“¿Cómo nos van a llegar las verdaderas noticias?” Conmoción en Malta tras el brutal asesinato de una periodista

News

Iluminado con velas coloridas, el denominado “Monumento al amor” en la ciudad balneario maltesa de San Julián casi parecía romántico. Sin embargo, las velas eran el rastro de una vigilia en homenaje a una remarcable periodista maltesa que había fallecido hacía unas horas. El 16 de octubre de 2017, Daphne Caruana Galizia murió en una fuerte explosión cuando dejaba su casa en coche, en Bidnija, una pequeña ciudad del noroeste de la isla. Aunque se ganó una serie de enemigos poderosos con su cruzada incansable contra la corrupción a alto nivel y el crimen organizado –el diario Politico, al nombrarla en 2017 una de las 28 personalidades en diseñar el futuro de Europa, la describió como “una-mujer-WikiLeaks”– se sabe muy poco sobre quién tuvo la capacidad, y la audacia, de llevar a cabo un acto tan meticulosamente planeado y salvaje.

“¿Cómo nos van a llegar las verdaderas noticias? [ahora]”, se lamentaba una de las asistentes al acto, Phil Darmanin, después de la vigilia. “Escribía lo que muchos queríamos decir, pero no nos atrevíamos”, dijo Rita Mizzi, otra de las asistentes. Ambas mujeres explicaron a Equal Times que abrir el popular blog Running Commentary de Caruana Galizia formaba parte de su rutina diaria.

Caruana Galizia, licenciada en arqueología, se sintió atraída hacia un tipo diferente de excavaciones cuando era una veinteañera. Su estilo personal –descarado e inflexible– se desarrolló durante su época como reportera en el Sunday Times of Malta a finales de la década de los ochenta y después como columnista de the Malta Independent, a principios de la década de los noventa. En 2008, creó su propio blog, que pronto superó el número de lectores de conocidos medios malteses.

La gente recurrió a Caruana Galizia para obtener comentarios mordaces sobre cualquier tema, desde redes de contrabando de combustible a la relación entre la industria del juego en línea y la mafia, a otros ejemplos de la corrupción profunda que consume a la antigua colonia británica.

Sin embargo, en una sociedad dividida por el bipartidismo, no todo el mundo estaba convencido de que Caruana Galizia informara de manera justa. Una chica de 16 años, que pidió que se la citara como Charlotte (no es su verdadero nombre), señaló a Equal Times que algunos de sus vecinos describieron la muerte de Caruana Galizia como “un día feliz” y que todo aquel que estuviera de parte de la periodista asesinada merecía compartir su suerte. La periodista de 53 años no solo se hizo enemigos entre políticos, gánsteres y empresarios prominentes, sino también entre algunas secciones de la clase trabajadora que encontraban sus textos despectivos y clasistas. “Estoy harta de vivir en una sociedad dominada por hamalli [un término irrisorio para la población de clase trabajadora considerada chabacana y maleducada] con aspiraciones desorbitadas”, escribió en una entrada del blog sobre la ropa que llevaban el primer ministro maltés, Joseph Muscat, y su mujer, Michelle.

Mientras tanto, los críticos en las altas esferas de Caruana Galizia trataron de silenciarla en los tribunales en repetidas ocasiones. La difamación es un delito en Malta y en el momento de su muerte, el blog de Caruana Galizia era objeto de 42 querellas pendientes por difamación. La Clasificación mundial 2017 de la libertad de prensa realizada por Reporteros Sin Fronteras sitúa a Malta en el puesto cuadragésimo séptimo entre los 180 países clasificados en todo el mundo. La penalización de la difamación se enumera como una de las preocupaciones principales y el informe incluso cita el momento en el que las cuentas bancarias de Caruana Galizia fueron congeladas “a petición del ministro de Economía” como ejemplo del tipo de presión política que sufren los periodistas malteses.

“Los periodistas malteses luchan actualmente por eliminar la penalización de la difamación para reducir las multas impuestas cuando un periodista pierde una causa por difamación, acogerse a un código ético para periodistas, establecer una póliza de seguro para los periodistas y aumentar las multas impuestas a las personas a las que se ha declarado culpables de lesionar o asesinar a periodistas por cuestiones relacionadas con el trabajo”, dice Norma Saliba, presidenta del Instituto de periodistas malteses (IGM, por sus siglas en inglés), el sindicato principal y el guardián de la ética en los medios de comunicación. A pesar de sus propios desencuentros con Caruana Galizia, el IGM ha expresado su conmoción y horror por su asesinato y pide una investigación completa de su muerte. El sindicato también ha presentado una solicitud en los tribunales para garantizar la protección de sus fuentes, cuyos datos podrían ser obtenidos de sus ficheros.

