Letonia quiere entrar en el euro a pesar del rescate a Chipre

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A pesar de la crisis cada vez más profunda en la eurozona, Letonia ha solicitado formalmente su ingreso como 18º miembro de la zona de la moneda única para enero de 2014.

[caption id="attachment_7734" align="alignnone" width="530"]Manifestantes sostienen pancartas durante una manifestación contra el euro frente al Parlamento letón en Riga el 31 de enero de 2013 (fotografía de la AP /Roman Koksarov)

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Sin embargo, el frenético rescate de Chipre ha obligado a muchos a preguntarse por qué Letonia sigue queriendo adherirse al euro.

Existen varios parecidos entre las dos pequeñas economías, en especial debido a que ambos países se venden como centros financieros regionales.

La mayoría de los letones no están muy entusiasmados con la idea de cambiar el lats por el euro, pero el Gobierno y el banco central respaldan firmemente la medida.

Afirman que atraerá inversiones extranjeras y bajará los tipos de interés.

Letonia también se ha animado debido a la evolución positiva de la vecina Estonia, que entró a formar parte del club de la moneda única en 2011.

Sin embargo, Alf Vanags (Director del Centró Báltico Internacional para el Estudio de Políticas Económicas) afirma que aunque la mayoría de los letones están en contra del euro, ya es demasiado tarde para que el Gobierno se eche para atrás.

“El Banco de Letonia está controlado por un gobernador que es un fanático del euro”, explica.

Asimismo, en los últimos años muchas de las políticas económicas de Letonia se han diseñado pensando en el ingreso en la eurozona, incluidas las duras medidas de austeridad. “Si el Gobierno dice que después de todo no es una buena idea, la gente preguntará: ¿y para qué tantos esfuerzos?”.

En una reciente entrevista con Euronews, el primer ministro letón Valdis Dombrovskis se declaró un firme defensor del euro.

“Yo no diría que la crisis actual es una crisis del euro. No es una crisis del euro como moneda.

Si nos fijamos bien, el euro como moneda es estable, como el dólar estadounidense, el yen japonés o como otras muchas divisas... En realidad, esta es una crisis financiera y económica en determinados países de la eurozona.”

 

¿Se propagará la situación de Chipre?

Pero, ¿existe alguna posibilidad de que lo que ocurrió en Chipre ocurra también en Letonia?

El servicio de noticias financieras Bloomberg informa que los servicios financieros constituyen el 40% del producto interior bruto (PIB) chipriota. En Letonia ascienden solo al 3-3,5% del PIB.

Asimismo, la agencia de noticias Reuters divulgó que los activos bancarios chipriotas ascienden a ocho veces el PIB de la isla; en Letonia, dicha cifra es de tan solo el 130%.

Sin embargo, aproximadamente la mitad de todos los ingresos en los bancos letones proceden de personas no residentes.

Sin embargo, en 2009 el Gobierno letón decidió otorgar a todos los ciudadanos extracomunitarios el derecho a un permiso de residencia si invertían un mínimo de 144.150 € en Letonia, una disposición que probablemente oculte el volumen real de ingresos que los ciudadanos extracomunitarios poseen en Letonia.

Desde 2008, cuando la retirada masiva de dinero extranjero en efectivo dejó a Letonia sin el 40% de sus reservas internacionales, las normativas se han hecho más estrictas.

Como resultado, actualmente los bancos que ofrecen servicios a clientes extranjeros deben invertir sus ingresos en activos líquidos.

Aun así, los ingresos de extranjeros aumentaron en un 25% de 2010 a 2012. Esto se vio reforzado por el hecho de que los inversores rusos y de otros países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) transfirieron su dinero de Chipre, asolada por la crisis, a Letonia, un país que no solo está más cerca de Rusia, sino donde también se habla bastante el ruso.

Sin embargo, EU Business calcula que los fondos transferidos desde cuentas en Chipre solo constituyen alrededor del 10% de las cuentas de los no residentes en Letonia.

 

Miedo irracional

La economía letona se recuperó rápidamente del susto de 2008, cuando el desempleo alcanzó el 20%, lo que obligó a muchos letones a buscar trabajo en el extranjero.

Para afrontar la crisis, el Gobierno obtuvo un préstamo del FMI de siete mil millones de euros, que ya ha devuelto en su totalidad, aunque Letonia todavía debe dinero a la Comisión Europea y a otros prestamistas menores.

Letonia recibió elogios por volver a encarrilar su economía, pero los bancos en quiebra tuvieron que ser rescatados con dinero público y se recortaron drásticamente los programas gubernamentales, los departamentos, el empleo en la administración pública y los salarios.

Sin embargo, el señor Vanags cree que la resistencia al ingreso en la eurozona es irracional.

Si Letonia se viera obligada a participar en un rescate, su contribución no supondría una gran carga, afirma.

Y pase lo que pase en la eurozona, Letonia se verá afectada, pues el tipo de cambio del lats está vinculado al del euro.

En toda Europa se teme aún más la reacción que tenga Rusia ante las pérdidas impuestas a sus residentes en Chipre.

Rusia es famosa por usar el comercio con fines políticos.

En 2009 cortó el suministro de gas a Ucrania tras un desacuerdo político. Se ha especulado que, en esta ocasión, Rusia podría congelar los activos de la UE o gravar excesivamente con impuestos a las empresas europeas ubicadas en su territorio.

Y como Letonia está siendo analizada con lupa antes de entrar a la eurozona, cualquier tipo de inestabilidad podría resultar peligrosa, en especial para los trabajadores y trabajadoras de a pie.