Un convenio colectivo en Dinamarca hace historia al convertir a los “falsos autónomos” en “trabajadores con derechos”

Un convenio colectivo en Dinamarca hace historia al convertir a los “falsos autónomos” en “trabajadores con derechos”

Tina Møller Madsen (left) from the Danish union 3F hands the official ‘OK’ sign (symbolising that a collective agreement has been reached) to Niels Martin Andersen (right) from Danish online cleaning platform, Hilfr.

(3F/PSHR)

A partir de agosto, por primera vez en la historia, cientos de trabajadores de una plataforma danesa en línea de servicios de limpieza de viviendas particulares se beneficiarán de importantes garantías gracias a un nuevo convenio colectivo firmado en abril. Hilfr.dk, una página web que ofrece servicios de limpieza a alrededor de 1.700 clientes de toda Dinamarca, tiene empleados a unos 450 trabajadores.

El cofundador de Hilfr, Steffen Wegner Mortensen, declaró que este convenio “sube el nivel de exigencia para la llamada ‘economía colaborativa’ y demuestra cómo podemos beneficiarnos todos de las nuevas tecnologías sin socavar los derechos laborales ni las condiciones laborales”.

Thorkild Holmboe-Hay, el autor del convenio, explicó a Equal Times que, “con este convenio, los asistentes del hogar de Hilfr, que antes eran autónomos, se convierten en trabajadores y, por tanto, estarán protegidos por la legislación laboral nacional y europea”.

Holmboe-Hay, que trabaja para el sindicato danés 3F, fue el asesor técnico de Tina Møller Madsen, la principal negociadora del sindicato 3F en el acuerdo con Hilfr. El 3F (Federación Unida de Trabajadores Daneses) es el mayor sindicato de Dinamarca, con alrededor de 278.000 miembros daneses y más de 48.000 miembros de otros países que trabajan en la nación escandinava.

Según Holmboe-Hay, “un ejemplo de dicha protección es que, si Hilfr quiere eliminar a algún trabajador de la plataforma, tiene que notificárselo y alegar una causa razonable”.

A partir del 1 de agosto, gracias a un convenio ‘en prueba’ durante un año, cualquier trabajador que se abra un perfil en la plataforma de Hilfr empezará como autónomo o trabajador por cuenta propia. Sin embargo, después de 100 horas de trabajo, el algoritmo de la plataforma cambiará automáticamente su estado de autónomo al de empleado.

Los empleados, conocidos como ‘Super Hilfrs’, estarán inmediatamente cubiertos por el nuevo convenio y recibirán de Hilfr, de forma automática, sus cotizaciones para la jubilación, paga de vacaciones y prestaciones por enfermedad.

Los Super Hilfrs también percibirán unos salarios notablemente más elevados acordados en el convenio colectivo: un mínimo de 141 coronas danesas (alrededor de 19 euros, unos 22 dólares USD) por hora. Si después de haber trabajado 100 horas, un trabajador de Hilfr desea seguir siendo autónomo, tendrá que presentar una solicitud para ello. En la actualidad, los trabajadores autónomos de Hilfr cobran unas 115 coronas danesas por hora (aproximadamente 15,50 euros, 18,05 USD) y no perciben cotizaciones para la jubilación, paga de vacaciones ni prestaciones por enfermedad.

Un posible modelo para otros sectores

Dansk Industri (DI), la Confederación de la Industria Danesa, es una organización de empresas y empleadores con 10.000 empresas-miembro que abarcan a alrededor de 500.000 empleados en Dinamarca y el extranjero. Hilfr pasó de ser una empresa afiliada a ser un miembro pleno porque estaba negociando un convenio colectivo con la ayuda de DI.

“Es un convenio de un año, por lo que al acabar el plazo evaluaremos cómo va y decidiremos si lo podemos aplicar al sector de la limpieza de viviendas particulares. Hoy en día solo abarca a una empresa y a sus posibles empleados. Esperamos que dé paso a un convenio colectivo que abarque a otras empresas digitales existentes en este sector específico”, declaró Niels Grøn-Seirup, director de las negociaciones colectivas para DI. “También podría constituir un modelo para otros sectores”.

El Ministerio Danés de Industria, Comercio y Asuntos Financieros calcula que, en 2017, existían alrededor de 140 plataformas digitales en Dinamarca. Aunque no dispone de una cifra clara que mida el valor económico de la economía colaborativa, en 2015 determinó que el consumo danés de los servicios compartidos de transporte en automóvil y de alquileres privados a través de plataformas como Airbnb oscilaba entre los 425 y los 625 millones de coronas danesas (57 a 83 millones de euros, 66 a 97 millones de USD).

