricas de textiles y manufactura para la exportación que gozan de prebendas impositivas), y también en los precios de transferencia”, explica Raf Flores, subcoordinador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), a Equal Times.

Honduras posee una carga tributaria alrededor del 16%, debajo del promedio de la América Latina, según datos de 2013 de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Aunque la tasa del Impuesto sobre la Renta alcanza el 25%, las excepciones fiscales, que equivalen a 5% del Producto Interno Bruto (PIB), y la evasión minan el sistema.

Las compañías aparecen como grandes donantes para la construcción y mantenimiento de escuelas, otorgan becas y otros beneficios. Con ello, tienen derecho a créditos fiscales que reducen los tributos a pagar.

Además, las empresas manipulan los precios de las exportaciones o importaciones -de transferencia- para reducir su declaración impositiva.

“Las empresas integradas en holdings transfieren actividades a sus subsidiarias para elevar costos, por lo que las utilidades son bajas y se pagan pocos gravámenes, o reportan abiertamente pérdidas”, señala Flores.

En agosto entrará en vigor en Honduras una reforma a la Ley de Precios de Transferencia para que las multinacionales, que suelen trasladar sus ganancias a paraísos fiscales, divulguen esa información.

Claro posee una porción de mercado de 31%, en competencia con Tigo, propiedad de la española Telefónica; y la estatal Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel).

 

América Latina se defiende del fraude fiscal

A Carlos Slim le había pasado lo mismo en Ecuador, donde el gobierno de Rafael Correa le cobró 123 millones de USD en junio de 2014 por tributos no pagados desde 2006.

De hecho, la Administración Tributaria de Ecuador envió en agosto de 2014 a un grupo de funcionarios para asesorar al gobierno hondureño sobre cómo medir la evasión de las empresas y reclamar su pago.

Los sectores telefónico y farmacéutico son los mayores deudores de gravámenes, por lo que el gobierno hondureño se está centrando en cobrarles los impuestos impagados.

La Administración de Grandes Contribuyentes de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) de Honduras tiene 39 registros y el que más paga, apenas lo hace en orden del 4%. Esa dependencia tiene un listado de 21 morosos, que adeudan casi 6 millones de USD.

La DEI ya creó la Unidad de Fiscalidad Internacional y Precios de Transferencia para combatir la evasión fiscal.

Honduras pierde más de 400 millones de USD por evasión y fraude fiscal, según datos de la Dirección Ejecutiva de Ingresos. La deuda externa de Honduras, un país de unos 8 millones de habitantes, supera los 8.000 millones de USD. De cada 10 hondureños, 6 viven en la pobreza. Con un erario erosionado por los delitos tributarios, ese país no puede combatir la desigualdad o efectuar inversión social.

El Informe Mundial de la Ultra Riqueza 2014, elaborado por la consultora Wealth X de Singapur y el banco suizo UBS, reveló que Honduras tiene 225 magnates -10 más que en 2013-, con una fortuna de unos 30,000 millones de USD.

Además, la edición mexicana de la revista Forbes identificó en diciembre de 2014 tres hondureños entre los 12 millonarios de Centroamérica.

“La evasión no ha podido disminuirse ni calcularse. Hay mucho margen para actuar. Debería haber más controles. La sospecha es que los fondos de las transnacionales terminan en Panamá”, un paraíso fiscal preferido de las transnacionales, denuncia Flores.

En México, el mayor contribuyente es el Grupo México, la mayor minera azteca, seguido por el conglomerado de Slim, formado por telefónicas, constructoras y cadenas de tiendas.

Pero en ningún caso su contribución supera el 10% de sus réditos, según datos del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Falta por ver si el gobierno hondureño persistirá en la persecución de los grandes evasores y si otras naciones latinoamericanas imitarán su curso.

This article has been translated from Spanish.