Aumenta la presión sobre los gitanos en Reino Unido

Si se busca en internet “definición de gitano” en inglés, la primera opción de Google será www.urbandictionary.com. La ’mejor definición’ de esta página web describe a los gitanos como “la peor escoria sobre la faz de la tierra.” Además de ese tipo de expresiones que incitan al odio y a las que se tienen que enfrentar los gitanos y los nómadas casi a diario, hoy en día las autoridades británicas están sometiendo a dichos grupos a nuevas presiones y se teme que haya más desahucios.

La comunidad gitana constituye la mayor minoría étnica de Europa. En Reino Unido residen 300.000 gitanos y nómadas. Además, son uno de los pueblos más marginados del viejo continente y sufren elevados niveles de exclusión y discriminación. En Reino Unido se enfrentan a niveles extremos de pobreza y desigualdad, una baja calidad de la educación, unos resultados académicos por debajo de la media y una menor esperanza de vida.

“En el pasado hemos sido lentos para responder a la discriminación” explica a Equal Times Shay Clipson, activista por los derechos de los gitanos y nómadas. “Pero ahora nos estamos poniendo manos a la obra. Estamos hartos”.

Clipson ha organizado una campaña mediante una petición en www.38degrees.org.uk contra la oscura enmienda a la definición de ’gitano o nómada’ incluida en la política urbanística del gobierno británico, la cual, según afirma, “constituye una seria amenaza a la existencia misma [de dichos grupos]”.

Los gitanos romaníes y los nómadas irlandeses de Reino Unido están reconocidos como minorías étnicas y supuestamente protegidos por la Ley de Igualdad de 2010. Aun así, el pasado agosto el gobierno cambió la definición de ’gitano o nómada’ incluida en la política urbanística de los emplazamientos nómadas.

Dicha política establece directrices que los ayuntamientos deben seguir al valorar la necesidad de otorgar emplazamientos a gitanos y nómadas. Antes de agosto de 2015, la definición de ’gitano o nómada’ (en cuya categoría debe incluirse cualquier persona que quiera beneficiarse de un terreno para viviendas móviles o caravanas) era la siguiente:

“Los individuos con un estilo de vida nómada [por motivos económicos], independientemente de su raza u origen, incluidas aquellas personas que únicamente a causa de sus necesidades educativas o sanitarias (o las de su familia o personas dependientes) o debido a la avanzada edad han dejado de desplazarse temporal o permanentemente...”
Párrafo 15 de la circular 1/06

El problema es que se han eliminado las palabras ’o permanentemente’ de la definición; y este pequeño cambio plantea graves retos a los gitanos y nómadas. Eso significa que los que han dejado de desplazarse permanentemente (independientemente de sus motivos) pueden perder cualquier posibilidad real de obtener una licencia urbanística para conseguir un emplazamiento en el que poder estacionar legalmente su caravana.

Y ahí radica el temor a nuevos desahucios en masa, como el ocurrido en septiembre de 2011 en la granja Dale, ubicada cerca de Basildon (al este de Londres), donde se expulsó a cerca de 200 nómadas irlandeses, lo cual provocó la indignación general de la comunidad internacional.

 

“Limpieza étnica”

De hecho, la mayoría de los gitanos y nómadas de Reino Unido están asentados. Desplazarse por el país cada vez resulta más difícil debido a la falta de trabajos y lugares donde detenerse. Asimismo, la discriminación dificulta aún más este ’estilo de vida nómada’. Al asentarse en un solo lugar, los gitanos y nómadas tienen acceso a un trabajo estable, a una asistencia sanitaria, a la educación y a otros servicios básicos.

Sin embargo, numerosos gitanos y nómadas van a perder su estatus como consecuencia del cambio en la política. La petición de Clipson declara que la nueva definición constituye un intento “por parte de los burócratas de reducir artificialmente el número de gitanos y nómadas de un plumazo”, eliminando así la necesidad de los emplazamientos para nómadas.

“Yo lo llamaría limpieza étnica”, asegura Clipson. “No utilizan armas ni perpetran masacres, pero al fin y al cabo se trata de una mano de hierro en guante de seda que imposibilita nuestra existencia y la práctica de nuestras formas de vida y culturas”.