Los trabajadores daneses están acostumbrados a tener convenios colectivos para todo. Eso forma parte del modelo laboral danés, cuestionado en la actualidad por la economía de plataformas.

Holmboe-Hay, que es asesor político del 3F para el sector de servicios privados, hoteles y restaurantes, describió lo que considera un creciente problema de los falsos autónomos en la llamada ‘economía colaborativa’.

“Existe una tendencia clara entre los empleadores de las plataformas digitales: ‘producir’ enormes cifras de los llamados trabajadores por cuenta propia o autónomos alegando que la única forma de conseguir un trabajo con ellos consiste en firmar un contrato como autónomo”, denunció.

“Estamos hablando de personas en la periferia del mercado laboral, como refugiados y otros trabajadores de bajos ingresos que están intentando introducirse en el mercado laboral. Las plataformas digitales les resultan atractivas porque no necesitan aptitudes específicas. [Pero al mismo tiempo] no quieren firmar un contrato [como autónomos] porque se consideran a sí mismos trabajadores”, agregó.

“Esto se está convirtiendo en un gran problema porque los trabajadores no declaran sus ingresos a las autoridades fiscales y probablemente habrá que solucionarlo mediante la aprobación de nuevas leyes. Asimismo, es posible que tengamos que exigir a los legisladores que definan la diferencia entre trabajador y autónomo. Pero por ahora, muchas plataformas digitales están ofreciendo empleo fomentando los falsos autónomos”, concluyó.

Un importante avance

Respondiendo a las preguntas de Equal Times a través del correo electrónico, Agnes Jongerius, exsindicalista holandesa y europarlamentaria del Partido Laborista Holandés que forma parte de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo, aseguró que se trata de un importante “avance”.

“Nadie quiere incertidumbre. Por desgracia, la economía colaborativa siembra mucha incertidumbre entre los ciudadanos, ya que fomenta los falsos autónomos. Estos trabajadores no gozan de derechos básicos, como la renta mínima. Esto supone un problema fundamental en Europa y debe cambiar. Por eso me siento muy orgullosa de que el sindicato danés 3F luchara por los derechos de los trabajadores en el sector de los servicios de limpieza. Ya no son falsos autónomos, ¡sino trabajadores con derechos!”, nos dice.

Cuando le preguntamos sobre las perspectivas de nuevos convenios colectivos con otras plataformas digitales, Holmboe-Hay explicó que “es muy difícil elaborar un convenio en el que quepan todas las plataformas digitales. Hay que negociar los asuntos para cada plataforma por separado. Esto constituye un verdadero reto”.

“Tenemos mucho contacto con las principales plataformas digitales. Nos encontramos en una fase de recopilación de experiencias sobre los retos a los que nos enfrentamos, imprescindible antes de empezar a exigir convenios colectivos para todas las plataformas digitales”, añadió.

Karolien Lenaerts, investigadora en la unidad de empleo y aptitudes del laboratorio de ideas Centro Europeo de Estudios Políticos (con sede en Bruselas), hizo hincapié en que “actualmente, los convenios colectivos en la economía de plataformas siguen siendo inusuales” y advirtió que “es necesario un diálogo social para que sean más comunes”.

A continuación, pasó a identificar un importante obstáculo: “Hoy en día, el problema reside en que no todas las plataformas están dispuestas a iniciar negociaciones con los trabajadores o los sindicatos y que existen muy pocas iniciativas dedicadas a la organización y representación por parte de las plataformas, lo que se debe a su reciente creación e inmadurez, así como al hecho de que se suelen considerar a sí mismas como intermediarias o empresas de tecnología y no como empleadores”.

Holmboe-Hay señaló que las negociaciones del convenio colectivo entre Hilfr y el sindicato 3F tuvieron su origen indirecto en la presunta disminución de los ingresos fiscales nacionales. LO-Denmark, la Confederación de Sindicatos Daneses, exigió que se hiciera algo sobre el tema y el primer ministro Lars Løkke Rasmussen inició las conversaciones con los empleadores y los sindicatos sobre los futuros retos relacionados con la economía de plataformas. Dichas conversaciones se han convertido en un diálogo continuo dentro del llamado ‘Consejo de Alteraciones’ tripartito, formado en 2017 por representantes del gobierno, empleadores y sindicatos y en el que la digitalización y el futuro del empleo constituyen temas esenciales.

“El caso de Hilfr ha abierto los ojos a los sindicatos y las patronales, así como a los funcionarios del gobierno, pues demuestra que existen modos de abordar cuestiones difíciles”, concluyó Grøn-Seirup de DI.