La vicepresidenta de la Comisión Europea Viviane Reding ha instado a los Estados miembro de la UE a que hagan más esfuerzos para integrar a sus poblaciones gitanas.

La semana pasada participó en la Mesa Redonda del Pueblo Gitano, a la que asistieron varios importantes actores de la sociedad civil de dicha etnia.

Junto a László Andor, el comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, analizaron los avances que se han conseguido hasta ahora y las siguientes medidas que deben tomarse para garantizar la adecuada integración de la población gitana europea, que asciende a entre 10 y 12 millones de personas.

“La legislación necesaria para evitar la discriminación ya existe”, explicó la señora Reding a Equal Times. “Lo que no está funcionando es la integración”.

La señora Reding alabó a algunos Estados por llevar a cabo “esfuerzos reales y serios” para mejorar las vidas de los ciudadanos gitanos, pero añadió que los altos niveles de pobreza entre las poblaciones de dicha etnia son un reflejo de la grave exclusión social a la que se enfrentan.

“Estoy muy decepcionada con algunos Estados miembro, pues no están poniendo en práctica lo que establecen sus estrategias nacionales” .

Cuando le preguntamos sobre los Estados miembro que merecían alabanzas o críticas, la señora Reading contestó: “No se trata de un concurso de belleza. Todo depende de los problemas a los que se enfrenta cada país. Si un país alberga a mil o dos mil ciudadanos gitanos, es una situación muy diferente de si alberga a cientos de miles. Por tanto, en esta fase no tiene mucho sentido señalar con el dedo y criticar”.

Sin embargo, alentó a algunos Estados miembro a analizar ejemplos de buenas prácticas para aprender de ellos: “A diferencia de los estudiantes, los ministros pueden copiar cuando encuentran un ejemplo con buenos resultados”.

En la mesa redonda, las ONG y la Comisión Europea pudieron compartir sus opiniones sobre los resultados del esfuerzo conjunto que han llevado a cabo durante tres años para integrar a la población gitana y evaluar lo que todavía queda por hacer.

En abril de 2010, bajo presidencia española, se celebró en Córdoba (España) la primera Cumbre Europea sobre la Población Gitana.

En 2011, la Comisión aprobó el marco europeo de Estrategias Nacionales para la Integración del Pueblo Gitano.

El primer informe sobre la aplicación de dichas estrategias nacionales se publicó en 2012.

A finales de 2013, la Comisión publicará un segundo informe sobre los avances de los Estados miembro en la aplicación de las estrategias nacionales relativas a la integración de la población gitana.

Varias ONG que participaron en la mesa redonda propusieron la creación de un fondo gitano específico para financiar proyectos de integración.

Sin embargo, el comisario Andor explicó que se haría hincapié en acciones específicas y no en grupos particulares de gente.

Asimismo, abogó por que el Comité de las Regiones desempeñara un papel más destacado.

Siguen segregados

Nicolas Berger, el director de la oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas, afirmó que la Comisión no está haciendo lo suficiente para obligar a los Estados miembro a rendir cuentas en lo relativo a sus objetivos de integración de la población gitana.

“Cada año, miles de ciudadanos gitanos se ven obligados a abandonar sus hogares. En muchos países obligan a los alumnos gitanos a asistir a clases segregadas que ofrecen una enseñanza inferior. Les niegan el acceso al trabajo y no pueden obtener una atención médica apropiada. Son víctimas de la violencia xenófoba y a menudo la policía no les protege. Y todo eso solo por ser gitanos. Esto sucede porque los países de la UE no aplican la legislación europea contra la discriminación. Ya basta”.

“La Comisión Europea es la responsable y cuenta con los medios para garantizar que los países de la UE cumplan las leyes europeas y luchen contra la discriminación de los gitanos y contra la violencia xenófoba”, añadió.

“Sin embargo, la Comisión todavía no ha ejercido dichos poderes. Simplemente, no utiliza sus propias herramientas jurídicas, como el procedimiento de infracción, para que los Estados miembro rindan cuentas”.

Heather Grabbe, la directora del Open Society Institute for European Policies, explicó que algunos países como Bulgaria, Rumanía, la República Checa y Eslovaquia no cuentan con mecanismos de supervisión para comprobar si sus estrategias se aplican con eficacia.

“La Comisión debería ejercer toda la presión posible para que realmente se apliquen las estrategias”.

Las próximas medidas

Cuando le preguntamos por qué los políticos y los responsables de formular políticas no aplicaban estas estrategias, Gabriela Hrabanova, la coordinadora de políticas de la red European Roma Grassroots Organisations (ERGO), lo atribuyó al racismo contra los gitanos.

“Esa actitud debe cambiar. Los gitanos deben ser considerados ciudadanos plenos y participantes activos de la sociedad.

Y no solo como individuos que viven de las subvenciones, causan problemas y sufren altos niveles de pobreza”, explicó

Ivan Ivanov, director de la European Roma Information Office (ERIO), destacó la importancia que tiene el no limitar los esfuerzos para integrar al pueblo gitano simplemente a luchar contra la pobreza y mejorar sus condiciones económicas: “Esto es parte del problema, ya que hay gitanos que no viven en la pobreza pero que aun así tienen que enfrentarse a diferentes formas de discriminación”.

“Desafortunadamente, las estrategias nacionales se redactaron en un ambiente político general contrario al pueblo gitano, en el que los políticos consideraron preferible no comprometerse realmente para resolver los asuntos de la integración y la discriminación”, concluyó.

Más información en la página web de la Comisión sobre la población gitana.