This 3 August 2023 photograph shows some of the 266 migrants rescued by members of the Spanish NGO Proactiva Open Arms after attempting to cross the Mediterranean sea on small boats off the Libyan coast. The Central Mediterranean route is currently one of the deadliest irregular migration routes in the world, with over 20,000 deaths recorded since 2014 according to the UN Human Rights Office.
Con todos los golpes de Estado y los incendios forestales, la crisis del coste de la vida, la crisis de los persistentes efectos del covid-19, la galopante crisis de desigualdad, las muertes gratuitas y violentas de personas que se desplazan, las advertencias sobre los riesgos existenciales que plantea la inteligencia artificial, por no hablar de la catástrofe inminente del colapso climático y la pérdida de biodiversidad, estos deben ser sin duda los extraordinarios tiempos que se ha atribuido falsamente a los chinos el habernos deseado. En comparación con 2010, actualmente se está produciendo casi el cuádruple de conflictos armados, y miles de personas siguen perdiendo la vida en enfrentamientos ya hace mucho tiempo olvidados, en lugares como la República Democrática del Congo, Yemen y la República Centroafricana. La posibilidad de que estalle una Tercera Guerra Mundial –debido a las crecientes tensiones entre China y Estados Unidos y a la actual guerra en Ucrania– no se evapora.
Al margen del tradicional escenario bélico, están proliferando graves violaciones de los derechos humanos desde Palestina hasta Xinjiang. “Las principales cifras relativas a las violaciones de los derechos de los trabajadores han alcanzado máximos históricos”, según la última edición del Índice Global de los Derechos de la CSI, mientras que el espacio cívico sigue reduciéndose, y el retroceso en lo que respecta a los derechos de las personas LGBTQI+, de las mujeres y de personas pertenecientes a determinadas minorías y color de piel continúa agravándose. Ninguna región se libra de esta preocupante tendencia, aunque las expresiones varían. En Europa está marcada por el populismo de la extrema derecha, el nacionalismo y unas fronteras militarizadas y mortíferas; en muchas partes de África Occidental y Oriental se manifiesta a través de insurgencias terroristas y golpes de Estado militares; en América, la violencia política y el malestar social son una constante; mientras que en Oriente Medio la rehabilitación en la geopolítica regional de Bashar Al-Assad y el ascenso de Arabia Saudita en el escenario mundial ilustran el desvanecimiento de la esperanza que había florecido durante la Primavera Árabe.
Aun así, 2023 es un año crucial para los derechos humanos. Se cumple el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un compromiso histórico adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1948, tras la Segunda Guerra Mundial, para con los derechos humanos y las libertades fundamentales que deben garantizarse para todas las personas y en todo momento. Ha sido siempre una aspiración, pero parece que nos encontramos en un punto en el que la lista de excepciones respecto a quién se aplica esta Declaración y en qué circunstancias se va alargando día a día. En consecuencia, este año marca efectivamente una encrucijada: o los líderes mundiales se comprometen de nuevo a redoblar los principios consagrados por la Declaración, o acabarán por abandonarla por completo.
La presente selección de artículos publicados recientemente por Equal Times pone de relieve ejemplos alarmantes de violaciones de derechos humanos –el desmantelamiento de la democracia en Túnez, los ataques a periodistas en el país más peligroso para ejercer el oficio (Camerún), el precio que pagan las personas y el medio ambiente por la construcción de nuevas capitales, el recurso a una vigilancia masiva en acontecimientos deportivos multitudinarios, y el creciente número de muertos a los pies de la Fortaleza Europa–, pero cada relato muestra también a las personas, comunidades e instituciones que se alzan para luchar por algo mejor. Estos ejemplos nos demuestran que, por grave que sea la amenaza, cada uno de nosotros todavía puede (y, sinceramente, debe) intentar cambiar positivamente nuestras vidas y las de las generaciones futuras. Sin embargo, todas las acciones deben basarse en el entendimiento de que nuestra salvación conjunta resulta imposible sin el reconocimiento y el compromiso de que todos los derechos humanos rigen para todas las personas. Como nos recordó sucintamente a principios de año el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk: “La dignidad y valor de todo ser humano no debe ser, y no puede ser, un concepto cuestionable o vulnerable”.
Al borde de la bancarrota, Túnez se hunde en una autocracia populista
Por Ricard González
Demonstrations against the Tunisian president Kais Saied last summer in the capital city, Tunis. Their banners remind us that “a people united” can never be defeated.
Hace apenas tres años, Túnez era celebrado como el único caso de éxito en las transiciones nacidas de las Primaveras Árabes. Sin embargo, bajo la superficie de unas lustrosas instituciones democráticas, hervía un creciente malestar por el incumplimiento de las promesas de prosperidad hechas durante la Revolución de 2011. En las elecciones de 2019, Kais Said, un político independiente con fama de íntegro, fue escogido presidente con el apoyo de más del 70% de los votantes. Aunque algunos alertaron ya entonces de su populismo, nadie esperaba un descenso tan rápido y profundo hasta la antesala de una autocracia con ribetes racistas.
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De la deforestación al apartheid social, los múltiples paralelismos entre las nuevas capitales de Brasil e Indonesia
Por World Rainforest Movement
This screengrab taken from aerial video footage taken in on 14 August 14 2022 shows Titik Nol Nusantara (Ground Zero Nusantara), the future capital city for Indonesia, in Sepaku, Penajam Paser Utara, East Kalimantan. Located in eastern Borneo, Nusantara is set to replace sinking and polluted Jakarta as Indonesia’s political centre by late 2024.
