Recordemos los logros sindicales mientras preparamos la batalla de nuestras vidas en 2020

Recordemos los logros sindicales mientras preparamos la batalla de nuestras vidas en 2020

Former Brazilian President Luiz Inacio ‘Lula’ da Silva greets crowds after being released from prison in Sao Bernardo do Campo, Brazil on 9 November 2019.

(Reuters)

Es cierto, hemos tenido años nuevos más felices. Apenas han transcurrido dos semanas de la nueva década y el mundo está ya siendo testigo de emergencias climáticas en Australia e Indonesia, donde los incendios forestales y las inundaciones han destrozado vidas y medios de subsistencia. Comprobamos con horror cómo el riesgo de un conflicto entre Irán y Estados Unidos amenaza con envolver a toda la región, además de deplorar la muerte de 176 civiles inocentes en el incidente aéreo en Teherán. También en Kenia, Somalia, Burkina Faso y Nigeria, distintos ataques terroristas se han cobrado numerosas vidas.

Los trabajadores y las trabajadoras, y sus comunidades, se sitúan en primera línea frente a todas estas crisis. Al establecer planes para 2020, es importante evaluar lo que hemos aprendido de 2019 y considerar cómo podemos encauzar la desesperación y la ira que se han hecho sentir en muchas partes del mundo en pasos concretos para cambiar el mundo a mejor. Los sindicatos han venido reclamando ese cambio y estamos orgullosos de nuestros miembros, que han estado en primera línea de las luchas por la paz, la democracia y un nuevo contrato social, frente al creciente autoritarismo, el poder corporativo, la desigualdad y la crisis climática.

Pero aunque debamos afrontar numerosos retos en este nuevo año, incluyendo las nuevas tecnologías y el futuro del trabajo, también podemos celebrar victorias en las que los sindicatos tuvieron un papel esencial:

  • ¡Lula está ya libre!, tras haber permanecido 580 días en prisión. Ahora seguiremos luchando junto con los sindicatos brasileños para limpiar su nombre. De hecho, de Fiyi a Zimbabue, la solidaridad global ha contribuido a liberar a buen número de dirigentes sindicales encarcelados en todo el mundo, aunque muchos otros compañeros, como Erlan Baltabay, líder del sindicato independiente del sector del petróleo y la energía en Kazajistán, continúan entre rejas.
  • Tras años de campaña y con vistas a la Copa del Mundo en 2022, Qatar abolirá el sistema kafala de esclavitud. Los trabajadores migrantes ya no van a estar vinculados al patrocinio de su empleador, y ese Estado del Golfo ha anunciado asimismo que tiene previsto introducir un salario mínimo –un hito en la región–.
  • Se ha establecido además el Centro para el Deporte y los Derechos Humanos, que colabora junto con otras partes interesadas para garantizar el respeto de los derechos humanos y laborales en los grandes eventos deportivos.
  • Tras años de abusos y un trato implacable hacia aquellos trabajadores que intentasen organizarse, arriesgándose a ser despedidos, a cierres patronales o frente a la amenaza de deportación en el caso de trabajadores migrantes, Samsung ha declarado públicamente su compromiso a respetar la libertad sindical.
  • El histórico Convenio sobre la eliminación de la violencia y el acoso (C190) fue negociado y adoptado durante la Conferencia del Centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El mundo cuenta ahora con una nueva norma integral, en base a la cual pueden exigirse responsabilidades a Gobiernos y empleadores del mundo entero por el acoso sexual y la violencia en el mundo del trabajo. Ahora debemos centrar nuestros esfuerzos en hacer campaña para su ratificación.
  • Durante la Conferencia Internacional del Trabajo, en junio de 2019, se discutió asimismo la Declaración del Centenario de la OIT sobre el Futuro del Trabajo que, de implementarse, contribuiría considerablemente a garantizar un Nuevo Contrato Social, con un piso de protección laboral y protección social para todos los trabajadores y trabajadoras, transición justa frente a la acción climática y los cambios tecnológicos, una agenda transformadora para las mujeres, y mucho más. El Nuevo Contrato Social representa una importante ambición para este año, en todos los países, y constituye la base para el multilateralismo que sitúa a las personas y al planeta por encima de los beneficios.
  • La Comisión de Aplicación de Normas de la OIT nos aportó importantes elementos de presión en algunos de los países con las peores violaciones de los derechos: la CAN pidió a Argelia que se tramiten sin demora las solicitudes pendientes de registro de los sindicatos independientes y permita su libre funcionamiento, sin exponer a los trabajadores a posibles represalias. También solicitó al Gobierno de Filipinas que realice investigaciones efectivas en relación con los asesinatos y la violencia contra sindicalistas con miras a castigar a los perpetradores y poner fin a la impunidad en el país. Continuaremos reclamando justicia social en todas esas naciones.
  • Se han adoptado incrementos significativos de los salarios mínimos en Nigeria, Ghana, Malasia, Senegal, Bulgaria y El Salvador, y se han establecido salarios mínimos en Sudáfrica, además de realizarse compromisos con vistas a su establecimiento en Etiopía, así como para la adopción de una directiva sobre salario mínimo en Europa. 

