Chile: A 40 años del golpe de Estado

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A 40 años del golpe de Estado que tuviera lugar el 11 de septiembre de 1973, la democracia aún no ha conseguido recomponerse en Chile.

El país sigue regido por una Constitución creada por la Junta Militar, y los derechos laborales, que el presidente Salvador Allende Gossens levantó desde el gobierno de la Unidad Popular para los trabajadores, fueron devorados por un modelo neoliberal desregulado.

Si en el Chile de 1970 al 73 los trabajadores ganaron mucho con las medidas impulsadas por el gobierno de la Unidad Popular (UP), en las décadas posteriores los retrocesos para el mundo sindical no se hicieron esperar.

Bajo el mandato de Allende, el 4 de enero de 1972 se daría, mediante la Ley N 17594, personalidad jurídica a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y a su vez financiamiento, otorgando a la organización un importante rol en la economía nacional y en la administración de las empresas que el gobierno de la UP estatizó.

No obstante, tras el golpe de Estado del 11 de septiembre, a la CUT se le canceló su personalidad jurídica y se le requisaron sus bienes quedando en el país prohibidas distintas actividades propias del sindicalismo (Ver recuadro).

Para Arturo Martínez, Secretario General de la CUT “Pinochet tenía claro que una organización sindical fuerte era un peligro para sus planes de eternización en el poder y por ello, desató la más cruel represión contra los sindicalistas y dictó el Decreto Ley 2200 con el que eliminó los tarifados nacionales y redujo el rol de las organizaciones intermedias, luego quitó la personalidad jurídica a la confederación y conculcó sus bienes”.

Durante el gobierno de Salvador Allende, junto al cobre serían nacionalizados el salitre, el hierro, el servicio telefónico y la banca. Se redistribuyó la renta mediante una nueva política de salarios y se aceleró la Reforma Agraria.

Como da cuenta el académico Hervi Lara, durante el gobierno de la Unidad Popular “se creó la propiedad social de la industria y la cesantía (desempleo) registró la tasa más baja de la historia, disminuyendo del 8,3 por ciento al 3,8 por ciento.

El producto nacional bruto creció a 9 por ciento. La producción industrial aumentó un 13 por ciento. Los trabajadores pasaron a controlar el 60 por ciento de la renta nacional”.

Para Luis Mesina, Presidente de la Confederación de Trabajadores Bancarios, durante la Unidad Popular “los trabajadores alcanzaron niveles de organización superior, nacieron los cordones industriales, quizá la forma más desarrollada de participación y de democracia obrera que se conozca en América Latina.

Allí se decidían las acciones que los trabajadores emprenderían en su lucha por avanzar hacia una sociedad sin clases. Se resolvían la toma de fábricas, el carácter de las empresas, los ritmos de producción y quienes las administrarían”.

Pero todo lo conseguido sería destruido por la dictadura.

 

El llamado “Plan Laboral”, desarrollado por el Ministro del Trabajo de la época, José Piñera, cambió el sistema de ahorro previsional de los trabajadores por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), y restringió las materias que eran objeto de la negociación colectiva, destruyendo así derechos conquistados por el mundo sindical tras largos años de lucha.

En Chile, desde entonces, aún sigue pendiente un modelo normativo de negociación colectiva que respete los tratados relativos a libertad sindical ratificados por el Congreso.

Mesina fue claro: “A 40 años del golpe, los trabajadores estamos conminados a dar un salto, el golpe del 73 fue fundamentalmente un golpe contra la clase obrera, contra sus derechos, contra sus avances, contra una forma superior de organización que habían alcanzado a través de los cordones industriales y es menester conmemorar esta fecha, comprometiendo nuestros esfuerzos en la lucha y por dotar a los trabajadores de una verdadera dirección que restituya el papel que nunca debieron perder”.

 

A sus palabras se suman las del Presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, Manuel Ahumada, quien sostuvo el compromiso vigente de los trabajadores en pro de renacionalizar el cobre, y así lograr la independencia económica que Chile necesita.

Ahumada manifestó este 11 de septiembre: “en nombre del sector que produce la principal riqueza de este país, y en honor a la gesta que el Presidente Salvador Allende logró, las nuevas generaciones y las organizaciones de trabajadores seguiremos combatiendo para conseguir la dignidad que Chile merece y la soberanía económica que fue truncada del Golpe de Estado en adelante”.

 
DICTÁMENES ANTISINDICALES DE LA DICTADURA MILITAR

  • Bando Nº12 de la Junta Militar, septiembre 1973, cancélese la personalidad jurídica de la CUT.
  • Bando Nº36, septiembre de 1973, suprímanse los pliegos de peticiones, elimínense los permisos sindicales.
  • Bando militar, septiembre 1973, suspéndanse los convenios relativos a salarios beneficios y los reajustes automáticos de pensiones.
  • Bando militar, octubre 1973, ordénese en 2 días la renovación de directivas sindicales en todo el país.
  • Decreto Ley 133, diciembre 1973, ordénese la disolución de la CUT y la conculcación de su patrimonio.
  • Decreto Ley 189, diciembre de 1973, limítense las reuniones sindicales sólo para tratar temas relativos al sindicato, con autorización previa y con la presencia de representantes de las fuerzas armadas o carabineros.

 

 

 

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