Brasil: 300.000 trabajadores de la construcción en huelga en 2012

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Por Camilo Arabe

Un total de 302.600 trabajadores de la construcción hicieron huelga en Brasil durante la primera mitad de 2012, según un estudio publicado por la Federação Nacional dos Trabalhadores nas Indústrias da Construção Pesada (Fenatracop).

Las inversiones que está realizando el Gobierno en grandes obras de infraestructura, que se añaden a los preparativos para la Copa del Mundo 2014 y las Olimpiadas 2016, han conducido a un boom en el sector de la construcción del país, y por todo Brasil pueden verse miles de obras de construcción.

 

El sector de la construcción representa en total un 18,4% del PIB de Brasil, lo que supone un aporte de 143.000 millones USD a la economía nacional.

Sin embargo los sindicatos temen que esta enorme inversión no esté dando lugar a unas condiciones de trabajo mejores.

Las obras de la construcción son los lugares más peligrosos para trabajar en Brasil.

Tan sólo el año pasado, el Tribunal Supremo del Trabajo (TST) se hizo cargo de más de 200.000 casos relacionados con accidentes laborales ocurridos en este sector.

La precariedad laboral en los emplazamientos de todo el país, junto con las desigualdades salariales regionales, son las principales razones del elevado número de huelgas que se convocan, según investigaciones.

La zona noreste de Brasil, por ejemplo – que históricamente es la parte más pobre del país – es donde se registraron las cifras más elevadas de huelguistas, con aproximadamente 131.000 trabajadores en huelga en esta zona sola.

"Al analizar las regiones del país donde han tenido lugar las huelgas, podemos comprobar que son justamente aquellas con los peores salarios, prestaciones y condiciones laborales”, explica Fenatracop.

El estudio compara los niveles salariales, indicando que en los distritos del norte, el noreste y el medio oeste los sueldos son un 30% inferiores que en el sur de Brasil.

Mientras que un trabajador del Estado de Paraiba, al noreste del país, gana un promedio de 776 reales (382 USD), el sueldo mensual de una persona que esté haciendo el mismo trabajo en el Estado de Río de de Janeiro es más del doble, en torno a 1.758 reales (867 USD).

"Siempre se ha pasado por alto la zona del noreste. Pero ahora que se ha puesto en marcha toda esta inversión en la región ha sido necesario traer mano de obra del sur, donde los trabajadores tienen experiencia en exigir mejoras”, dice Wilmar Gomes, presidente de Fenatracop.

La causa del elevado número de huelgas es precisamente los trabajadores que se rebelan contra las diferencias en las condiciones de trabajo y la brecha salarial que existen entre las regiones.

Y en la mayoría de los casos han sido huelgas salvajes que los trabajadores han emprendido de forma espontánea.

Aunque modestos en comparación con las reivindicaciones, se han logrado unos beneficios indiscutibles, sobre todo en cuanto a incrementos salariales y a conseguir que los empleadores se sienten a la mesa de negociaciones.

Además los sindicatos consideran que el reciente acuerdo firmado entre el Gobierno, los sindicatos y las grandes empresas constructoras para mejorar las condiciones de trabajo en el sector, constituye un paso positivo.

Por otra parte, Fenatracop llama la atención sobre la falta de conocimientos del sistema judicial para resolver conflictos e incluso comprender la realidad de los trabajadores en el sector.

"Los Tribunales Laborales tienen que estudiar la realidad. No tienen ni idea de la precariedad ni de las tremendas condiciones de trabajo que reinan en los grandes proyectos de construcción”, dice Wilmar Gomes.

Añade que, al “criminalizar” las huelgas, los empleadores sólo consiguen que las cosas empeoren, tal como sucedió, por ejemplo, cuando se terminó por despedir a cientos de trabajadores que habían participado en acciones no oficiales.

Un ejemplo parecido ocurrió el pasado mes de febrero, en una huelga de ocho días convocada en la futura Arena Pernambuco de la Copa del Mundo en la que se reclamaban mejoras como un incremento del valor de los vales de comida, el seguro médico para los trabajadores y la asignación de días libres.

El caso fue llevado a los tribunales, donde se decretó que la acción había sido ilegal. En lugar de responderse a las reivindicaciones, el resultado fue el despido de 300 huelguistas.

"Si a los empleadores no les interesa mejorar las condiciones de trabajo e incrementar los sueldos y prestaciones, ¿qué otra alternativa les queda a los trabajadores para reclamar mejores condiciones que hacer huelga?”, concluye el estudio.

"Efectivamente, aunque es difícil, el diálogo sigue siendo una posibilidad y por tanto sigue siendo la mejor forma de cerrar un buen acuerdo para todas las partes implicadas”, responde Gomes.