Los activistas afirman que esta nueva política pone a los gitanos y nómadas entre la espada y la pared. “Nos exigen que sigamos siendo nómadas para conservar nuestra identidad cultural”, explica Clipson. “Pero luego no hay ningún lugar donde podamos estacionarnos legalmente”. Por otro lado, si se asientan pueden perder la posibilidad de obtener una licencia para estacionar sus caravanas, ser desahuciados y enfrentarse a un futuro incierto.

El abogado especialista en derechos humanos Marc Willers afirmó en un artículo publicado en la revista Travellers’ Times que “podemos considerar que el concepto del estatus del gitano limita a las personas de etnia gitana y nómada que desean seguir viviendo en caravanas a trabajar en empleos manuales y mal remunerados”.

“Las personas de etnia gitana y nómada... deberían poder ejercer cualquier profesión que elijan sin temor a ser discriminadas cuando soliciten su licencia urbanística para un emplazamiento gitano”, declaró Willers.

Según explicó a Equal Times, las personas vulnerables probablemente sean las más perjudicadas. Entre ellas se encuentran personas que no pueden desplazarse debido a enfermedad, discapacidad o avanzada edad. Las madres solteras también están en riesgo, pues es mucho menos probable o son menos capaces de desplazarse por motivos laborales. Por tanto, la amenaza del desalojo o la indigencia es mayor para las personas que ya se encuentran en una situación de riesgo.

Willers cree que estas enmiendas a la ley urbanística van en contra de los derechos fundamentales de los gitanos y nómadas. La Ley de Igualdad protege a las minorías étnicas de la discriminación y promete respetar sus tradiciones culturales.

El artículo 8 del Convenio Europeo de los Derechos Humanos promete respetar la vida privada y familiar, así como el domicilio; y el artículo 14 garantiza la igualdad de género. Debido al inminente referéndum de junio para decidir si Reino Unido sale de la UE, la aplicación de dicha disposición podría ser un asunto delicado en un futuro próximo.

Aunque todavía no se ha presentado ningún recurso judicial contra esta nueva definición, existe el precedente reciente de una demanda que tuvo éxito y se interpuso por el trato que el Gobierno había dispensado a gitanos y nómadas.

En enero de 2015, el Tribunal Supremo resolvió que el Gobierno había discriminado a gitanos romaníes y el antiguo Secretario de Estado para las Comunidades y Administraciones Locales, Eric Pickles, fue declarado culpable de haber violado la Ley de Igualdad y los derechos humanos en dos casos: el de una madre soltera y el de una madre con discapacidad. El juez dictaminó que el gobierno había “ejercido discriminación ilícita en contra de un grupo racial”.

Como varios casos de este tipo están saliendo a la luz, muchos activistas de los derechos de los gitanos y nómadas opinan que ya es hora de alzar la voz en contra del “último racismo aceptable”, expresión que utilizó Mike Doherty del Movimiento de los Nómadas en un reciente artículo publicado en el diario The Guardian para describir la discriminación contra gitanos y nómadas.

“El modo tradicional de enfrentarnos a la discriminación consistía en esconder nuestro origen étnico y unirnos al resto del grupo”, explica Doherty a Equal Times. “Sin embargo, cada vez estamos viendo a más gente que sale del armario y dice ’Soy gitano o nómada’, en lugar de ’Son mis raíces’”.

“Va a ser una batalla larguísima”, explica Clipson a Equal Times. “Sin embargo, la gente tiene que entender que somos como el resto de los ciudadanos. A las siete de la tarde metemos a los niños en la cama y paseamos a los perros. Vamos a trabajar, pagamos impuestos y guardamos nuestro dinero en un banco”. Huelga decir que la amplia mayoría de los gitanos y nómadas en Reino Unido son ciudadanos que respetan la ley y residen en emplazamientos legales o casas.

La petición de Clipson en contra de las enmiendas a la ley urbanística casi ha alcanzado su objetivo de 4.000 firmas. Asimismo, para el 21 de mayo se ha organizado una manifestación en el exterior del Parlamento británico, “la primera de este tipo”, según Clipson.

Josie O’Driscoll, presidenta del grupo que organiza la “animada pero pacífica” manifestación, asegura que la protesta “enviará al gobierno un mensaje claro: ¡ya basta! Los gitanos y nómadas de Reino Unido ya no aceptan la última forma ‘aceptable’ de racismo”.