Los inmigrantes "invisibles" de Roma ofrecen su relato de la Ciudad Eterna

Los inmigrantes "invisibles" de Roma ofrecen su relato de la Ciudad Eterna

With the Guide Invisibili walking tours of Rome, young refugees and immigrants are challenging the dominant narrative about who they are, where they come from and who gets to tell the story of one of Europe’s most popular tourist destinations.

(Ginevra Sammartino)
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Muchas personas que viven en Roma, dedican el fin de semana a callejear tranquilas por el centro de la ciudad y mirar escaparates. Pero esta soleada mañana de invierno, de un domingo de enero, doce personas se reúnen en el céntrico barrio romano del Trastevere para dar un paseo bastante atípico por su ciudad natal. Primero, reproducen un archivo de audio SoundCloud en sus teléfonos y luego comienzan a caminar por las estrechas y pintorescas calles romanas, guiados por la voz que les llega a través de sus auriculares.

"Los árboles, los automóviles aparcados uno tras otro, las callejuelas... todo me recuerda a mi ciudad, Damasco. Todo parece igual". La voz pertenece a la joven sirio-palestina Marwa, una de las "guías invisibles", que comparten sus impresiones sobre la capital italiana en relación con los lugares de los que proceden. "Sólo hay una cosa diferente: los bares. Nosotros no tenemos".

Marwa, cuya voz guió al grupo por las calles del Trastevere, es una de los 40 jóvenes refugiados e inmigrantes de Roma que participan en el proyecto “Guías invisibles”, Guide Invisibili, iniciado hace tres años por Laboratorio 53, una ONG romana con un enfoque multidisciplinario de la asistencia y la acogida ofrecida a los migrantes. Estas audioguías pretenden cambiar la percepción que solemos tener sobre los refugiados e inmigrantes. En lugar de nuestros "huéspedes", se convierten en nuestros "anfitriones" y nos presentan Roma tal y como ellos la ven y la viven.

"Queríamos que los italianos y los extranjeros vieran Roma a través de los ojos de sus inmigrantes", explica Marco Stefanelli, coordinador del proyecto. Aunque sería más preciso decir ’escucharan’ Roma, ya que se trata de un paseo sonoro. Junto a las voces de los guías, los participantes en el tour pueden escuchar los ruidos de fondo de la ciudad, que dan autenticidad a la experiencia.

Algunos de los narradores proceden de países de Oriente Medio, como Siria y Palestina, pero la mayoría son de África, de Egipto, Senegal, Mali, Gambia, Ghana, Guinea, Benín, Nigeria y Costa de Marfil.

Se trata de hombres y mujeres jóvenes, veinteañeros la mayoría, que abandonaron su país huyendo de la guerra o de la inestabilidad política y económica. Los miembros del grupo se conocieron participando en otras actividades del Laboratorio 53, como las clases de italiano o los servicios de atención psicológica y de asistencia jurídica.

A Giulia Zimei, una de las participantes en el tour del Trastevere, le impresionaron los curiosos paralelismos entre la vida en Roma y en distintas ciudades africanas, que los guías van desgranando cuando relatan su historia personal. Enclavado entre el río Tíber y el Vaticano, el Trastevere es uno de los barrios más encantadores de Roma, con estrechas calles empedradas y casas medievales llenas de tendederos, donde los romanos ponen a secar su ropa recién lavada. Aunque Zimei conoce bien la zona, el paseo sonoro estaba lleno de sorpresas: "Tienes la oportunidad de prestar atención a lugares en los que no sueles fijarte en la vida cotidiana. Rincones con murales o balcones con flores que nunca habías visto e historias que ignorabas".

Un puente entre los ciudadanos de Roma de toda la vida y los nuevos

El Laboratorio 53 ha organizado tres talleres de nueve meses durante los cuales recopilaron historias y realizaron la grabación y post-producción de los audios. El resultado son seis paseos sonoros por distintos barrios céntricos de Roma: Trastevere, Piazza Vittorio Emanuele II, Termini, Monti, Piazza di Spagna y San Lorenzo. Las audioguías están disponibles en italiano e inglés, a través de la plataforma en línea de audio, SoundCloud. Las visitas son gratuitas y suelen organizarse dos veces al mes. Los jóvenes narradores ayudan en la logística de los tours: comparten los archivos de audio con los participantes, distribuyen auriculares a quienes los necesitan (o entregan reproductores MP4 a quienes no tienen conexión a Internet en sus teléfonos) y moderan los debates después de las visitas. Ello les permite obtener un modesto ingreso mensual.

