Con una de las tasas de mortalidad por cáncer más altas del mundo, ¿qué puede hacer Nigeria para salvar más vidas?

Con una de las tasas de mortalidad por cáncer más altas del mundo, ¿qué puede hacer Nigeria para salvar más vidas?

Lolu Tenabe of the Female Bikers Initiative sits on her bike, trailed by other riders in Ikeja, Lagos, Nigeria on 2 June 2019. The organisation has been offering free breast and cervical cancer screenings across Nigeria and west Africa.

(Valentine Iwenwanne)

Hasta aquel día de mayo de 2016 en el que se descubrió un bulto en un lateral del pecho, Chidimma Oyenkachi, de 36 años, no sabía mucho sobre el cáncer de mama. No había mucha información sobre el tema en los medios, no hablaba de ello con sus amigos o familia y nunca había tenido la oportunidad de que un profesional de la salud le facilitara información. Así que cuando pidió cita en un hospital de la capital, Abuya, se sorprendió cuando se confirmaron sus peores presagios. “Me hicieron unas pruebas de detección y me dijeron que el bulto era canceroso”, recuerda Chidimma.

La protección social es muy limitada en Nigeria, donde aproximadamente el 95% de la población sobrevive sin seguro de enfermedad, incluida Chidimma. Después de gastarse una gran parte de sus ahorros en el diagnóstico y la cirugía para extirpar el bulto, no disponía de la enorme cantidad que necesitaba para la mastectomía y la radioterapia. Los médicos tuvieron que administrarle quimioterapia para reducir los síntomas del cáncer, en estadio II.

Dos años después, tras recibir ayuda económica de Project PINK BLUE, una organización de Abuya de atención a pacientes de cáncer, Chidimma pudo finalmente someterse a la cirugía para que le extirparan el seno izquierdo. No tiene cáncer desde hace un año.

Chidimma tiene suerte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Nigeria registra una de las tasas de mortalidad por cáncer más elevadas del mundo: aproximadamente cuatro de cada cinco casos de cáncer son mortales.

El año pasado, según las cifras facilitadas por el Observatorio Mundial del Cáncer, 115.950 nigerianos fueron diagnosticados de cáncer y 70.327 fallecieron a causa de esta enfermedad, en comparación con 102.079 nuevos casos de cáncer y 72.000 fallecimientos por cáncer en 2012.

El cáncer de mama es una de las principales causas de mortalidad entre las mujeres nigerianas y la forma más prevalente de cáncer en Nigeria; representaba el 22,7% de los nuevos casos de cáncer en 2018 y el 37% entre las mujeres.

El aumento del índice de casos de cáncer en este país africano y los resultados tan sumamente deficientes se deben a motivos diversos: la mayor exposición a factores de riesgo (por ejemplo, estilos de vida poco saludables y contaminación ambiental), el diagnóstico tardío, el bajo nivel de acceso a la atención sanitaria, hospitales mal equipados y la fuerte religiosidad desempeñan un papel importante. Sin embargo, quizá el problema principal es que la mayoría de las personas simplemente no puede permitirse pagar el costo elevado del tratamiento del cáncer, ya sea radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o cirugía.

El costo humano de la falta de financiación de la atención sanitaria

A principios de este año, dos de las figuras más importantes del animado panorama cultural de Nigeria –los comisarios de arte de renombre internacional Bisi Silva y Okwui Enwezor– murieron de cáncer en un intervalo de un mes. Aunque sus muertes han ayudado a iniciar un debate sobre el cáncer en la sociedad nigeriana, la enfermedad continúa envuelta en secreto y los estigmas sociales empujan a muchas víctimas al aislamiento y a no querer solicitar ayuda. “A veces cuando se te diagnostica y vas al hospital para el tratamiento, algunos médicos te hacen sentir como un condenado a muerte”, dice Chidimma.

