Qatar Airways sigue recibiendo críticas por discriminación del personal femenino

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La decisión de Qatar Airways de dejar de despedir a trabajadoras por el hecho de quedarse embarazadas se considera una victoria en el ámbito de los derechos laborales en este país del Golfo, pero la investigación por parte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) continúa abierta, dado que sigue habiendo interrogantes con relación a otras prácticas discriminatorias.

La OIT ha comunicado a Equal Times que su investigación sobre Qatar Airways es “todavía un caso abierto”, por lo que no puede hacer comentarios al respecto.

Los alegatos remarcados por los sindicatos en el informe del 15 de junio de la OIT incluyen acoso sexual, la prohibición de que las trabajadoras abandonen o ingresen en los locales de la empresa acompañadas de un hombre que no sea de su familia, y el control de sus actividades en los medios de comunicación social mientras no están en servicio.

Como parte de una medida ampliamente difundida, Qatar Airways ha decidido que las mujeres que se queden embarazadas ya no serán despedidas sino que se les ofrecerá un puesto provisional de personal de tierra. Y tampoco serán despedidas por el hecho de contraer matrimonio durante los primeros cinco años de empleo, aunque sí que deberán notificar con antelación a la empresa.

La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) explica que había estado reclamando desde 2013 la modificación de la normativa en esta aerolínea, donde las mujeres representan el 80% de una mano de obra de 23.000 efectivos.

“Esto es una verdadera victoria para el personal de Qatar Airways, y hay más victorias por ganar”, declara a Equal Times Gabriel Mocho, Secretario de Aviación Civil de la ITF. “Nuestra campaña a favor de la justicia en la aerolínea continúa, ahora fortalecida por este avance significativo. Esto es también una advertencia para otras aerolíneas en cuanto a que las políticas de este tipo no serán toleradas, aunque Qatar Airways ha sido efectivamente el peor infractor”.

“Qatar Airways ha sido puesto en evidencia y la aerolínea se ha visto obligada a tomar medidas, lo que supone un avance enorme”, expresa en una declaración Paddy Crumlin, Presidente de la ITF. “Ni siquiera escondiéndose detrás de los premios de ‘mejor aerolínea’ ha podido evitar que se conozca la verdad sobre el trato que da a su personal”.

La política sobre embarazo es “la punta del iceberg”, afirma Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), en una entrevista concedida a Equal Times.

“Solicitamos a Qatar Airways que reforme el resto de sus políticas laborales para garantizar la libertad sindical y la negociación colectiva”.

“A pesar de esta victoria, el lugar de trabajo para estos valerosos trabajadores sigue siendo opresivo bajo un sistema de esclavitud – el sistema de la kafala – que debe eliminarse”.

El sistema, vigente en diversos países de Oriente Medio, exige a los trabajadores y trabajadoras extranjeros tener un patrocinador en el país, por lo general su empleador, que es responsable de su visado y de su situación legal.

Los grupos defensores de los derechos sostienen que el sistema es propenso a la explotación, puesto que muchos empleadores confiscan los pasaportes y explotan a sus trabajadores sabiendo que la posibilidad de repercusiones legales es prácticamente nula.

Al cierre de esta edición, Qatar Airways no había respondido a la solicitud de Equal Times para concertar una entrevista.

 

"Clima de miedo"

En su informe del 15 de junio el comité de la OIT mencionó alegaciones de “discriminación directa o indirecta por motivo de sexo, incluido acoso” en Qatar Airways.

Las políticas de la aerolínea incluía “la prohibición de que las trabajadoras abandonen o ingresen en los locales de la empresa acompañadas de un hombre que no sea su padre, hermano o cónyuge”.

El informe observa igualmente acusaciones de un “control de sus actividades en los medios de comunicación social mientras no están en servicio, actos de acoso verbal”, y “alegan que se ha informado a la ITF que se han clausurado las salidas de evacuación y las ventanas en las instalaciones de la empresa para impedir que el personal abandone los locales sin ser vistos.”

El comité notó igualmente alegaciones que el ITF describe publicamente un "clima de miedo" en las aerolíneas, incluyendo la “reticencia del personal de la tripulación para presentar quejas debido al temor a represalias, a la posible terminación de la relación laboral y a la deportación de Qatar”, y la “falta de una inspección del trabajo adecuada impide toda forma de investigación seria”.

En cuanto a la reacción del Gobierno de Qatar ante los alegatos, el informe explica que las autoridades sostuvieron que la “declaración de estado civil” a la que se hace referencia en el nuevo contrato es para “garantizar que se lleven registros exactos, a efectos de dar cumplimiento a la legislación relativa a la residencia”.

El Gobierno ha rechazado los alegatos de trato degradante, acoso y vigilancia de las mujeres miembros de la tripulación de cabina, invocando que se basan en informes suministrados por un número relativamente reducido de miembros del personal.

No obstante, el informe del Comité de la OIT concluye que “las disposiciones del contrato de trabajo anterior, así como del nuevo contrato de empleo, que permiten a la empresa despedir automáticamente a una tripulante de cabina por el mero hecho de estar embarazada, son discriminatorias en virtud del Convenio núm. 111 y deben suprimirse”.

El informe también solicita a la aerolínea establecer mecanismos adecuados de presentación de quejas, incluyendo el nombramiento de inspectoras del trabajo cualificadas, “para garantizar que puedan obtener reparación sin exponerse a la estigmatización o a represalias, y sin temor a ser deportadas del país”.

A pesar de las cuestiones pendientes, los dirigentes sindicales perciben los recientes acontecimientos que han tenido lugar en Qatar Airways como una señal alentadora que podría animar a otras personas que se enfrentan a abusos parecidos en su lugar de trabajo, sobre todo conforme Qatar se va preparando para la Copa del Mundo de la FIFA 2022.