Isla de la Reunión: la resistencia al virus Zika se organiza

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 1 de febrero que el virus Zika es “una emergencia de salud pública de alcance internacional”.
La OMS desaconseja que las mujeres embarazadas visiten las zonas afectadas por el Zika, ya que se ha confirmado el vínculo entre el virus y las malformaciones fetales.
A afecciones tales como la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré viene a añadirse ahora una nueva preocupación: la mielitis, una enfermedad que afecta al sistema nervioso.

Al tiempo que el virus y las enfermedades que trae consigo se propagan en América del Sur (principalmente en Brasil, con 1,5 millón de personas afectadas) y América Central, también se extiende a otros lugares.

Entre estos lugares se encuentran los departamentos de ultramar franceses, como Guadalupe, Martinica y Guyana, con la notable excepción de una isla: Reunión.

Situada en las antípodas de la zona epidémica actual, en el Océano Índico, también alberga el tan temido vector del virus: el mosquito tigre.

“El Zika tiene el mismo modo de transmisión que el dengue o el chikungunya, por lo que tenemos la experiencia de prevención e intervención: la eliminación de los criaderos de larvas en el entorno del paciente, pero también de los mosquitos adultos mediante insecticida”, indica Helen Thébot, responsable de la lucha contra estos vectores en la Agencia regional de la salud del Océano Índico (ARSOI).

Se tienen movilizados a 140 agentes para recorrer las viviendas de toda la isla, y cada año se visitan puerta a puerta 50.000 hogares.

Sin embargo, en este momento, la vigilancia se ha reforzado. “Se observa una mejora en las prácticas preventivas desde la crisis del chikungunya. Los isleños han adquirido buenos reflejos, pero sigue mostrándose cierta negligencia, por lo que todavía existen sitios de reproducción presentes en una de cada cinco viviendas en temporada de lluvias”.

Las autoridades sanitarias de la isla no son las únicas en prepararse. Los investigadores también están movilizándose.

El director de la unidad “Proceso infeccioso en las islas tropicales” (PIMIT), el Dr. Patrick Mavingui, describe su espacio de trabajo como un “laboratorio natural”.
Con su equipo de biólogos, virólogos, químicos... la unidad PIMIT es tan internacional como multidisciplinar.

“Como parte de la investigación del Zika, debemos ser capaces de ofrecer herramientas de diagnóstico mucho antes de que una vacuna llegue al mercado”, previene Gilles Gadea, uno de los treinta investigadores del equipo del Dr. Mavingui.

“Nuestro equipo de investigación conjunta se creó tras la crisis del chikungunya en 2006”, indica el director. Aun cuando es muy probable que la Reunión experimente un brote del Zika, también posee, en su propio suelo, un recurso único: su biodiversidad. En efecto, la biología médica es una de las principales vías de la prevención.

La farmacopea francesa acaba de listar 16 plantas endémicas de la isla. Las propiedades antivirales de algunas de ellas están bien establecidas.

“Estamos llevando a cabo la extracción de estas plantas de la Reunión en laboratorio. Preferimos callar su nombre porque lo más importante es su dosificación y la evaluación de su toxicidad”, afirma Chaker El Kalamouni, investigador libanés que se incorporó a la unidad PIMIT después de la crisis del chikungunya.

“Probamos sus efectos sobre la cepa ancestral del virus del Zika, que fue descubierto en Uganda en 1947. El objetivo es comparar nuestros resultados con la cepa epidémica, la de Brasil”, agregó.

El proyecto de medicina alternativa de este equipo del hospital universitario podría ser adecuado para las mujeres embarazadas.

 

Carrera internacional en busca de una vacuna

En el mismo laboratorio, sobre la mesa de trabajo de enfrente, el equipo de Wildriss Viranaicken está trabajando en el desarrollo de una posible vacuna. También en este caso, se identifica claramente el público al que se dirige.

“Nuestro objetivo, vista la actualidad del problema, es hacer posible que las mujeres se vacunen, incluso al inicio del embarazo”, comenta el investigador.

