La democracia griega en situación “crítica”

 

El martes se llevaron a cabo más manifestaciones en Grecia para protestar por la muerte del cantante antifascista de hip hop Pavlos Fyssas, asesinado la semana pasada por un seguidor del partido de extrema derecha Amanecer Dorado.

El sindicato griego de funcionarios ADEDY, que el lunes declaró una huelga de 48 horas contra la nueva tanda de medidas de austeridad, decidió convertir las manifestaciones que había organizado en una marcha en repulsa por el asesinato de Pavlos Fyssas.

El jueves pasado, mientras se enterraba a Fyssas en Atenas, se llevaron a cabo protestas en más de 26 ciudades de toda Grecia contra la escalada de violencia perpetrada por seguidores y miembros del partido Amanecer Dorado.

En los últimos tres años, se han registrado al menos 300 ataques de la extrema derecha en este país asolado por la crisis; los inmigrantes han sido los más afectados por la violencia.

Gracias a un desempleo sin precedentes, a la creciente pobreza y al aumento de la delincuencia en los centros urbanos, la retórica antisistema de Amanecer Dorado ha atraído a los griegos que culpan de la crisis al statu quo político.

El partido neonazi, antes minoritario, obtuvo representación parlamentaria por vez primera en las elecciones de junio de 2012 y actualmente ocupa el tercer lugar en las encuestas, tras el partido conservador gobernante Nueva Democracia y el de izquierdas SYRIZA.

Sin embargo, según las últimas encuestas, tras el asesinato de Pavlos Fyssas la semana pasada, el apoyo público al partido de extrema derecha ha caído de un 8,5% a un 7%.

Yorgos Roupakias, el hombre que ha confesado su culpabilidad, se encuentra en prisión preventiva.

Aunque Amanecer Dorado sigue negando que el señor Roupakias fuera un miembro del partido, según los informes policiales existen pruebas contundentes de sus estrechos vínculos con figuras destacadas de esta organización.

Pavlos Fyssas fue asesinado solo unos días después de la agresión de simpatizantes de Amanecer Dorado a miembros del Partido Comunista Griego que provocó ocho heridos graves.

 

Medidas contra el extremismo

El primer ministro Antonis Samaras hizo un llamamiento a la calma durante lo que describió como “un período sumamente crítico" para Grecia.

"Este gobierno está decidido a no permitir que los descendientes de los nazis envenenen a la sociedad, cometan crímenes, aterroricen y socaven los cimientos de un país donde nació la democracia", declaró Samaras el pasado jueves en un discurso televisado a la nación.

Mientras tanto, el ministro de Orden Público, Nikos Dendias, ha presentado una propuesta de ley para congelar la financiación estatal del partido de extrema derecha Amanecer Dorado si la policía demuestra que hubo vínculos organizativos con el asesinato de Pavlos Fyssas.

Tanto el gobierno como los partidos de la oposición han manifestado su determinación para impulsar medidas que combatan a la extrema derecha en Grecia.

El lunes por la tarde, Dendias también exigió la dimisión de dos altos cargos policiales, que eran los candidatos más populares para suceder al actual jefe de la policía griega, y despidió a otros ocho en el marco de las acusaciones de vínculos policiales con los neonazis.

Sin embargo, el partido SYRIZA asegura que no está convencido de las declaraciones del gobierno pues, como ya ha declarado en repetidas ocasiones, el partido Amanecer Dorado ha prosperado bajo el clima de tolerancia propiciado por el gobierno, la policía y el sistema judicial.

El jueves pasado, en un mitin electoral en Berlín, el líder del partido SYRIZA, Alexis Tsipras, afirmó: "En Grecia, la estabilidad y la cohesión social están en peligro".

Asimismo, advirtió que "la cultura europea se enfrenta a la pesadilla del neonazismo que nace de las políticas salvajes”.

Aludiendo a dichas políticas que implican despidos en el sector público y traslados forzosos, el presidente recién elegido del ADEDY, Ermes Kasses, insistió en que las protestas seguirán adelante hasta que el gobierno ceda.

"Si estas políticas fiscales hubieran funcionado, si hubieran resuelto alguno de los problemas del país, hubiéramos sido más comprensivos”, declaró. "En cambio, la situación ha ido de mal en peor y ahora la troika quiere desangrarnos. Bueno, pues no lo van a conseguir porque vamos a resistir como leones”.

Con un desempleo que roza el 28%, este mes el GSEE, el mayor sindicato de Grecia, pronosticó que el empleo tardaría al menos 20 años en alcanzar los niveles anteriores a la crisis.