Chile en huelga hoy por un mañana mejor

 

El Paro Nacional del próximo jueves 11 de julio, convocado por la Central Unitaria de Trabajadores de Chile, tiene como principal objetivo presionar por los temas de fondo en el plano laboral.

Bajo el llamado “Ahora trabajadores, por un Chile con justicia e igualdad” la CUT Chile ha convocado un Paro Nacional para el próximo jueves 11 de julio, definido en el último Consejo Directivo Nacional Ampliado por más de 250 delegados de todo el país.

El análisis de la multisindical tiene que ver con el año electoral del país, en el que se elige al nuevo Presidente de la República para los próximos cuatro años, y la nula presencia de las reivindicaciones de trabajadores y trabajadoras en la agenda de los posibles nuevos gobiernos.

A juicio de los trabajadores, del mismo modo que es importante lograr educación pública gratuita y de calidad en Chile, los derechos laborales tampoco pueden seguir esperando por lo que se hace necesario mostrar, a través de la unidad y la movilización, la fuerza de estas demandas.

La CUT Chile ha definido tres ejes para convocar el Paro: reforma tributaria, que sirva para financiar derechos como educación y salud públicas; nueva institucionalidad laboral, que abarque a trabajadores públicos y privados; y nuevo sistema previsional, que termine con las actuales AFP.

“El Gobierno de la derecha, encabezado por Piñera, ignoró los temas laborales y previsionales, son cuatro años perdidos que han significado más abusos, más desigualdad, más injusticia. El país se prepara para elegir un nuevo gobierno y un nuevo parlamento, es el momento propicio para que los temas de nuestra Agenda Laboral y Previsional sean puestos en el debate nacional”, establece la convocatoria de la CUT.

 

Ejes centrales

A juicio de la multisindical es necesario resolver estos tres ejes centrales si se pretende avanzar en un país más justo, democrático y que termine con la desigualdad.

El primer eje es la necesidad de una Nueva Institucionalidad Laboral, que termine con el actual código laboral y abra paso a una nueva legislación que regule a todos los trabajadores, públicos y privados, formales e informales. Una nueva legislación discutida en democracia y que cuente con la participación de los trabajadores en su elaboración.

Esta nueva institucionalidad debe además hacerse cargo de la actual asimetría del sistema laboral, que con una negociación colectiva a medias y sin derecho real a la huelga, ha quitado el poder a los trabajadores. La presidenta de la CUT lo expone de la siguiente forma: “si el empleador o empresario tiene diversas herramientas para hacer que un trabajador cumpla -sumario, presión salarial, despido, etc- el trabajador no tiene ninguna herramienta para hacer que el empleador cumpla, este desequilibrio es el que mantiene la situación como está”.

En otras palabras, la legislación laboral debe encargarse de situar a las partes en condición de igualdad, protegiendo y dotando de mecanismos a la parte más débil de la relación laboral como son los trabajadores, es decir, debe devolver el poder a los trabajadores y trabajadoras.

Un segundo eje es la exigencia de un nuevo sistema previsional, que termine con las AFP.

El sistema de Administradoras de Fondos de Pensión (AFP) fue creado en 1981 por el economista José Piñera, hermano del actual presidente de Chile, Sebastián Piñera.

Treinta años después de su creación han significado la expropiación de más de un 13% de los salarios de trabajadores y trabajadoras.

En la actualidad sus propios defensores han asumido que el 60% de los afiliados a las AFP tendrá una pensión menor a 150.000 pesos mensuales (unos 300 USD), pese a que en el 2012 las cotizaciones de los trabajadores sumaron 4,3 billones de pesos (unos 85.500 millones USD).

Por todo esto, a juicio de la CUT y muchos otros, el sistema de AFP ha fracasado, ya que entrega pensiones de miseria, por lo que se debe terminar con el sistema.

Un nuevo sistema debe ser estatal, de carácter público y sin lucro; con aporte compartido entre trabajador y empleador, con reparto solidario, un sistema nacional que recaude, invierta y pague pensiones y donde declarar la cotización y no pagarla sea motivo de cárcel y no solo de multa.

El tercer eje que convoca al Paro Nacional del 11 de julio, es la reforma tributaria.

El actual sistema tributario ya no sirve a las necesidades del Chile actual, por esto se requiere una reforma profunda y real, que termine con lo absurdo de que hoy el presupuesto nacional se base en los impuestos que pagan los trabajadores y no en los impuestos a las empresas.

Para avanzar en justicia social urge una real Reforma Tributaria, que genere los recursos que el país necesita para invertir en áreas vitales, como educación, salud y vivienda, que mejorarán la calidad de vida de los trabajadores chilenos y sus familias, financiadas con la mayor tributación a quienes más ganan.

Finalmente, se suma el debate del salario mínimo, que se desarrolla esta semana y en el que la CUT reafirma su exigencia de un piso salarial de 250.000 pesos (casi 500 USD).

Si consideramos que el 25% de los trabajadores no ganan más de 199.000 pesos (aproximadamente 395 USD) y el 50% no gana más de 307.000 pesos (aproximadamente 610 USD), o que el 80% de los trabajadores pese a tener trabajo no pueden salir de la pobreza, la necesidad de un piso salarial digno toma fuerza.