Cómo sindicatos de todo el mundo defienden los derechos LGBTQI+ en el entorno laboral

Cómo sindicatos de todo el mundo defienden los derechos LGBTQI+ en el entorno laboral

Across the world, trade unions – like these members of CUT Brazil’s national LGBTQI+ policy secretariat – are working to protect and advance the rights of lesbian, gay, bisexual, transgender, queer and intersex people in the world of work.

(Roberto Parizotti/CUT Brazil)

Aunque los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, queer e intersexuales (LGBTQI+) han avanzado en los últimos años de manera sustancial, el resurgimiento político de la extrema derecha en todo el mundo está siendo lesivo para estos avances. A día de hoy, 64 países siguen teniendo leyes que penalizan la homosexualidad y conducen a la discriminación, la represión, la violencia y otros tipos de daños a las personas por su orientación sexual o identidad de género.

Muchos países dan cuenta de un enorme aumento de los delitos de odio contra las personas LGBTQI+ y otras minorías, y cada vez más promulgan políticas y leyes discriminatorias. Por ejemplo, Uganda aprobó en marzo un proyecto de ley que tipifica como delito las conductas homosexuales y Hungría bloqueó el mes pasado, en última instancia, un proyecto de ley que habría permitido las denuncias anónimas contra las parejas del mismo sexo que estén criando hijos.

En este contexto, los sindicatos –para los que la solidaridad y el respeto de los derechos humanos de todas las personas son principios fundamentales– tienen un papel decisivo en la lucha contra las leyes discriminatorias, mediante su apoyo a la comunidad LGBTQI+ en el ámbito laboral y sus esfuerzos por que vivamos en un mundo más inclusivo y respetuoso.

Y es que, los trabajadores LGBTQI+ siguen padeciendo discriminación y acoso en el trabajo, exclusión del mercado laboral, pésimas condiciones laborales y salarios más bajos, mientras que la homofobia limita su inclusión y participación en el movimiento sindical. Como afirma la Internacional de Servicios Públicos en su página de recursos LGBTQI+: “Aún hay muy pocos dirigentes sindicales LGBT+, grupos internos de empleados LGBT+ o participación sindical en las luchas del Orgullo”.

A pesar de estos desafíos, hay muchos ejemplos de sindicatos que están apoyando a los trabajadores LGBTQI+ en todo el mundo –como la página de recursos www.lgbtiworkers.org, que ofrece información actualizada sobre qué están haciendo los sindicatos afiliados al Consejo de los Global Unions para ser más fuertes e inclusivos o la detallada guía para las personas trans en el ámbito laboral, del sindicato español CCOO, que incluye recomendaciones específicas sobre el proceso de transición de género y la protección de los derechos a través de la negociación colectiva–. Los sindicatos siempre han abanderado la defensa y el avance de los derechos LGBTQI+ y, como muestra, ponemos el foco en el trabajo de los sindicatos de tres países muy diferentes –Italia, Sudáfrica y Brasil–, un trabajo que pone de manifiesto que un ataque contra uno es un ataque contra todos.

Italia: la CGIL esgrime la solidaridad sindical frente a la extrema derecha

La CGIL, la mayor y más veterana confederación sindical de Italia, está defendiendo de forma cada vez más activa los derechos LGBTQI+, una tarea más urgente si cabe hoy, tras la elección de la primera ministra de extrema derecha, Giorgia Meloni, en septiembre de 2022.

“En este momento histórico, resulta indispensable prestar más atención a los colectivos más atacados por la derecha, incluso en nuestro país: las familias homosexuales y las personas trans”, afirma Sandro Gallittu, responsable de la Oficina Nacional de Nuevos Derechos de la CGIL. Meloni, en uno de sus múltiples ataques a las familias del mismo sexo, arengó a sus partidarios durante un mitin, en plena campaña electoral: “¡Sí a las familias naturales, no al lobby LGBT!”. Recientemente, ya como primera ministra, Meloni pidió al Ayuntamiento de Milán la prohibición del registro de los hijos de progenitores del mismo sexo. La comunidad LGBTQI+ teme que se sucedan nuevos ataques contra sus derechos bajo este Gobierno.

Según el grupo activista ILGA-Europa, Italia ocupa el puesto 22 de los 27 Estados miembros de la Unión Europea en cuanto a la protección jurídica de las personas LGBTQI+ y es uno de los pocos países de Europa Occidental que no ha legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo. En este contexto, los esfuerzos de la CGIL por proteger los derechos de las personas LGBTQI+ revisten especial importancia. La CGIL trabaja en múltiples frentes, por ejemplo, prestando asistencia a los empleados víctimas de discriminación por su orientación sexual o identidad de género, o apoyándoles en la redacción de acuerdos contractuales.