Los participantes, por su parte, reciben algo mucho más valioso que dinero, la oportunidad de romper las barreras que separan a los italianos y los inmigrantes, de luchar contra los prejuicios hacia las personas de Oriente Medio y África. Uno de los guías, Ismael, de Benín, dice que la parte más emocionante de los paseos es el final, cuando los participantes conocen a sus "guías invisibles" y hablan con ellos. "Lo que más me gusta es la oportunidad de conocer gente. Me ayuda a entender mejor a los italianos y a integrarme mejor aquí", explica a Equal Times.

A la inversa, la historia que Ismael cuenta en la audioguía sobre las prácticas religiosas tradicionales de su país, como el Festival Vodun de Ouidah, permite a los italianos comprenden mejor las culturas de África Occidental. "Hay personas que se acercan a mí y me dicen que les gusta mi historia sobre Benín, hay quienes me dicen que mi historia les hace sentir curiosidad por mi país. Algunos incluso están pensando en visitarlo. Esto me hace muy feliz".

La oportunidad de ser escuchados y de ser visibles significa mucho para Ismael y sus amigos los guías invisibles, acostumbrados a ser ninguneados, desatendidos y discriminados. El auge de los partidos populistas en Italia ha alimentado en la última década la xenofobia y la desconfianza hacia los refugiados e inmigrantes.

Tras la Primavera Árabe de 2011 y el posterior colapso del régimen de Gadhafi en Libia, el número de refugiados e inmigrantes que llegan a Italia ha aumentado significativamente. De 40.360 solicitudes de asilo en 2011, se pasó a 63.660 solicitudes en 2014, según datos del ACNUR. Con el estallido de la guerra en Siria y las crisis humanitarias en países africanos como Nigeria y Eritrea, Italia acogió a muchos más refugiados e inmigrantes en los años siguientes. Alrededor de 130.000 personas solicitaron asilo en año 2017, según el Ministerio del Interior.

Dado que el 46% de la población italiana percibe la inmigración como una amenaza, la sensación de inseguridad causada por la presencia de refugiados e inmigrantes alcanzó su nivel máximo en una década, según una encuesta realizada en 2017 por el instituto demoscópico italiano Demos & Pi. El número de agresiones por motivos raciales también ha ido en aumento en Italia, en paralelo al ascenso de la Liga Norte, el partido de extrema derecha de Matteo Salvini. La ONG italiana Lunaria documentó 126 casos de agresiones y violencia física en 2018 por motivos raciales, 46 incidentes de ese tipo en 2017 y 27 en 2016.

El nuevo movimiento ciudadano de Las Sardinas, nacido en noviembre de 2019 como protesta contra la política hostil de Salvini, podría ayudar a Ismael y a otros "guías invisibles" a sentirse más bienvenidos en Italia.

El sentimiento de extrema derecha y antinmigración del país está dirigido casi exclusivamente a los inmigrantes no blancos de África y Asia. Los expatriados de países de mayoría blanca, por lo general, no se ven afectados por el aumento de los discursos de odio y la violencia.

Zimei, que trabaja con turistas y expatriados residentes en Roma, piensa que es más una cuestión de ingresos y estatus que de “raza”. "Cualquier ciudadano estadounidense o australiano [inmigrante] es también un ciudadano no comunitario, pero no se le percibe, dada su condición social, como un problema sino como un recurso. En cambio, un refugiado o un inmigrante africano es visto como una carga para nuestra sociedad, como un problema a resolver". No obstante, los abusos racistas sufridos por futbolistas negros bien pagados que juegan en la liga italiana y por políticos como Cécile Kyenge, la primera ministra negra en Italia, sugieren lo contrario.

Se estima que unas 2.500 personas han participado hasta ahora en estos audiotours. Aunque muchos italianos aún no conocen la iniciativa, las historias de los jóvenes guías son, en efecto, un valioso recurso para aprender sobre otras culturas y contribuir a la paz y la estabilidad. Alentar a estos nuevos ciudadanos de Roma a explorar y por ende reclamar los espacios públicos, permite el descubrimiento y la creación de nuevas e inesperadas capas en la ciudad. "Porque la forma en que vemos la realidad depende de nuestra visión del mundo", dice la descripción de Guide Invisibili en su página de Facebook.

"Personalmente, veo una paradoja: cuanto más se habla de los refugiados e inmigrantes, más aumenta la xenofobia. Incluso un buen relato sobre los inmigrantes la provoca", dice Francesco Conte, periodista radicado en Roma y fundador de Termini TV, un proyecto audiovisual en línea que explora la migración. "Pero creo que iniciativas como esta [Guide Invisibili] ayudan, porque no hablan de forma explícita sobre inmigrantes y refugiados, simplemente les incluyen, como a cualquier otra persona. Creo que este es el camino a seguir".