“La situación es desesperada”

Las críticas más duras de Caruana Galizia estaban reservadas a la élite política de Malta, en particular a los políticos vinculados al partido laborista de centro-izquierda en el poder. En su último artículo del blog –titulado “That crook Schembri was in court today, pleading that he is not a crook” y publicado horas antes de morir– Caruana Galizia escribió sobre la querella por difamación presentada por el jefe de personal del primer ministro, Keith Schembri, contra el antiguo líder del partido nacionalista de la oposición, Simon Busuttil. “Ahora hay ladrones donde quiera que mires. La situación es desesperada”, escribió la periodista sobre la afirmación de Schembri de que Busuttil lo difamó durante una manifestación en contra de la corrupción en 2016.

En 2016, el por aquel entonces ministro de Energía y Salud, Konrad Mizzi (actualmente ministro de Turismo), y Schembri estaban implicados en los Papeles de Panamá, una filtración de 11,5 millones de documentos del despacho de abogados off-shore Mossack Fonseca. Sobre esta base, Caruana Galizia y su hijo Matthew, también periodista de investigación, sugirieron que existían vínculos entre el ministro y su mujer y la venta de pasaportes malteses y pagos del Gobierno de Azerbaiyán. Aunque hay una investigación en curso, Mizzi y Schembri han mantenido sus puestos de trabajo.

Ante el escándalo de los Papeles de Panamá, el partido laborista decidió poner a prueba su mandato convocando elecciones anticipadas en junio de 2017. Ganó las elecciones con un margen considerable, apoyándose en alianzas históricas, abundantes promesas y el fuerte desempeño económico del país. El envidiable bajo desempleo, el aumento de los ingresos fiscales, incluido de gigantes de los juegos en línea, y el muy criticado programa de nacionalidad a cambio de inversión (un acceso acelerado a la nacionalidad para aquellos que invierten 650.000 euros o más) han permitido al Gobierno mantener un Estado de bienestar generoso sin impuestos elevados.

Sin embargo, aparte de la economía, los votantes también se sintieron atraídos por varios avances importantes en materia de derechos humanos. El Gobierno ha supervisado la transformación de este país sumamente católico en el país más respetuoso de los derechos LGBTI de Europa, el fin de la detención automática de los solicitantes de asilo y la despenalización de la blasfemia.

Como firme defensora de los derechos humanos, a Caruana Galizia le preocupaba que estos logros anularan el análisis crítico de la población de la corrupción de alto nivel en el país.

Caruana Galizia también criticó al partido nacionalista de centro-derecha –un partido al que apoyó en el pasado y consultó mientras se encontraba en el Gobierno a través de su empresa de relaciones públicas, Proximus–, en particular después de la elección de Adrian Delia como líder en septiembre de 2017. La periodista sacó a la luz su asociación con miembros del submundo, cuentas bancarias off-shore y supuestos tratos con el propietario de un burdel en Londres. Delia negó tener cuentas off-shore, pero admitió haber realizado transacciones con el cliente mencionado anteriormente.

El periódico italiano de La Repubblica informó acerca de mensajes en un grupo de WhatsApp a favor de Delia en los que se incitaba al asesinato de Caruana Galizia. Por otro lado, según su familia, las amenazas físicas eran un fenómeno frecuente. En 1996, se prendió fuego a la puerta de entrada de la casa de Caruana Galizia y su perro fue asesinado; en 2006, ONG y personalidades públicas que dieron su opinión y salieron en defensa de los trabajadores migrantes africanos fueron el blanco de una serie de incendios intencionados.

Pocos esperaban que las amenazas fueran a ir mucho más lejos, pero como consecuencia de ellas, la mujer conocida como la única periodista de investigación de Malta, vivía una vida de reclusión. A pesar de las numerosas promesas de que se sumaría a su cruzada contra la corrupción, la prensa de Malta se convirtió recientemente en objeto del escrutinio internacional después de que los periódicos retiraran artículos sobre sus acusaciones contra el banco privado maltés Pilatus cuando fue amenazada con acciones legales. Un compañero bloguero, Manuel Delia, que también habló en una manifestación masiva en La Valeta el 22 de octubre para exigir justicia por la muerte de Caruana Galizia, dijo conmovido: “El problema para nuestra democracia no es que Daphne Caruana Galizia lo haga. El problema es que es la única que lo hace”.