Sindicatos irlandeses reclaman el alivio de la deuda de los bancos

 

Este sábado, la central sindical Irish Congress of Trade Unions (ICTU) espera reunir cerca de 100.000 personas en todo el país en una protesta contra la deuda de los bancos, que se eleva ya a 64.000 millones de EUR.

La deuda ha venido perjudicando a la economía irlandesa desde 2010, cuando el gobierno tuvo que solicitar un crédito de emergencia a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Bajo el lema “Aliviar la carga: empleo no deuda”, la ICTU y manifestantes en seis ciudades irlandesas tienen previsto solicitar una solución diferente.

“No hay ninguna regla sobre lo que puede hacerse. Pero lo que tenemos de momento es insostenible. Está ocasionando muchos problemas y debe enmendarse o mejorarse significativamente”, indicó Macdara Doyle, portavoz de la ICTU a Equal Times.

“La idea de que Irlanda es un modelo de éxito en la UE es absurda. En pocos años se derrumbará. Es algo que redunda en interés de Europa. Un eslabón débil en la cadena nos afecta a todos”.

Según la ICTU, la deuda no debe achacarse al pueblo irlandés.

“No es nuestra deuda, sino el costo de ‘rescatar’ a los bancos irlandeses, cuya quiebra hizo que toda la economía se desmoronase. El rescate a nuestros bancos impidió el colapso del sistema bancario europeo y probablemente salvó al Euro. Toda la UE salió beneficiada, pero se espera que seamos nosotros solos quienes paguemos los 64.000 millones EUR”, indica la página web de la protesta.

Los organizadores consideran que la carga de la deuda es “insostenible e injusta” y advierten que paralizaría el desarrollo en Irlanda durante generaciones.

Irlanda, en su momento conocido como el Tigre Celta por el crecimiento económico registrado a finales de los 1990 y principios de los 2000, se ha convertido ahora en uno de los países más afectados por la crisis financiera.

La deuda pública es la cuarta dentro de la UE 27 y la que más rápidamente está aumentando según cifras recientes de Eurostat.

Cinco años de presupuestos de austeridad han situado el desempleo en cerca del 15 por ciento, obligando a cientos de miles de jóvenes a emigrar, según informaba recientemente el Financial Times.

Otros países anglófonos como el Reino Unido, EE.UU. y Australia son los destinos más populares.

Aparte del punto muerto registrado para los buscadores de empleo en el país, la mayoría de las firmas irlandesas del sector privado respondieron a la crisis congelando los salarios al nivel previo al inicio de la misma.

Algunos han recortado los salarios de base. Globalmente, el salario del trabajador medio ha bajado en 4,5 por ciento desde 2008. La tendencia se está generalizando tanto en el sector privado como en el público.

No sólo los sindicatos piden el alivio de la deuda irlandesa.

El gobierno de Irlanda también está intentando utilizar la presidencia irlandesa del Consejo como palanca para intentar obtener un acuerdo más favorable.

La coalición Fine Gael-Partido Laborista resultó electa enarbolando promesas de que se aliviaría la deuda relacionada con el rescate de los bancos irlandeses y está viéndose presionada para tomar medidas al respecto.

En línea con el actual plan, Irlanda debería pagar al BCE 3.100 millones de EUR al año durante la próxima década y un monto inferior a partir de entonces.

El plazo para el próximo pago es el 31 de marzo. Pero antes de eso, el Primer Ministro irlandés Enda Kenny espera poder renegociar y extender el plazo establecido para los pagos hasta 40 años.

La ICTU no toma partido respecto a la propuesta del gobierno.

Se han discutido al menos diez posibles escenarios distintos, como reducir el pago a un monto simbólico durante cientos de años.

En cuanto a las protestas, el Secretario General de la ICTU, David Begg, indicó “Tenemos que enviar un mensaje muy claro a Europa: a menos que se consiga un trato serio y significativo respecto a nuestra deuda, no hay perspectiva alguna de recuperación en Irlanda”.

A menos que se alivie la deuda, Begg piensa que el país no tiene ninguna posibilidad de superar la crisis económica.