La magnitud de la tarea es considerable en esta nueva carrera en el ámbito farmacéutico.

Y pese a la situación de emergencia, pasarán años antes de que los residentes de las zonas de aparición del virus puedan contar con una vacuna disponible que pueda comercializarse.

Como ya ha ocurrido antes, son los laboratorios estadounidenses los que más información comunican acerca de su proyecto de posible vacuna. En 2006, los investigadores de la Reunión no tuvieron posibilidad de participar en la carrera farmacéutica contra el chikungunya.

“El ejército de Estados Unidos se ha embarcado en el desarrollo de una vacuna contra el chikungunya desde hace diez años, y todavía no está en el mercado. Las fases de pruebas y controles hacen que el proceso de comercialización sea muy largo”, constata Viranaicken.

En esta ocasión, los científicos reunioneses estaban listos en cuanto el Zika hizo su aparición, lo que responde a una demanda mundial y muy oficial. La OMS ha hecho un llamamiento para que los investigadores lancen todas sus baterías contra el Zika.

“Para las vacunas, la situación evoluciona rápidamente y las cifras cambian todos los días. Hasta ahora se han identificado 15 empresas y grupos de investigación, aunque la mayoría apenas acaba de empezar a trabajar”, afirma la Dra. Marie-Paule Kieny, Subdirectora General de la OMS.

La unidad PIMIT no se encuentra entre los proyectos de vacunas experimentales más avanzados.

La OMS cita un proyecto en India y otro en EE.UU. “Una vacuna basada en el ADN en EE.UU. y un producto inactivado en India”.

Sin embargo, aun cuando no se encuentra entre los primeros, el químico de la Reunión sabe que su equipo ha empezado oportunamente.

“La unidad PIMIT trabaja en colaboración con una empresa start-up de Montpellier. La tecnología que utilizamos para desarrollar nuestra posible vacuna ha sido patentada. Estamos seguros de ser los únicos en poseerla. Y hemos heredado los conocimientos de nuestro jefe de equipo”.

El jefe del equipo de Wildriss Viranaicken es el Dr. Philippe Desprès. Antes de incorporarse a la unidad PIMIT en la isla de la Reunión, trabajó para el Instituto Pasteur. Participó en las investigaciones en búsqueda de una posible vacuna contra el dengue. Para el Zika, sus investigadores pueden inspirarse en su experiencia, pero deben adaptarse a las características del virus.

Zika sigue presentando una primera particularidad de doble filo: es asintomática en el 80% de las infecciones.

“Actualmente puede detectarse el Zika mediante técnicas moleculares, en diferentes fluidos o productos biológicos; sin ser infecciosa, es decir, capaz de iniciar por sí misma una nueva infección”, explica el Dr. Desprès.

Detectable, pero silencioso. Su velocidad y sus medios de propagación lo convierten en un virus único en su género.

El tema fascina tanto como preocupa al mundo científico. “La primera publicación en mencionar la transmisión sexual del virus fue estadounidense, data de 2008, el segundo caso conocido fue en 2013, durante el brote de Zika en la Polinesia francesa".

El 27 de febrero de 2016, el primer caso de transmisión sexual se documentó en París.

“El mosquito tigre es un vector, como es el caso para el dengue o el chikungunya, pero tratándose del Zika, el hombre puede ser un anfitrión amplificador”, precisa el director del equipo.

“También puede encontrarse el virus Zika en la orina o la saliva. Pero la orina es virucida y en la saliva el virus no sobrevive mucho tiempo. Probablemente el semen posee propiedades de conservación que permiten al virus mantenerse”.

Un virus en el que convergen todas las miradas y que va revelando, en tiempo real, nueva información sobre su interacción con el hombre. En 30 años de carrera trabajando sobre los flavivirus, el Dr. Desprès nunca ha conocido un caso de transmisión sexual.

En su progresión, el virus del Zika aún podría desvelar otras certezas.

 

Este artículo ha sido traducido del francés.

This article has been translated from French.