La violencia se desata debido a los recortes en gastos

 

Mientras se extienden las protestas contra las medidas de austeridad en Grecia y España, los sindicatos internacionales han responsabilizado a las malas políticas económicas de los Gobiernos de que los trabajadores y trabajadoras se hayan tenido que echar a la calle.

La Confederación Sindical Internacional (CSI) se ha movilizado para conseguir que los Gobiernos cambien su respuesta a las presiones presupuestarias.

En lugar de recortar gastos deben invertir en puestos de trabajo para permitir el crecimiento de las economías, lo que resolvería sus actuales problemas.

 

Según la CSI, las tasas de desempleo están aumentando en toda Europa (en Grecia han alcanzado el 23% y en España el 50%); el 8% de la población europea se enfrenta a una ‘pobreza extrema’ (el 30% de la población griega está por debajo del umbral de la pobreza); y mientras el 10% de los que más ganan se están enriqueciendo, la diferencia de ingresos entre los ricos y el 10% más pobre de la población está aumentando rápidamente.

La troika formada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional está vinculando las ayudas con los ataques a los derechos laborales y los fondos de pensiones, una política que el economista ganador del Premio Nobel Joseph Stiglitz tilda de ‘sangría medieval’.

En su informe ‘Crisis del empleo en la eurozona’ publicado en junio, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que las medidas de austeridad pondrán en riesgo otros 4,5 millones de puestos de trabajo en los próximos cuatro años, con lo que el total de desempleados europeos superará los 22 millones de personas.

La CSI respalda este análisis, pues sostiene que la inversión en puestos de trabajo constituye el único modo de estimular el crecimiento y conseguir que los presupuestos vuelvan a tener excedentes.

Los griegos toman las calles

Los planes para reducir el salario mínimo provocaron la huelga general del miércoles.

Trabajadores y trabajadoras de todo el país interrumpieron su trabajo y los de Atenas se manifestaron ante el Parlamento griego.

Las agencias de noticias calculan que más de 50.000 personas se echaron a la calle en Atenas.

Según informan, hubo choques violentos cuando la policía intentó controlar a la multitud con gases lacrimógenos y pulverizadores de pimienta.

Los manifestantes se oponían a las medidas de austeridad que el Gobierno ha prometido al FMI, medidas que arrancarán 12 mil millones de euros de la economía nacional a través de fuertes recortes a los salarios, servicios de bienestar social, asistencia médica y planes de pensiones.

La CSI llevó a cabo una investigación global a principios de este año en que demostraba que el 29% de los griegos no tienen suficientes recursos financieros para cubrir sus necesidades básicas y dos tercios temen perder sus puestos de trabajo.

El 81% creen que los bancos tienen demasiado poder y el 70% apoyarían un impuesto sobre las transacciones financieras.

La OIT calculó que si Grecia saliera de la eurozona, el desempleo aumentaría incluso en Alemania, donde pronosticó que la llamada ‘Grexit’ (salida de Grecia de la Eurozona) podría provocar un aumento de la tasa de desempleo de hasta el 25%.

Guy Ryder, Director General electo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), afirmó en una conferencia sobre el empleo que se celebró recientemente en Bruselas: “Si hubiéramos estado en la mesa de negociaciones en Grecia, habríamos podido hacer algo”.

Inquisición española

Mientras tanto, están lloviendo críticas a la actuación policial en las protestas españolas del martes en Madrid.

Más de 20 manifestantes resultaron heridos al hacer frente a los más de 1.000 policías antidisturbios desplegados en la protesta.

Se están publicando imágenes de policías golpeando a manifestantes con porras.

Con una tasa de desempleo del 25% y un déficit presupuestario en aumento, España ha solicitado la ayuda del Banco Central Europeo.

Dicha ayuda se prestará si el Gobierno sigue recortando gastos, lo que perpetuará el círculo vicioso presupuestario.

Desde el 2007, año del inicio de la crisis económica, la gente necesitada que busca ayuda en organizaciones benéficas ha aumentado de 370.000 a un millón de personas, según revela un reciente informe de Cáritas Española.

Sin embargo, mientras los sindicatos y las autoridades discuten sobre quién tiene la culpa, un villano universal ha salido a la luz: los medios de comunicación en línea españoles, como El Plural, están denunciando que horas después de que se anunciara el rescate bancario, el Presidente español Rajoy y cinco de los miembros de su personal consiguieron gastarse 1.000 euros en una cena mientras volaban al primer encuentro de fútbol de la Selección Española en la Eurocopa del 2012.