El mundo debe movilizarse para abolir el armamento nuclear, y el momento es la crucial Conferencia para el Examen del TNP

Hace 76 años, a las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, una bomba atómica cayó sobre la ciudad japones de Hiroshima, provocando la pérdida de más de 140.000 preciosas vidas en la explosión y la bola de fuego que produjo. Tres días más tarde, el 9 de agosto, a las 11:02 de la mañana, se lanzó otra bomba nuclear sobre la ciudad de Nagasaki, a 300 kilómetros de distancia, sacrificando a cerca de 74.000 civiles inocentes.

Antes de los bombardeos, y a pesar de que el país estaba envuelto en una guerra, la población de Hiroshima y Nagasaki llevaba una vida tranquila y feliz. Todo eso les fue arrebatado en un instante por los ataques nucleares. Imaginen lo que es perder a sus seres queridos y verse despojados de todo aquello que más valoran en un abrir y cerrar de ojos.

Desde su formación en 1989, la central sindical japonesa JTUC-RENGO designó los cuatro meses entre junio y septiembre para llevar a cabo nuestra campaña nacional por la paz, organizando eventos en Okinawa, Hiroshima, Nagasaki y Nemuro. A través de esta iniciativa se pretende sensibilizar a la opinión pública sobre las realidades de la guerra, además de permitir a la población hablar al respecto, aprender y transmitir el valor sagrado de la paz, firmemente establecido como uno de los pilares básicos de las actividades de JTUC-RENGO. Bajo los lemas de ‘abolición del armamento nuclear’ y ‘consecución de una paz duradera’, varios millares de nuestros miembros provenientes de todo Japón se congregan en Hiroshima y Nagasaki para compartir nuestros deseos de paz, confiando en que nunca vuelvan a usarse armas nucleares.

Por otro lado, cada año, JTUC-RENGO –junto con el Congreso Japonés contra las Bombas A y H (GENSUIKIN) y el Consejo Nacional por la Paz y contra las Armas Nucleares (KAKKIN)– ha venido llevando a cabo diversas actividades educativas por la paz y desplegando esfuerzos para lograr la prohibición del armamento nuclear, incluyendo acciones reclamando la abolición de las armas nucleares ante las misiones diplomáticas de las potencias nucleares en Japón.

En este contexto, el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares entró en vigor el 22 de enero de 2021. JTUC-RENGO se felicita de esta entrada en vigor, teniendo en cuenta que pide la abolición de todas las armas nucleares. No obstante, pese a ser el único país que ha sufrido un ataque nuclear, el Gobierno japonés todavía no ha ratificado el tratado, aduciendo que “profundizaría aún más las divisiones entre la comunidad internacional”. Tampoco lo han hecho las cinco potencias nucleares –Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia– o los países agrupados bajo el ‘paraguas nuclear’ estadounidense. Exhortamos al Gobierno japonés a ratificar el tratado lo antes posible, para cumplir su papel y asumir su responsabilidad en tanto que único país que ha sufrido la devastación ocasionada por bombas nucleares.

A escala mundial, JTUC-RENGO, GENSUIKIN y KAKKIN colaboraron con la Confederación Sindical Internacional (CSI) promoviendo actividades en el marco de la campaña para obtener ‘10 millones de firmas para la abolición del armamento nuclear’, con vistas a la Conferencia de las Partes encargada del examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), inicialmente prevista para celebrarse en abril de 2020.

Finalmente se recogieron 8.247.714 firmas, que fueron entregadas a Naciones Unidas y al Gobierno japonés, reclamando esfuerzos adicionales para conseguir la abolición del armamento nuclear.

La crucial Conferencia encargada del Examen del TNP, que tiene por objeto discutir sobre los esfuerzos para el desarme nuclear, ha sido pospuesta hasta enero de 2022 debido a la pandemia de covid-19. Si bien es cierto que nos enfrentamos actualmente a una importante crisis económica y de sanidad pública como resultado de la pandemia, la confirmación del estatus organizativo del TNP lleva año y medio de retraso respecto a la fecha prevista. El TNP y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN) comparten el objetivo del desarme nuclear. Consideramos necesario que todos los países del mundo, incluyendo, por supuesto, las potencias nucleares, se abran al diálogo y entablen discusiones a la mayor brevedad posible.

Si no hay paz, no podremos llevar a cabo las actividades cotidianas que tanto valoramos. La JTUC-RENGO, central sindical del único país que ha sufrido bombardeos atómicos, seguirá haciendo todo lo que esté en su poder para sensibilizar a la opinión pública a favor de la abolición de las armas nucleares. Quisiéramos por tanto solicitar su continuo apoyo y cooperación, convencidos de compartir con los lectores de esta columna la idea de que, actuando juntos, sin duda conseguiremos eliminar de la faz de la tierra el flagelo del armamento nuclear.