Elecciones en España: ¿qué ofrecen los partidos a los trabajadores?

El 20 de diciembre se celebrarán elecciones generales en España, en un ambiente marcado por los ecos de los atentados de París y el debate independentista en Cataluña, con mucho debate televisivo pero apenas una explicación superficial de los programas electorales.

El descenso del paro en 27.000 personas en noviembre permite al Partido Popular (PP) presentar este dato como un aval a su gestión económica, principalmente a su reforma laboral.

Los datos macroeconómicos favorecerían al Gobierno de Mariano Rajoy, aunque otros aspectos de su gestión son menos halagüeños, por ejemplo la caída de la ocupación, el estancamiento salarial y el aumento de la pobreza.

El programa electoral del partido en el Gobierno incluye la reducción de las cotizaciones sociales de trabajadores y empresas, así como fomentar los contratos indefinidos de empleo.

Sus principales esfuerzos se centran en los trabajadores autónomos y los emprendedores. Por ejemplo, mejorar su protección social con una prestación por cese de actividad, reducir su sistema de tributación e implementar el sistema de IVA “de caja” para que puedan pagarlo tras cobrar sus facturas y no antes.

El PP se ha marcado también como objetivo prioritario la igualdad salarial entre hombres y mujeres, como declaraba su Vicesecretario de Acción Sectorial, Javier Maroto, tras una reunión mantenida en noviembre con los dirigentes de Comisiones Obreras (CC.OO.) y la Unión General de Trabajadores (UGT).

En cuanto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), su programa se centra en el cambio del modelo productivo hacia una “sociedad del conocimiento” y en la derogación de la reforma laboral, una de sus promesas más reiteradas.

A pesar de que en octubre el líder socialista Pedro Sánchez afirmó que mantendría el actual modelo de indemnización por despido, las presiones internas y externas le han forzado a comprometerse a una derogación total de la ley.

El PSOE define como objetivos recuperar la centralidad de la negociación colectiva, la redacción de un Nuevo Estatuto de los Trabajadores, la reducción a tres del número de tipos de contratos (indefinido, temporal y de relevo o formación) y la subida salarial. Para ello promete aumentar el salario mínimo interprofesional hasta alcanzar el 60% del salario medio neto.

El PSOE propone además un nuevo sistema de protección ante el desempleo que recupere a los parados de más de 45 años –excluidos en beneficio de los mayores de 55 años tras la reforma del Partido Popular de 2012– que les permitiría cobrar un subsidio hasta que encuentren trabajo o puedan jubilarse y cobrar la pensión.

 

Ciudadanos: reforma laboral propia

Por su parte Ciudadanos (Cs), un nuevo partido liberal con grandes expectativas electorales, promete en su programa electoral “reconstruir la clase media devastada por la crisis”.

Este partido insiste que sus propuestas “no son de derechas ni de izquierdas sino de sentido común.”

Entre ellas figuran su “Programa contra el paro de larga duración” basado en los “cheques de formación” y en la gestión de un “servicio de empleo y orientación individualizada más eficiente”, un contrato único indefinido cuya indemnización aumentaría en función de la antigüedad del trabajador, acompañado de una rebaja en las cotizaciones sociales para las empresas.

Su seguro contra el despido –una especie de cuenta de ahorro donde el empresario ingresaría un porcentaje al trabajador– miraría hacia un sistema de protección al desempleo individualizado y basado en la capitalización en lugar de en el reparto, al estilo del modelo austríaco.

Como alternativa, tanto a la subida del salario mínimo interprofesional como a una renta básica, el partido de Albert Rivera plantea un complemento salarial anual garantizado para los sueldos más bajos, que pagarían los contribuyentes con sus impuestos.

Todas estas medidas implicarían que Cs llevaría adelante su propia reforma laboral.

 

Propuestas de la izquierda

A la izquierda de la oferta electoral se encuentran el también nuevo partido Podemos y la coalición Unidad Popular-Izquierda Unida Verdes. La propuesta estrella de esta última y de su candidato Alberto Garzón es el Plan de Trabajo Garantizado que prevé crear un millón de puestos de trabajo en tres áreas: cuidados personales, servicios públicos y actividades ecológicas.

Para ello plantea una inversión pública de 15.000 millones de euros. El Instituto Levy lleva años desarrollando esta alternativa económica que la Viceministra de Trabajo griega, Rania Antonopoulos, puso en marcha en Grecia tras la victoria de Syriza para contrarrestar los efectos del austericidio.

La formación busca también abrir el debate público sobre el Salario Máximo (6.500 euros mensuales), recuperar la indemnización por despido a 45 días laborales y equiparar los permisos de paternidad para hombres y mujeres.

Podemos, en un programa de 360 medidas elaborado de forma participativa, propone la derogación de la reforma laboral y restablecer la edad de jubilación en 65 años.

Podemos contempla una medida similar al seguro de desempleo de Ciudadanos, el seguro de desempleo común, como complemento al del sistema nacional. En cambio, apuesta por la subida del salario mínimo interprofesional, la recuperación de la negociación colectiva y la regulación de las horas extraordinarias.

Los principales partidos coinciden en la necesidad de medidas para una efectiva conciliación de la vida laboral y familiar.

Con la transparencia y la lucha contra la corrupción entre las principales demandas ciudadanas en estas elecciones, el cumplimiento de las promesas electorales y el escrutinio de la labor parlamentaria y gubernamental serán vigiladas más que nunca.

Desde la iniciativa Polétika, lanzada por 150 organizaciones de la sociedad civil como herramienta de presión política y de información ciudadana para mejorar la calidad democrática y luchar contra la desigualdad extrema, la pobreza y la exclusión social, velarán porque todos los partidos cumplan lo que han prometido a los españoles a lo largo de los últimos meses.

El promedio de las encuestas para el 20 de diciembre auguran un PP debilitado que, de ganar las elecciones, necesitará apoyos parlamentarios o incluso una coalición de Gobierno para los próximos cuatro años. Eso comportará sin dudas novedades para las trabajadoras y los trabajadores en España.

This article has been translated from Spanish.