[…] Un sorprendente paralelismo entre las historias de las nuevas capitales es cómo ambos proyectos solo refuerzan un Estado colonial, a pesar de que sus promotores afirmen lo contrario. Ambos proyectos dominan y destruyen los espacios de vida y territorios de las comunidades del bosque en función de intereses económicos y políticos. Y ambas capitales también promueven políticas de apartheid social.
Sin embargo, ambas historias también dejan de manifiesto el papel de las luchas sociales como una forma de detener y revertir una historia de colonialismo y otras opresiones estructurales que incluyen el racismo, el capitalismo y el patriarcado.
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Francia quiere vigilar a las multitudes con la ayuda de inteligencia artificial y algoritmos durante los JJOO de París
Por Clément Gibon
VIGI360 cameras provide 360° coverage of an area while recording images on a loop for a period of 72 hours. The technology can also be integrated into new intelligent video systems.
Desde la instalación de 15.000 cámaras biométricas en Doha para vigilar el comportamiento de los hinchas del Mundial de Fútbol de 2022, hasta la introducción el pasado mes de abril de cámaras en lugares públicos para identificar y castigar a las mujeres sin velo en Irán, o el uso del reconocimiento facial por parte de Israel para controlar a los palestinos en Hebrón y Jerusalén Este, las tecnologías de vigilancia masiva están siendo utilizadas por los gobiernos para prestar cada vez más apoyo a las fuerzas del orden con fines de seguridad.
Lo mismo ocurre en países que antes se consideraban más respetuosos con las libertades civiles. Francia, por ejemplo, abrió la puerta a la experimentación con una nueva y controvertida tecnología en marzo de 2023, cuando aprobó un artículo del proyecto de ley relativo a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024. Este artículo autoriza la experimentación con la videovigilancia algorítmica o automatizada (VSA, por sus siglas en francés) en todos los acontecimientos deportivos, recreativos y culturales con más de 300 participantes hasta el 31 de marzo de 2025. La ley fue promulgada el 19 de mayo, lo que permite que el experimento pueda comenzar.
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Los profesionales de los medios de comunicación en Camerún, víctimas de una represión y violencia creciente
Por Amindeh Blaise Atabong
Editorial staff of The Guardian Post, Cameroon’s leading English-language daily, work on the next day’s newspaper at the head office in Yaounde, on 30 March 2023. The Guardian Post has suffered at least two separate months-long suspensions by the National Communication Council whose members are all appointed by President Paul Biya.
[…] La libertad de expresión en los medios de comunicación y la seguridad de los periodistas en Camerún llevan una década en declive, bajo el asedio de los diversos frentes abiertos en el país, como la lucha del Gobierno contra los insurgentes islamistas de Boko Haram, en el norte, y el prolongado conflicto entre las fuerzas gubernamentales, de mayoría francófona, y los separatistas anglófonos, en las regiones del suroeste y el noroeste.
Reporteros sin Fronteras clasifica el panorama mediático de Camerún como uno de los más peligrosos del continente africano, donde los periodistas se mueven en un entorno hostil y precario. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) incluye a este país centroafricano, gobernado desde 1982 por el presidente Paul Biya, de 90 años, entre los peores carceleros de periodistas de África.
Los profesionales de los medios de comunicación son sistemáticamente blanco de ataques, amenazas, censura y encarcelamientos –acusados de cometer delitos contra el Estado, por difamación, de difundir noticias falsas o como represalias–, según documenta el CPJ. Varios periodistas se han visto obligados a exiliarse.
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El sistema europeo de migración legal es defectuoso y provoca las crisis fronterizas
Por Farhad Mirza
This photograph taken on 9 March 2023, shows a view of a bamboo cross with a rosary, set as a memorial on a beach near Cutro, with the Mediterranean Sea in the background, where at least 72 migrants died on 26 February, after their boat sank off Italy’s southern Calabria region.
[...] Europa advierte a los migrantes que deben respetar sus fronteras y sus leyes, pero infringe su propia legislación cuando se trata de asegurar el control de las fronteras. Las devoluciones en caliente de los migrantes son ilegales y violentas y se han convertido en una práctica institucional común en la Unión Europea, que priva a los migrantes de los derechos consagrados en las leyes europeas. Mientras tanto, el coste humano de dichas políticas ha provocado una cifra espeluznante: casi 27.000 personas se han ahogado en el Mediterráneo desde 2014. Los acuerdos turbios con ‘países de tránsito seguro’ para cortar de raíz el desplazamiento irregular de los migrantes han originado el surgimiento de mercados de esclavos migrantes en Libia. La política ilegal de las devoluciones en caliente ha provocado masacres como la que sucedió en Melilla en junio de 2022, cuando un grupo de solicitantes de asilo africanos intentó cruzar desde Marruecos al enclave español y fueron recibidos con una violencia letal por parte de las fuerzas de seguridad, lo cual provocó entre 23 y 37 víctimas mortales. Nadie ha rendido cuentas por estas muertes.
Occidente sigue culpando de esta situación a los traficantes y los astutos migrantes económicos, pero ya va siendo hora de que reconozca el papel activo que ha desempeñado para configurar este panorama asesino. Los discursos sobre la ilegalidad, seguridad y legitimidad ocultan las deficiencias de la migración ‘legal’ y las razones por las que a tanta gente en una situación desesperada no les queda otra alternativa que optar por las rutas ilegales.