  • Con 34 años, la nueva primera ministra finlandesa, Sanna Marin, se convirtió en la persona más joven del mundo en ocupar dicho cargo, tras una huelga general de dos semanas encabezada por trabajadores de correos que forzó a dimitir a su predecesor, Antti Rinne. El Gobierno de coalición encabezado por Marin está integrado por cinco partidos, todos ellos liderados por mujeres. 

  • La campaña ‘Time for 8’ ha conseguido concienciar respecto a la importancia de pedir cuentas a los Gobiernos sobre la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y más concretamente el Objetivo 8, centrado en el trabajo decente y crecimiento económico.
  • Y tras la Cumbre del Clima organizada por el Secretario General de Naciones Unidas en septiembre, 46 países se han sumado a la iniciativa Acción Climática para el Empleo –una hoja de ruta cuyo objetivo es fomentar la acción climática con planes de transición justa–, liderada por la OIT.

Con la vista puesta en la próxima década, ciertamente queda mucho por hacer. Nos quedan apenas 10 años para estabilizar el planeta, estando en juego nuestra propia supervivencia. Sabemos que la vía para una mayor ambición es la transición justa y los sindicatos podemos atribuirnos cierto mérito por el amplio reconocimiento de esta demanda. Ahora el desafío consiste en que sea universal en todos los sectores, con estructuras de diálogo social que la hagan posible. Resulta vital que los Gobiernos muestren mayor ambición, con planes nacionales de desarrollo que garanticen una transición justa, por encima de los intereses corporativos que continúan poniendo en peligro al planeta.

Tal como se indica más arriba, un Nuevo Contrato Social es algo no negociable y la implementación de la Declaración del Centenario de la OIT, adoptado en 2019, contribuirá enormemente a conseguirlo. Un piso de protección social, que incluya salarios justos para todos los trabajadores y trabajadoras, con protección social, una agenda transformadora para la mujer, transición justa y servicios públicos esenciales, nos ayudaría a lograr el ODS 8. Pediremos cuentas a los Gobiernos respecto a estas medidas y en relación con el prometido Tratado vinculante de la ONU sobre empresas y derechos humanos.

También es necesaria una reforma de nuestras democracias para asegurar que todos los Gobiernos electos asuman su responsabilidad en cuanto a los derechos y el nivel de vida de la población, así como para la protección del medio ambiente en el que vivimos. Con tanto desapego y apatía hacia la política en el mundo entero, necesitamos ver el nacimiento de una democracia viva, que involucre a la población más allá de las urnas. Y lo que es más importante, los Gobiernos deben situar los valores de la paz y los derechos humanos por encima de la agresión y las amenazas de conflicto.

De manera que la lucha continúa. La CSI agradece sus valientes esfuerzos en 2019 y permanecerá a su lado en solidaridad para afrontar juntos las luchas que se nos presenten en 2020.