Su labor comenzó hace ya más de 30 años, cuando la CGIL se convirtió en uno de los primeros sindicatos del mundo en poner en marcha un servicio específico para el personal LGBTQI+, su Oficina de Nuevos Derechos. Además de esforzarse por sensibilizar y proteger a las personas discriminadas por su orientación sexual o identidad de género, la Oficina de Nuevos Derechos asesora sobre la negociación colectiva inclusiva y ha logrado varios convenios colectivos que otorgan a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que a las parejas heterosexuales, mucho antes de que se introdujera dicha ley a nivel nacional. Además, aunque la legislación italiana no reconoce plenos derechos parentales a los progenitores del mismo sexo, la CGIL ha podido incorporarlos en varios convenios colectivos, como en los sectores bancario, alimentario y manufacturero.

Por ejemplo, en 2019, una delegada sindical de FIOM-CGIL en la compañía STMicroelectronics –el mayor fabricante de semiconductores de Europa, con más de 8.000 empleados– decidió crear un servicio de asesoramiento dentro de la fábrica para ayudar a combatir la discriminación contra los empleados LGBTQI+ e informar a la plantilla sobre sus derechos. Desde entonces ha publicado más de 200 guías de orientación, se ha ocupado de 16 casos de homofobia y discriminación y ha ayudado a varias familias gais, sobre todo a conciliar la vida laboral y familiar, ya que las familias del mismo sexo no pueden acceder al permiso parental para ambos progenitores.

“Este ejemplo es tan importante porque todas las buenas prácticas pueden allanar el camino a ejemplos similares en otros lugares de trabajo”, explica Gallittu. “Además, los sindicatos creados por delegados sindicales en las empresas son algo tangible y capaz de intervenir en casos de personas víctimas de la discriminación”.

La CGIL también lucha por los derechos de los trabajadores trans, especialmente expuestos a la discriminación en sectores como el reparto y la logística. “Las personas trans del sector del reparto sufren discriminación, por ejemplo, cuando no hay correspondencia entre su nombre y su identidad de género. Es algo que puede acarrearles consecuencias potencialmente agresivas por parte de clientes”, explica Gallittu. “Nosotros conseguimos que empresas que aún no permitían el uso de un nombre elegido promulgaran políticas corporativas en este sentido”.

Este 16 de mayo, la CGIL ha organizado una reunión nacional para reivindicar la anulación de una ley de 1982 que exige que sólo se permita un cambio registral de sexo previa operación quirúrgica de reasignación. “Esta ley anticuada contradice las directrices de la OMS y genera inmensas dificultades a la comunidad transexual, en concreto para su empleo”, afirma Gallittu, quien añade que la CGIL también lucha para garantizar que los trabajadores que se encuentran a la espera de su nueva documentación puedan, mientras llega, utilizar un nombre que corresponda a su identidad elegida.

Sudáfrica: COSATU abandera los derechos LGBTQI+

Sudáfrica es considerada desde hace tiempo líder mundial en derechos LGBTQI+, ya que en 1994 se convirtió en el primer país del mundo en consagrar los derechos LGBTQI+ en su Constitución y en 2006 legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo. Las personas transexuales pueden cambiar su género legal sin someterse a cirugía y existen leyes que protegen a las personas LGBTQI+ contra la incitación y los delitos de odio.

A pesar de esta legislación progresista, la comunidad LGBTQI+ de Sudáfrica sigue padeciendo violencia, discriminación y estigmatización, como explica Gertrude Mtsweni, de la central sindical sudafricana Congress of South African Trade Unions (COSATU), que lleva años liderando la lucha por los derechos de las personas LGBTQI+.

“Los continuos asesinatos y las agresiones contra las personas LGBTQI+ en todo el país llevaron a la federación a percatarse de la urgente necesidad de lanzar programas de promoción de la igualdad de género y de incluir la problemática LGBTQI+ en toda su labor”, explica Mtsweni, coordinadora de género de COSATU.

Entre las medidas adoptadas por COSATU en defensa de los derechos del colectivo LGBTQI+ destaca la aprobación de una resolución sobre la orientación sexual y los delitos de odio, que compele a los sindicatos a reivindicar herramientas para abordar la problemática laboral de las personas LGBTQI+, como la discriminación en el trabajo, además de campañas de sensibilización.

COSATU también colabora con un sindicato del sector de la confección de la vecina Lesoto para combatir la violencia de género y el acoso laboral, con resultados prometedores.

“La primera vez que estuvimos en Lesoto presentando la cuestión de los derechos LGBTQI+ en el ámbito laboral hubo tensión, pero continuamos con el taller y terminamos con buen pie”, afirma Mtsweni.

