S.O.S.: instan a Europa a que garantice mejores condiciones para los migrantes

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La patera es para recordar a los diputados del Parlamento Europeo, los Gobiernos de la UE y los Estados miembro que en el mar Mediterráneo mueren cada año miles de inmigrantes.

La botella contiene una petición firmada por más de 70.000 ciudadanos y ciudadanas europeos en la que exigen una mejor protección de los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en las fronteras de la UE.

Estos son los dos mensajes simbólicos que Amnistía Internacional ha elegido para enviar un S.O.S. a Europa, en nombre de aquellos que intentan llegar al continente por mar o tierra y fallecen, con demasiada frecuencia, durante el viaje.

La semana pasada, esta organización de derechos humanos lideró una protesta delante del Parlamento Europeo. Utilizó una patera como símbolo y entregó una enorme botella con la petición a un grupo de diputados europeos.

Lo que Amnistía Internacional pide es más transparencia y rendición de cuentas a las autoridades sobre los controles que realizan en las fronteras de la UE. Según Amnistía Internacional, dichas fronteras son como ‘tierras de nadie’ en las que, con demasiada frecuencia, no se vigila para garantizar los derechos humanos de los migrantes.

 

Ojos que no ven, corazón que no siente

Nicolas Beger, director de las oficinas de Amnistía Internacional en la UE, pone el dedo en la llaga al denunciar los esfuerzos que Europa está llevando a cabo para evitar que los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo lleguen incluso a poner un pie en los territorios europeos, en lugar de centrarse en cumplir sus obligaciones en materia de derechos fundamentales.

“Con esta acción estamos exponiendo a Europa para que se avergüence”, explicó. “Los migrantes sufren porque no se les ve ni se les piensa. Como sufren conflictos y una miseria absoluta, a menudo no les queda más opción que embarcarse en viajes en pateras no aptas para navegar”.

 

El Mediterráneo es un cementerio

Según Fortress Europe, el blog del periodista italiano Gabriele Del Grande que vigila lo que está ocurriendo en las fronteras meridionales de Europa, en los últimos 25 años al menos 18.673 personas han muerto en el Mediterráneo y el Atlántico mientras intentaban migrar.

El blog sugiere que dichas muertes podían haberse evitado si la UE aplicara una política migratoria con más sensibilidad que tratara a los migrantes como a seres humanos y no como a objetos no deseados a los que hay que hacer retroceder o desviar.

Con su campaña ‘S.O.S. Europa’, Amnistía Internacional está pidiendo a la UE que respete sus propias leyes, como por ejemplo, acabar con las devoluciones y las deportaciones colectivas.

La petición de Amnistía Internacional ha llegado en un momento muy oportuno, pues la UE está concluyendo una nueva serie de normas sobre los trámites que deben seguir los solicitantes de asilo. Anneliese Baldaccini, responsable de políticas en Amnistía Internacional UE, afirmó que este nuevo paquete de normas constituye un paso adelante en la dirección correcta, pero que podría y debería haber incluido más avances.

“Recibimos con los brazos abiertos la armonización que traerá consigo la nueva legislación. Algunas de las deficiencias que existían ya las ha subsanado, pero hubiera sido necesario ser mucho más ambiciosos. Además, en cierta medida, las nuevas normas incluso empeoran las cosas”, explicó.

“Por ejemplo, permiten explícitamente la detención de los solicitantes de asilo en determinadas circunstancias, lo cual es indignante, y no protegen adecuadamente los derechos de los menores no acompañados. En realidad han desperdiciado una oportunidad para mejorar realmente la normativa actual”.

 

Acceso libre a los centros de internamiento de extranjeros

Asimismo, la semana pasada se lanzó la campaña “Open Access: ¡Abrid las puertas! ¡Tenemos derecho a saber!” en el Parlamento Europeo para que los diputados europeos, los medios de comunicación y la sociedad civil obtengan un acceso ilimitado e incondicional a los centros de internamiento de inmigrantes.

Cada año, más de 600.000 migrantes, solicitantes de asilo y refugiados son internados en centros en los que la vida suele ser más dura que en las prisiones.

Estos centros están pensados como lugares donde internar a los migrantes indocumentados durante un período limitado de tiempo antes de ser expulsados, pero en la práctica solo alrededor de la mitad de ellos acaban siendo deportados. Cientos de miles de inmigrantes tienen que vivir entre rejas, a veces durante hasta 18 meses, antes de que les liberen con la orden de abandonar el país.

Las dos organizaciones que han diseñado la campaña, Migreurop y la Red de Alternativas Europeas, han programado visitas de diputados a centros de internamiento en varios países europeos desde abril hasta junio, para garantizar la transparencia sobre cómo funcionan dichos centros.