Guinea Ecuatorial no respeta el derecho a la educación de los niños sordos

Guinea Ecuatorial no respeta el derecho a la educación de los niños sordos
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Llueve en Bata, ciudad portuaria de Guinea Ecuatorial. El agua impacta violentamente sobre las chapas de zinc del techo del colegio La Fe, provocando un ruido atronador. A nadie parece importarle. De hecho, nadie parece ni siquiera notarlo. El profesor sigue explicando las ecuaciones mientras los alumnos fijan su mirada en el movimiento de sus manos, en los dibujos que forman sus dedos, para no perder el hilo. Solamente cuando el agua empieza a filtrarse y las primeras gotas caen sobre los cuadernos de matemáticas, la clase repara en el diluvio. Pilar Bilogo, directora de este colegio para sordos, coge el teléfono y llama a alguien: hay otro problema en el centro.

 

Pilar Bilogo in her home with some of the young people she takes in. A total of six deaf children and one mute child with a mental disorder live with her. Pilar feeds, clothes and educates them without any outside support. “There is a reason why I continue to accept students in class and children at home: the family abandonment and isolation suffered by deaf children in my country,” she says.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

Guinea Ecuatorial, un pequeño país en la costa occidental africana, tiene 1,5 millones de habitantes y solo tres centros educativos para sordos. Bata, su capital comercial, alberga dos: La Fe y Manos Felices (con 80 y 50 alumnos, respectivamente). El tercero, perteneciente a la Cruz Roja, está en la capital, Malabo.

Consciente de la urgencia de educar a los niños sordos cuanto antes, Bilogo fundó el colegio La Fe en 2013 y marcó una serie de diferencias con respecto al resto: abarató los costes de matrícula haciéndolos más asequibles, abrió la puerta a la docencia para alumnos con otras necesidades educativas especiales, y la más importante: La Fe se convirtió en el primer centro educativo del país en aceptar a alumnos sordos mayores de siete años sin formación previa en lengua de signos. La labor de esta mujer se centra precisamente en evitar que los niños sordos se vean privados del acceso a la educación en su ciudad.

 

Lucia and another student communicate between classrooms in sign language. The country has no official data on the number of children who are deaf (and, as a consequence, out of school).

Photo: Diego Menjíbar Reynés

“Es imprescindible asegurarse de que los niños sordos estén expuestos a la lengua de signos lo antes posible”, afirma la Federación Mundial de Sordos (WDF, en inglés). Stefania Fadda, presidenta de la Sociedad Europea para la Salud Mental y la Sordera, explica que “exponer al niño sordo a una forma de comunicación efectiva y temprana, ya sea el lenguaje hablado o el de signos, o ambos [bilingüismo], reduce en gran medida el estrés y la incomodidad [que pueden a su vez ser fuente de] sufrimiento, alteraciones en la identidad o trastornos psiquiátricos”.

 

Emanuel, 9, at Pilar Bilogo’s home, where he lives. Emanuel is mute, an orphan and suffers from a mental disorder that goes untreated due to lack of financial resources. Emanuel has no educational resources in his city.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

Ser sordo en este país, al igual que en muchos países africanos, significa también enfrentarse al abandono familiar y al aislamiento. En Guinea Ecuatorial, sobre todo en las regiones del interior, sigue extendida la creencia de que las madres de niños sordos fueron hechizadas durante el embarazo y, por tanto, el recién nacido está maldito. Los jóvenes (y las madres) crecen con ello, soportando esa carga durante toda su vida.

 

Lucia, a deaf student at La Fe, waits for the teacher to arrive. Lucia receives no treatment for her hearing loss as the health system in Equatorial Guinea does not include free health coverage for this type of disability.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

La pérdida auditiva afecta más en los países más pobres. “En las zonas más desfavorecidas y pobres de África, los niños sordos corren el riesgo de no desarrollar un lenguaje adecuado y no acceder a la educación, y por tanto convertirse en adultos socialmente no integrados, solos y aislados, desempleados, con el riesgo de desarrollar depresión o, en casos más graves, trastornos psíquicos”, confirma Fadda. Casi el 80% de las personas con audición discapacitante viven en países de ingresos bajos y medianos, según la OMS.

También influye el acceso a los cuidados: por cada millón de habitantes, el 78% de los países de ingresos bajos cuenta con menos de un otorrinolaringólogo; el 93% tiene menos de un audiólogo; y solo el 50% dispone de, al menos, un maestro para sordos.

