Europa se enfrenta a una nueva crisis de las acerías

El descontento es palpable en las plantas de acero situadas a ambos lados del Canal de la Mancha. El anuncio de la retirada de Tata Steel de Europa a finales de marzo ha sido un doloroso recordatorio de que la siderurgia europea se estaba sumiendo cada vez más en la crisis.

Las grandes inquietudes de Gran Bretaña, donde podrían desaparecer 15.000 puestos de trabajo repartidos por varias plantas de producción, se han visto ligeramente matizadas por un pequeño respiro en el seno de las unidades de producción de acero largo.

El lunes 11 de abril de 2016, Tata Steel anunció que había llegado a un acuerdo para la venta de este líder del sector. El perfil del comprador se precisó a lo largo de marzo de 2016: se trata del fondo de inversión familiar Greybull Capital, que se ha comprometido a consagrar 495 millones de euros (560 millones USD) para un plan de inversión y de financiación.

Greybull salva de este modo la planta de Scunthorpe y sus 4.400 empleos, además de la única fábrica productora de raíles de toda Europa, situada en Hayange (Moselle, Francia), en la que trabajan 450 personas.

“Nuestra fábrica genera beneficios y tenemos pedidos garantizados, concretamente gracias a la SNCF, empresa para la cual tenemos asegurados el 40% de los pedidos para los próximos nueve años. El raíl va viento en popa, y queremos tratar de acceder a otros mercados”, ha declarado a Equal Times Patrick Tintaret, empleado de la empresa y delegado sindical, que se siente aliviado por la decisión.

“Greybull nos ha tranquilizado: no van a supervisar la planta ni tampoco van a interferir con nuestra organización o dirección”, asegura el delegado sindical.

“La situación general es angustiosa. En Moselle, al igual que en otros lugares, la tradición empresarial familiar ha evolucionado hacia una gestión de multinacionales extranjeras cuyos desafíos nos superan en gran medida”, subraya el diputado socialista en Moselle Michel Liebgott entrevistado por Equal Times, haciendo referencia a la competencia china, calificada de “desleal” en el sector del acero.

Son las mismas razones que ha mencionado Tata Steel –según informa La Croix– para explicar la ralentización de la actividad siderúrgica y su incapacidad para enderezar la situación.

Este dumping y el exceso de producción china son los grandes desafíos que se están discutiendo actualmente en el seno de la Unión Europea: China ha solicitado ser formalmente considerada una economía de mercado en diciembre de 2016, lo que podría dificultar aún más la protección del mercado europeo.

 
¿Un signo de esperanza?

Aparte de las pérdidas de puestos de trabajo en varias cuencas, los sindicatos ingleses tienen otros motivos para inquietarse. En lo que respecta a Scunthorpe, “no habría que olvidar que muchas personas ya han perdido su trabajo, y que los que se quedan están haciendo unos sacrificios enormes con sus salarios y jubilaciones para poder mantener su empleo”, señala el sindicalista Martin Forster en un comunicado oficial del 11 de abril de 2016, publicado por Unite, en el que se solicita la renacionalización.

De momento esta opción no está siendo más que parcialmente considerada por el Gobierno como una solución de emergencia.

“El Gobierno ha sido especialmente laxo en materia de reforma y de modernización de las empresas. No basta con culpabilizar a los chinos”, indica Marcel Genet, del gabinete Laplace Conseil, experto en siderurgia, contactado por Equal Times.

Genet denuncia también las relaciones tempestuosas entre la dirección y los sindicatos ingleses cada vez que se emprende una tentativa de reestructuración. “Si se hubiera llevado a cabo una política de cogestión basada en el modelo escandinavo o alemán, en lugar de una política de confrontación, quizás la situación no se hubiera degradado”.

Las plantas inglesas afectadas por la retirada de Tata Steel, que desea encontrar compradores lo antes posible, podrían ser de interés para un nuevo operador, el grupo Liberty House, encabezado por un joven director general de 44 ans, Sanjeev Gupta, designado por Business World como el nuevo héroe del acero.

Gupta propone transformar las plantas de Port Talbot en fábricas eléctricas y desarrollar el mercado de la chatarra, tal como informa el periódico indio The Economic Times el 2 de mayo, pero había precisado durante una conferencia organizada por Wales Online que en ningún caso “mantendría los altos hornos en este estado” y que él no sería el único, una solución a la crisis que “gigantes como Tata Steel no pudieron superar”.

La producción de chatarra proveniente de las fábricas eléctricas sigue siendo escasa en el Viejo Continente. En Francia, en el año 2013, constituía el 35% de la producción total (39% para la media de la UE), pero apenas un 16% para el Reino Unido, frente al 44,8% en Canadá y al 60,6% en Estados Unidos, según cifras de la World Steel Association.

“Estos últimos han comprendido que había que desarrollar este sector”, comenta Marcel Genet.

Pero según un análisis de la BBC del 15 de abril, el desarrollo del acero reciclado de alta tecnología podría convertir al Reino Unido en líder del mercado.

 

This article has been translated from French.