Runcie Chidebe, defensor del control del cáncer y director ejecutivo del proyecto PINK BLUE, dice que los pacientes de cáncer se enfrentan a dos problemas importantes en Nigeria: “Algunos pacientes descubren que tienen cáncer en la etapa temprana, pero no pueden costearse el tratamiento médico. El otro problema es que algunas personas no tienen acceso al tratamiento por la falta de centros de tratamiento disponibles”.

Nigeria dispone solamente de nueve centros en los que se dispensa el tratamiento contra el cáncer, los cuales deben atender a una población de 201 millones de personas, con tan solo cuatro equipos de radioterapia (uno de ellos propiedad de un hospital privado de Lagos).

Además, solo tres de los veinte hospitales universitarios federales de Nigeria tienen máquinas para el diagnóstico de cáncer (radioterapia o bioterapia), mientras que muchas de las máquinas que se utilizan en los centros de tratamiento de Nigeria ya no se usan en otras partes del mundo porque se consideran obsoletas.

A pesar de la recomendación de la Declaración de Abuya de 2001 (en la que los Estados Miembros de la Unión Africana acordaron asignar el 15% de sus presupuestos nacionales a la sanidad), Nigeria sigue estando muy por detrás. Este año el Gobierno federal destinó solo el 4,1% del presupuesto nacional a la salud; sin embargo, supone una escasa mejora en comparación con el 3,9% asignado el año pasado.

Iniciativas de base

El presidente de Nigeria, Muhamadu Buhari (cuyos problemas de salud, no revelados, le han obligado a estar ausente del trabajo durante un período considerable y a recibir tratamiento en el extranjero) ha prometido centrarse en mejorar las instalaciones del país para la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento del cáncer, de ahí que pidiese, a principios de año, la construcción de un nuevo centro de tratamiento del cáncer en el Lagos University Teaching Hospital, con un coste de 11 millones de dólares estadounidenses (unos 9,7 millones de euros).

Sin embargo, en líneas generales, el mayor avance tiene lugar a nivel federal. También hay varias iniciativas ciudadanas que intentan resolver el problema en todo el país. Nnenna Samuila y Jeminat Olumegbon fundaron la asociación Female Bikers Initiative (FBI) en agosto de 2017 para ayudar a sensibilizar sobre diferentes cuestiones de salud de la mujer, en particular el cáncer de mama y del cuello uterino. El grupo es una ramificación del D’Angels Motorcycle Club, el primer club de mujeres motociclistas de Nigeria, y su objetivo es “concienciar a las mujeres y las niñas sobre las pruebas de detección del cáncer rutinarias y promover la sensibilización sobre la enfermedad en Nigeria y África”, dice Olumegbon. “Montamos en moto para cambiar la cultura de ignorancia y reducir la tasa de mortalidad por cáncer entre las mujeres en Nigeria”.

Además de ofrecer pruebas gratuitas de detección del cáncer de mama y del cuello uterino a cientos de mujeres en Lagos, la capital comercial de Nigeria, con el apoyo de la Optimal Cancer Care Foundation y Sebeccly Cancer Care, viajan por países en África occidental para ofrecer pruebas de diagnóstico gratuitas y sensibilizar a las mujeres sobre la amenaza del cáncer.

Otras organizaciones sin ánimo de lucro nacionales también respaldan estas iniciativas. El Hospital J-Rahpa, en la ciudad de Ibadan en el suroeste del país; Sapphire Medicals Group, en la ciudad de Port Harcourt en el sureste del país; y Joyce John Cancer Foundation, en la ciudad de Abakaliki, también en el sureste, brindaron apoyo a FBI ofreciendo pruebas gratuitas de detección del cáncer para 881 mujeres.

Boma Orumabo, doctor y presidente de Sapphire Health Group –organización que promovió pruebas de detección junto a Female Bikers Initiative en Port Harcourt– señala que antes de esta colaboración muy pocas mujeres se hacían las pruebas: “Normalmente venían unas pocas después de la muerte de un amigo cercano o un familiar; desde nuestra colaboración con FBI, hay una afluencia constante de mujeres”.