Ganancias record no redundan en beneficios para los trabajadores y trabajadoras del azúcar en Malawi

Illovo Sugar, propiedad de la empresa Associated British Foods (Ryvita, Patak’s, Primark) es el principal productor de azúcar en África y, de los seis países del sur de África donde Illovo tiene operaciones, Malawi genera las mayores ganancias.

Sin embargo, las ganancias procedentes del incremento de las exportaciones de azúcar a los mercados de Europa y de otros países africanos han supuesto muy pocos beneficios para los trabajadores y trabajadoras no cualificados de Illovo Malawi.

Las cosas se presentan particularmente mal para aquellos que se ocupan de las penosas tareas de cortar caña y desherbar – en su mayor parte mano de obra casual y temporera.

El pasado mes de marzo, Illovo Malawi alcanzó un acuerdo con el sindicato de trabajadores azucareros Sugar Plantation and Allied Workers Union of Malawi (SPAWUM), con vistas a un incremento salarial global del 26 por ciento en la compañía.

La medida afectaría a los 5.400 trabajadores permanentes en las plantas de Illovo Malawi en Nchalo y Dwangwa, así como a los empleados en la sede central de la compañía en Limbe.

No obstante, de la plantilla total de Illovo Malawi que asciende a 10.000 trabajadores, poco menos de la mitad son trabajadores subcontratados, que no quedarían cubiertos por el incremento salarial.

Además, los trabajadores y trabajadoras permanentes también se quejan de que se les deniegan derechos básicos como baja de maternidad, licencia por enfermedad y pago de horas extraordinarias, mientras que los trabajadores con menor cualificación afirman no ser capaces de hacer frente al continuo incremento del coste de la vida con el salario mínimo mensual de 14.400 kwacha (34 USD).

También está la cuestión de los beneficios, puesto que los altos cargos administrativos y los trabajadores técnicos tienen derecho a subsidios educativos y para vivienda, mientras que los trabajadores con puestos inferiores – que apenas alcanzan a pagar los gastos escolares de sus hijos – se ven obligados a solicitar préstamos.

El presidente de SPAWUM, Prince Jasimawo, confirmó que la política de beneficios de la compañía sigue siendo motivo de preocupación.

“La mayoría de los trabajadores [subalternos] están descontentos por los subsidios educativos que la compañía ofrece a los cargos superiores, mientras que ellos no son capaces de reembolsar los préstamos contraídos para pagar los gastos escolares.

“El sindicato ha enviado algunas propuestas a la dirección respecto a estas inquietudes”.

Aunque la directora de relaciones públicas de Illovo Malawi, Irene Phalula, no estaba disponible, Kenwood Mataka, del departamento de recursos humanos de la compañía indicó a Equal Times que todos sus empleados estaban bien pagados y eran respetados.

“Illovo ofrece a su personal subalterno no cualificado salarios superiores al salario mínimo nacional [8.000 kwacha, lo que equivale a 20 USD] además de diversos beneficios incluyendo un seguro médico”, afirmó.

 

Trabajadores subcontratados

Pero no es el caso de los 4.500 trabajadores eventuales contratados por Illovo Malawi.

“Nuestras condiciones de trabajo son peores puesto que no figuramos en la nómina de Illovo sino que somos contratados por subcontratista a los que la compañía paga para realizar trabajos manuales como desherbar o plantar”, indicó un trabajador eventual de Illovo que prefirió guardar el anonimato.

El trabajador, cortador de caña, dijo a Equal Times que cobraba 600 kwacha (1,40 USD) al día si cumplía el objetivo diario de cortar una extensión de 40 por 35 metros.

No obstante, dado que el trabajo es físicamente muy duro, algunos trabajadores – especialmente mujeres – muchas veces no consiguen cumplir el objetivo fijado.

Pero al tener pocas perspectivas de encontrar otro trabajo, los trabajadores eventuales de Illovo piensan que no tienen alternativa.

“Sí, las condiciones de trabajo son terribles, pero sufrimos en silencio por miedo a perder nuestro empleo”, manifiesta el trabajador anónimo.

Estos temores son muy reales, todavía está fresco en su memoria lo ocurrido en 2011, cuando los trabajadores/as se declararon en huelga reclamando mejores salarios. En respuesta a esta acción, los impulsores de la huelga fueron despedidos en el acto, acusados, entre otras cosas, de mantener reuniones sindicales sin permiso de la compañía.

Algunos dirigentes de SPAWUM figuraban también entre los trabajadores despedidos, y se quejaron de haber sido víctimas de intimidación por parte de la dirección de Illovo y la policía.

La política de Illovo estipula que el sindicato puede reunirse únicamente después de haber solicitado permiso a la dirección de la compañía.

Sin embargo, esto es contrario a la Constitución de Malawi, que garantiza a todos sus ciudadanos la libertad de asociación.

Pero mientras siguen amasando grandes beneficios, parece ser que los barones del azúcar en Malawi podrán seguir tomándose la justicia por su mano.