Francia: huelga en ciernes, negro futuro para los trabajadores de PSA

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Los trabajadores de la fábrica de Aulnay-sous-Bois, propiedad del constructor de automóviles PSA Peugeot Citroën, están furiosos, al igual que sus compañeros de la planta de Rennes.

Si en un principio su ira estaba dirigida contra la dirección de PSA, que ha decidido cerrar la planta, ahora se vuelve contra las autoridades francesas, cuyas reacciones se consideran demasiado tibias.

Se ha convocado una huelga el jueves para ir a protestar frente al Elíseo.

Cabe recordar que el mes de julio, el fabricante de automóviles PSA Peugeot Citroën provocó una conmoción en Francia con el anuncio de un plan de reestructuración que prevé 8.000 despidos en el país y el cierre de la fábrica de Aulnay-Sous-Bois, cerca de París, para 2014.

El plan incluye 6.500 despidos y la reclasificación de 1500 trabajadores.

Con este plan de reestructuración, la dirección, pese al anuncio del lanzamiento de un nuevo vehículo para 2016 en la planta de Rennes, no ha dejado de provocar una onda de choque en el mundo de la industria automotriz francesa.

PSA es un grupo emblemático y la primera impresión que dejó su anuncio de reestructuración y cierre fue la incomprensión.

Sin embargo, esta incomprensión rápidamente dio paso a la ira de los trabajadores afectados, que criticaron severamente la estrategia aplicada por el Grupo desde hace varios años.

“Aceptamos lo inaceptable”, señaló Philippe Julien, Secretario de la CGT de PSA en Aulnay.

“En 2008 nos recortaron los efectivos a la mitad manteniendo la misma producción.

Pasamos de 7.000 trabajadores a 4.500, personal temporal.

Todo eso en nombre de ‘nuestro bien y nuestro futuro’.

Ahora vemos cuál es ese futuro.

Despedir a todo el mundo después de haber trabajado el doble."

Para los trabajadores, ha sido una ducha de agua fría.

Para muchos de ellos, comienza la angustia de buscar un nuevo empleo en una economía en crisis.

Además, muchas parejas podrían perder su puesto de trabajo al mismo tiempo.

En realidad, va a perder su empleo una parte importante de la población de esta región próxima a París.

Esta pérdida de empleo de miles de personas, también tendrá consecuencias funestas para otros sectores de actividad.

Los sindicatos franceses han seguido de cerca el asunto PSA y quieren discutir con las autoridades francesas y la dirección del Grupo en una reunión tripartita.

Recordaron que durante el período entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales del pasado mes de mayo, François Hollande prometió reunirse con los empleados.

Sin embargo, todavía no se ha previsto que vaya a la planta de Aulnay-Sous-Bois.

El Gobierno francés, aun cuando considera inevitable la aplicación de un plan de reestructuración, la reducción de personal y la reorganización industrial de PSA tras las dificultades financieras del Grupo, ha criticado la estrategia del Grupo, la cual lo ha dejado aislado demasiado tiempo.

A pesar de este anuncio de las autoridades, la cólera de los trabajadores apunta ahora hacia el Gobierno.

Se sienten defraudados por aquel que prometió el cambio y que, hasta ahora, tiene dificultades para ocultar su impotencia.

Los trabajadores de la fábrica PSA Peugeot Citroën en Aulnay-sous-Bois ahora van a hacerse oír al pie del edificio que alberga al ejecutivo francés.

Este jueves se les ha convocado a huelga para manifestar frente al Elíseo, donde una delegación debe ser recibida por el presidente François Hollande.

En todo caso, eso es lo que anunció el lunes el delegado CGT de la fábrica, Jean Pierre Mercier.

El Presidente, que se comprometió con los representantes de la fábrica La Janais, en Rennes, a “hacer todo lo posible por reducir la magnitud de las pérdidas de empleo” en PSA tiene que ofrecer garantías a los trabajadores de Aulnay-sous-Bois si no quiere que el conflicto se instale definitivamente en Francia.

 

 

This article has been translated from French.