“Ahorren dinero y brinden atención sanitaria gratuita a los indocumentados en la UE”

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Según los investigadores, si los países europeos brindaran una atención sanitaria gratuita y sin restricciones a los migrantes indocumentados, se podrían lograr importantes ahorros en los recursos financieros.

Un reciente informe publicado por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) calculó en tres países de Europa el coste de la atención sanitaria primaria a migrantes embarazadas en situación irregular y a los que padecen de hipertensión.

Comparándolo con el coste derivado de prestarles únicamente una atención médica de urgencias, los investigadores descubrieron que una atención prenatal mejorada podía suponer un ahorro en tan solo dos años de hasta el 48% en Alemania y Grecia y del 69% en Suecia.

Según el informe, en el caso de los migrantes en situación irregular que padecen de hipertensión, un tratamiento precoz podría evitar en todos los países más de 300 derrames cerebrales y 200 infartos por cada 1.000 migrantes.

“Elegimos estos tres países debido a sus diferentes sistemas. Así los resultados se pueden aplicar a otros países europeos”, explica Blanca Tapia, portavoz de la FRA.

Aunque se desconoce la cifra exacta de migrantes indocumentados, los datos recopilados en 2009 sugieren que constituyen menos del 1% de la población total de la UE. Sin embargo, con la llegada de más de 750.000 migrantes y refugiados a la UE tan solo durante este año, se espera que aumente el número de migrantes en situación irregular.

Tapia espera que las conclusiones de la FRA ayuden a convencer a los legisladores de que brindar atención sanitaria a este grupo es “económicamente justificable” y “necesario para cumplir con las obligaciones de los Estados miembro de la UE en materia de los derechos fundamentales”.

Aunque el derecho a la atención sanitaria está consagrado en las cartas de derechos humanos de la UE y las Naciones Unidas, las políticas nacionales pueden variar mucho.

Un análisis llevado a cabo en 2010 por el Centro de la Salud y la Migración con sede en Austria (C-HM) reveló que 13 países de la UE limitan el acceso a la atención médica de los migrantes indocumentados únicamente a los servicios de urgencias y en otros nueve países no les permiten acceder ni siquiera a estos.

La directora del centro, Ursula Trummer, asegura que, al margen de los cambios en España y Suecia, su análisis sigue siendo relevante hoy en día. Las conclusiones preliminares de una investigación reciente del C-HM, cuya publicación está prevista para principios del próximo año en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también refuerzan el argumento económico y sugieren que se puede lograr un ahorro de entre el 50 y el 90% mediante la prestación de una atención sanitaria primaria.

 

Optimismo

Todo esto es consecuencia de un estudio publicado en julio de 2015 por el doctor Oliver Razum de la universidad alemana de Bielefeld. Dicho estudio reveló que entre 1994 y 2013 los gastos sanitarios de los solicitantes de asilo y refugiados en Alemania, que tenían un acceso restringido a la atención sanitaria, fueron un 40% superiores a los de otros grupos con un acceso sin restricciones.

“Los debates cada vez se centran más en los argumentos económicos”, nos explicó Trummer.

Frank Vanbiervliet, coordinador europeo de las políticas de promoción de la ONG Médicos del Mundo (MdM), asegura que es “optimista” y espera que unos argumentos económicos más sólidos ayuden a influir en las políticas de la UE, aunque advierte que no será suficiente si no se toman otras medidas.

“El problema es que las políticas de salud se suelen integrar con demasiada frecuencia en las políticas de inmigración”, explica.

Algunos legisladores alegan que un sistema de salud abierto a todos atrae a más migrantes, por lo que se reduce la rentabilidad del mismo. En Reino Unido, este argumento tuvo como consecuencia la introducción de una “sobretasa sanitaria” para los migrantes no comunitarios, que se aprobó como parte de las reformas a la Ley de Inmigración de 2014 para “centrarse en evitar que los migrantes ilegales utilicen servicios públicos a los que no tienen derecho”.

Pero como no están registrados en ningún sitio, los migrantes indocumentados no pagan la sobretasa. En cambio, tienen que pagar por adelantado muchos de los servicios del Sistema Nacional de Salud británico, lo cual puede resultar muy difícil para este grupo que suele tener empleos de baja remuneración.

Sin embargo, los datos recopilados por Médicos del Mundo revelan que la amplia mayoría de los migrantes indocumentados migraron debido a razones económicas, conflictos bélicos o persecuciones. Tan solo el 3% menciona que migró por razones de salud. Los que se benefician de los servicios de Médicos del Mundo han vivido en el país de acogida una media de 6,5 años antes de buscar tratamiento.

Cuando los migrantes indocumentados optan por buscar asistencia sanitaria, lo hacen por asuntos que suelen estar relacionados con sus condiciones de vida y trabajo, es decir, cuando están en riesgo de explotación.

La doctora Carina Spak es directora de Amber Med, una clínica con sede en Viena para gente sin seguro médico (principalmente de comunidades migrantes) gestionada por la ONG local de servicios sociales Diakonie. “Normalmente tratamos los problemas de salud típicos de la gente humilde (diabetes, alta presión arterial, dolores de espalda), que están relacionados con las condiciones en las que viven”, explica.

Amber Med recibe algo de apoyo financiero de la oficina local de seguros de salud, pues ésta reconoce los beneficios derivados de los tratamientos precoces universales. En otras regiones, como el norte de Italia y el sur de España, las autoridades locales han recibido elogios por haber adoptado medidas similares para garantizar un amplio acceso a la salud de los migrantes indocumentados, incluso cuando las políticas nacionales apoyan un enfoque más restrictivo.

“Existen muchas diferencias dentro de los mismos países, a nivel regional”, explica Trummer. “Pero por supuesto que el clima político es siempre importante. Para hacer que funcione hay que tener voluntad política”.