“Era la primera vez que este sindicato organizaba en Lesoto una mesa redonda sobre los derechos LGBTQI+. Los trabajadores de Lesoto nos confirmaron que quieren que impartamos un taller especial sobre cuestiones LGBTQI+ dirigido a trabajadores LGBTIQ+”, afirma.

COSATU participó en marzo de 2023 en un piquete montado ante el consulado de Uganda y las oficinas de las Naciones Unidas en Sudáfrica para pedir responsabilidades a los países miembros de las Naciones Unidas que contravienen la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta movilización se convocó como protesta contra la ley promulgada en Uganda contra las personas gais, que instituye penas draconianas a las relaciones entre personas del mismo sexo.

Entre otras medidas adoptadas por COSATU destaca la formación impartida a sus dirigentes en materia LGBTQI+, por ejemplo mediante diálogos para desarrollo de las capacidades de sus responsables provinciales de género y delegados sindicales en nueve provincias, así como su colaboración con el archivo y centro educativo Gay and Lesbian Memory in Action (GALA), con el objetivo de sensibilizar y combatir los estereotipos y normas culturales.

Brasil: la CUT promueve la diversidad y la inclusión en el trabajo con el proyecto pionero PRIDE

La Central Única dos Trabalhadores do Brasil (CUT) reconoce la discriminación en el trabajo y la exclusión de las oportunidades disponibles para otros empleados de la que a menudo son objeto las personas LGBTQI+ en Brasil, donde se ha constatado un aumento de la violencia contra esta comunidad. A pesar del retroceso de los derechos LGBTQI+ en el país desde 2019, año en el que Jair Bolsonaro llegó a la presidencia –y que aprovechó para eliminar las cuestiones LGBTQI+ de las responsabilidades del Ministerio de Derechos Humanos, además de no dudar en hacer repetidos comentarios despectivos contra este colectivo–, la CUT emprendió una serie de medidas de calado.

En 2021, este sindicato lanzó un documento que resume los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la legislación nacional relativa a la protección de las personas LGBTQI+ e información sobre cómo denunciar casos de violencia y acoso homófobos. La unión sindical también ha estado presionando al Gobierno para que introduzca políticas que protejan y creen oportunidades para las personas LGBTQI+.

“Antes de las elecciones de 2022, en las que Lula resultó vencedor, el Consejo Nacional Popular [esto es, un sistema de participación popular a través de consejos nacionales vinculados a los ministerios gubernamentales para todo tipo de políticas públicas, y en práctica desde 2002] lanzó un documento titulado Brasil de todos los colores que detalla todas las políticas necesarias para la protección y la creación de oportunidades para las personas LGBTQI+”, explica Jandyra Uehara, secretaria nacional de Políticas Sociales y Derechos Humanos de la CUT.

“Con la victoria del Gobierno de Lula se creó la Secretaría de Políticas LGBTQIA+ en el Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía y se reactivó el Consejo Nacional de Políticas LGBTQI+, en el que la CUT competirá por un puesto”.

La CUT posee un Colectivo Nacional LGBTQI+ que ofrece formación y trabaja para establecer colectivos en todos los estados brasileños e incluir a las personas LGBTQI+ en la lucha sindical.

Otro de los pasos significativos del sindicato en la promoción de la diversidad en el ámbito laboral y la inclusión de las personas trans es el proyecto PRIDE.

En colaboración con la OIT, la CUT lanzó en 2022 este proyecto dirigido específicamente a las personas trans, cuya esperanza de vida en Brasil es de apenas 35 años. “Este fue el factor fundamental para que centráramos este proyecto en las personas trans. No sólo son discriminadas, están siendo eliminadas”, advierte Uehara.

Uehara explica que a las personas trans les resulta más difícil encontrar trabajo y muchas enfrentan múltiples capas entrecruzadas de discriminación y prejuicios debido a que sus familias las abandonan, carecen de educación, se ven obligadas a vivir en la calle y a sobrevivir ejerciendo la prostitución, por falta de otras opciones a su alcance.

El proyecto PRIDE imparte formación en materia de derechos laborales y sindicales, ofrece tutorías, servicios de búsqueda de empleo y de orientación y realiza una labor de sensibilización entre toda la plantilla y departamentos de recursos humanos sobre la inclusión de las personas trans en el trabajo, por ejemplo, mediante el uso de aseos de género neutro.

Además de subrayar los esfuerzos necesarios para revertir el daño causado durante la presidencia de Bolsonaro, la CUT reconoce la falta de representación de líderes LGBTQI+ en los sindicatos de Brasil. “Necesitamos cambiar el equilibrio de poder en el mercado laboral para que esto también se refleje en el movimiento sindical”, asegura Uehara.

“Tenemos mucho que hacer, pero esto requiere esencialmente un cambio en el comportamiento de la sociedad y la inclusión de los derechos humanos de todas las personas”, concluye.