La treta política de la bandh de India

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Millones de trabajadores, comerciantes y agricultores, con diferentes ideologías y vinculaciones políticas, se reunieron la semana pasada para protestar contra las recientes decisiones del Gobierno en el poder, la Alianza Progresista Unida (APU).

La protesta, o bandh en hindi, fue la respuesta al intento del Gobierno de abrir el comercio minorista multimarca a cadenas extranjeras de supermercados; y respuesta también al aumento del precio del diesel y a la limitación a seis bombonas de gas licuado de petróleo (GLP) que una familia puede comprar por año.

La bandh ha suscitado reacciones diversas, sobre todo en los estados gobernados por el partido popular indio Bharatiya Janata Party (BJP) así como en las zonas en las que predomina la izquierda.

Si bien en base a sus recientes iniciativas el Gobierno demostró estar decidido a reafirmar su postura neoliberal en un intento por evitar las críticas de los partidarios internacionales de políticas adaptadas a los mercados, la huelga general dejó patente una oposición popular enorme a estas medidas, aunque fuera por parte de perspectivas y tendencias políticas distintas.

“En nuestra colonia hay muchas familias que viven de tejer cestos. Ramshankar Bhai, el pequeño comerciante de Jungpura, compra nuestros cestos. Nos han dicho que tiene problemas y que en consecuencia no va a comprar nuestros productos. ¿Cómo vamos a sobrevivir nosotros?”, pregunta Bina, una tejedora de cestos de Nandnagri, Delhi.

“Ya estamos endeudados, y si no tenemos compradores para la verdura que cosechamos, ¿qué va a ser de nosotros?”, pregunta Nandalal, un agricultor de pequeña escala procedente de la rivera de Yamuna.

“El Gobierno ha prohibido la inversión extranjera directa en el comercio minorista desde 1997, de manera que los minoristas extranjeros sólo podían entrar a través de acuerdos de franquicia. Pero ahora, con una participación del 51%, pueden pasar fácilmente de nosotros”, dice Naresh Yadav, un pequeño comerciante de Delhi.

La convocatoria de protesta fue bien recibida por las masas.

Casi todos los mercados importantes de la India cerraron, y los transportes públicos de las principales ciudades no circularon, lo que dio lugar a un escaso nivel de asistencia a escuelas y universidades.

Los trenes fueron bloqueados por activistas políticos del BJP, el partido socialista Samajwadi Party (SP), el Partido Comunista de la India (Marxista) (CPI(M)), el Partido Comunista de la India (CPI), Telugu Desam Party (TDP), Biju Janata Dal (BJD), Janata Dal Secular (JDS), All-India Forward Bloc (AIFB) y el Partido Socialista Revolucionario (RSP), en muchas zonas, entre ellas Bihar, Uttar Pradesh, Bengala Occidental, Orissa y Jharkhand.

Bancos, mercados, tiendas e instituciones educativas estuvieron cerrados en Manipur, Meghalaya y Jharkhand. En Bombay la huelga no tuvo mucho impacto, puesto que los partidos Shiv Sena (Ejército de Shiva) y Maharashtra Navnirman Sena se mantuvieron al margen por motivo de la celebración del festival de Ganesh.

Kerala sólo fue testigo de unas cuantas manifestaciones por parte de partidos políticos, debido a que el 15 de septiembre de 2012 el BJP y los partidos de la izquierda habían organizado allí una huelga total, o hartal, por los mismos motivos. DMK, un aliado cercano de la APU, participó en la huelga en el estado de Tamil Nadu.

El Secretario General del CPI(M), Prakash Karatm dijo: “La apertura del comercio minorista multimarca a cadenas extranjeras de supermercados pondrá en peligro los medios de subsistencia de más de 40 millones de personas implicadas en el comercio minorista. No abandonaremos hasta que el Gobierno se retracte de su decisión.”

“Después del aumento de los precios del diesel, el All-India Motor Transport Congress (AIMTC) ha incrementado un 15% los costes de transporte por todo el país. Ahora la clase pobre y media tendrán que pagar el pato, puesto que los precios de la verdura y los productos básicos, que ya han aumentado, se van a disparar de forma incontrolable”, dice Amarjit Kaur, dirigente nacional, CPI.

 

Detrás de la treta política

En cualquier caso, mientras partidos políticos de lo más dispares parecen actuar al unísono en este contexto, alguna agenda escondida podría sin duda ocultarse tras este ardid político.

Por ejemplo, el BJP y la izquierda, conocidos rivales ideológicos, han compartido la misma plataforma de protesta en Jantar Mantar.

Mulayam Singh, el denominado partidario externo del Congreso gobernante, participó apasionadamente en la contienda del día y quiso que le arrestaran junto a líderes de la izquierda.

En una situación en la que el partido Trinamool Congress de Mamata Banerjee ha retirado su apoyo a la APU, y en la que el partido socialista Samajwadi Party ha garantizado apoyo al Gobierno, la postura adoptada por Mulayam Singh Yadav – secundar las críticas – tiene que catarse con precaución.

El 17 de septiembre de 2012, Mulayam Singh, al dirigirse a los medios de comunicación después de los dos días del consejo nacional de su partido, había dicho explícitamente que un Tercer Frente – la alternativa al congreso gobernante y el principal partido de la oposición, el BJP – estaba en camino para las elecciones generales al Parlamento de 2014.

El caso es que entre el griterío de los manifestantes, el Gobierno, diciendo que la inversión extranjera directa es buena para los agricultores, puesto que les permitirá disponer de un mercado estable con precios más altos, y también que los consumidores podrán obtener productos más baratos, ha aprobado la notificación para proceder a la inversión extranjera directa del 51%, y a otras reformas económicas propuestas.