 

Students during a class at La Fe school. The Convention on the Rights of Persons with Disabilities obliges signatory countries to ensure that teachers are proficient in sign language. Equatorial Guinea has not signed the Convention.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

Por eso la OMS creó en 2021 el Informe Mundial sobre la Audición con el objetivo de brindar orientación a los Estados para que integren el cuidado del oído y la audición en sus planes nacionales de salud. El informe expone que “la falta de información precisa y la mentalidad estigmatizante en torno a las enfermedades del oído y la pérdida auditiva a menudo limitan el acceso de las personas a la atención de estas afecciones”.

En 2021, 1.500 millones de personas vivían con algún grado de pérdida auditiva y 430 millones necesitaban servicios de rehabilitación, pero los datos futuros son aún más alarmantes: la OMS prevé que para 2050 una de cada cuatro personas viva con algún grado de pérdida de audición y 700 millones necesiten rehabilitación.

 

A student with special educational needs writes in his notebook. While Article 57 of Equatorial Guinea’s General Education Law requires the National Education System to have qualified teachers, as well as teaching aids and materials, to ensure that students with disabilities can participate in the learning process, the country does not have enough qualified teachers to meet the needs of these students.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

Las personas sordas sufren dificultades de adaptación y aislamiento en entornos con mayoría oyente: y “es el propio aislamiento el que se ha identificado como generador de enfermedades mentales en estos pacientes”, señala la Unidad de Salud Mental y Sordera del País Vasco (España). Ese aislamiento comienza en el propio seno familiar, ya que entre un 90 y un 95% de los niños sordos nacen de padres oyentes.

 

Gael, a 23-year-old student with special educational needs, attends class. Gael was diagnosed with complete aphasia after falling into a coma for four days when he was five months old. His diagnosis is inconclusive and the doctors who examined him recommended tests at a better equipped medical centre abroad.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

La rubeola, la meningitis, el sarampión o la parotiditis pueden originar pérdida de audición y la mayoría de ellas pueden prevenirse mediante vacunación, según la OMS.

 

Benedicta, a teacher at La Fe school, in front of her class.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

“Aunque existe un marco jurídico sobre la educación especial y la atención a necesidades educativas especiales, no hay evidencia de que existan mecanismos institucionales y operaciones tendientes a su implementación”, explica Santiago Bivini Mangué, secretario general de la Comisión Nacional de Guinea Ecuatorial para la UNESCO, en el documento Necesidades Educativas Especiales en Guinea Ecuatorial. El marco jurídico al que se refiere es la vigente Ley General de Educación, en la que se especifican una serie de artículos para brindar oportunidades educativas a la población afectada por alguna discapacidad. A día de hoy, todos los centros educativos para sordos que hay en el país han sido creados por iniciativas particulares y no por el Estado.

 

Remigio Agustín, an electrical engineering student at the National University of Equatorial Guinea (UNGE), on the first day of the 2021/22 academic year at the La Fe school: “I’ve been a volunteer teacher for three years now and I want to continue my training and my work with this project,” he says.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

Según la ONG Deaf Child Worldwide, hay 8,9 millones de niños sordos en el África subsahariana. En Guinea Ecuatorial todavía no existe una guía pedagógica para el desarrollo curricular de Educación Especial y la mayoría de instituciones ecuatoguineanas se apoyan en las guías de Educación Regular. En 2015, Unicef elaboró el Análisis de la Situación de la Educación Especial en Guinea Ecuatorial, un documento donde señaló que solo el 2% de los maestros para población con necesidades educativas especiales cuenta con un nivel técnico en Educación Especial. La misma organización concluyó que el 90% de los maestros presenta dificultades para atender a alumnos con estas necesidades.

“Los niños sordos enfrentan barreras en la educación si los maestros y compañeros no dominan la lengua de signos con fluidez, lo cual puede resultar en analfabetismo”, advierte la Federación Mundial de Sordos.

 

La Fe’s school bus is out of action due to a lack of funds. When in service, it is used to drive students to and from school.

Photo: Diego Menjíbar Reynés

Finalmente el trabajo de Pilar ha dado sus frutos. Tras una reunión el pasado mes de octubre con la ministra de Asuntos Sociales e Igualdad de Género del país, Consuelo Nguema, esta se ha comprometido a construir un nuevo centro para el colegio La Fe. Hasta el momento ha pagado dos meses de alquiler en un centro temporal, pero ha quedado pendiente la construcción del nuevo para dentro de dos años. Hoy sigue flotando en el aire una promesa que, de no ser cierta, dejaría a más de cien niños sordos de Bata sin escolarización.

This article has been translated from Spanish.