Los griegos se manifiestan contra unas políticas “inclementes” y “sin salida” durante una huelga general

Los principales sindicatos de los sectores público y privado de Grecia, GSEE y ADEDY, convocaron el miércoles una huelga general de 24 horas para protestar contra las medidas de austeridad impuestas en el país por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo.

Los sindicatos alegan que estas medidas son la causa principal de la pronunciada recesión y el aumento vertiginoso del desempleo que experimenta el país.

La protesta – la primera huelga general declarada en Grecia este año – tiene lugar poco antes de una visita a Atenas de un grupo de auditores en representación de los acreedores internacionales del endeudado país, prevista para finales de mes.

Según una declaración del FMI hecha pública el pasado jueves, la misión quiere evaluar la implementación del programa de austeridad en Grecia y entablar una serie de debates con funcionarios griegos y europeos.

La huelga ha paralizado el país: funcionarios, incluidos médicos, empleados de la administración tributaria y de bancos estatales, así como marinos, abogados, trabajadores de la construcción y docentes, han abandonado durante un día sus puestos de trabajo para manifestar su descontento.

Los servicios públicos y municipales han permanecido cerrados durante toda la jornada, los hospitales públicos sólo contaron con el personal de emergencia, y los ferris permanecen atracados. El transporte público en la capital griega también se ha visto perturbado.

Estaba previsto que a las 11.00 de la mañana diera comienzo en el centro de la ciudad de Atenas una concentración de protesta, seguida de una marcha hasta el Parlamento griego.

Por su parte, el grupo de sindicatos del partido comunista PAME también convocó a los trabajadores a la huelga, y ha organizado una concentración por separado.

Medidas antidemocráticas

Los sindicatos exigen la firma y la implementación de convenios colectivos, la adopción de medidas efectivas para luchar contra el desempleo y la revocación de las medidas antidemocráticas que se han tomado contra los trabajadores y sus sindicatos dentro del marco del Programa de Ajuste Económico del país.

"La brutal violación de los derechos fundamentales del trabajo, como es el inclemente gravamen impuesto a la población trabajadora y a los pensionistas, ha sobrepasado todos los límites”, expresó en una declaración el sindicato del sector privado GSEE.

Por otra parte, los tres partidos que integran el Gobierno de coalición de Grecia insisten en que no hay ninguna alternativa al duro programa de austeridad que se ha adoptado a cambio de la indispensable financiación por parte de la UE y el FMI, necesaria para evitar la quiebra.

Concretamente, el Primer Ministro Antonis Samaras ha tratado de mantener una postura inflexible contra las huelgas y las protestas, con el objetivo de demostrar a los prestamistas extranjeros – así como al público – su determinación para hacer que se aprueben unas reformas impopulares.

La postura de Samaras se hizo patente a finales de enero, cuando el Gobierno invocó una ley de emergencia de “movilización forzosa”, utilizada por lo general en tiempos de guerra, para poner fin a una huelga de nueve días organizada por el personal del metro de Atenas, que dejó a la capital paralizada durante una semana.

Pocos días después volvió a aplicarse la misma ley para forzar a los marinos mercantes a volver al trabajo tras seis días de huelga.

Los sucesivos recortes a los salarios y a las pensiones a lo largo de los tres últimos años, en un país que comienza su sexto año de recesión continua, han provocado repetidas protestas.

Los dos sindicatos principales del país, que en conjunto representan a cerca de la mitad de la mano de obra griega, han prometido seguir oponiéndose a los recortes presupuestarios y ya han anunciado sus intenciones de organizar nuevas manifestaciones.

"Seguiremos luchando”, dijo el Presidente de ADEDY, Costas Tsikrikas, en una declaración publicada antes de la huelga del miércoles. “Reclamamos que los pesos pesados de Europa modifiquen sus políticas sin salida".

Entre tanto, según datos oficiales del Gobierno publicados el pasado mes, las tasas de desempleo en Grecia alcanzaron un nuevo record del 26,8% en octubre de 2012, superando a España en un 0,2%. Grecia se convierte así en el país con la mayor cifra de desempleo registrada en la Unión Europea.

Tan sólo en noviembre de 2012, 126.000 griegos perdieron su trabajo y un máximo histórico de 1,34 millones de personas se encontraban en el paro en octubre de 2012, en un país con aproximadamente 11 millones de habitantes.

El número de jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 24 años que estaban sin trabajo en octubre ascendió al 56,6%, frente al 22,1% registrado el mismo mes hace cuatro años, según el servicio griego de estadística ELSTAT.

Desde septiembre de 2009, conforme la crisis de la deuda del país se fue intensificando, la tasa de desempleo prácticamente se ha triplicado, y equivale a más del doble del promedio de los 17 países de la zona euro, que en noviembre se situaba en un 11,8%.

Las políticas de austeridad impuestas por los prestamistas internacionales para rescatar a Grecia y reforzar sus finanzas públicas han tenido graves consecuencias para esta maltratada economía. Y con los nuevos recortes del gasto público que se van a aplicar este año, se prevé que las cifras del desempleo no dejarán de aumentar en los próximos meses.