Las elecciones ucranianas no indican cambios reales

 

Si bien podemos esperar ciertos cambios políticos a raíz de las elecciones parlamentarias en Ucrania, no se espera que la política gubernamental vaya a cambiar significativamente.

Según los resultados preliminares, el Partido de las Regiones, en el poder, quedó en primera posición, pero sólo obtuvo el 31,8% de los votos.

Los tres partidos de la oposición — Patria (Batkivschina, dirigido por la ex Primera Ministra y actual presa política Yulia Tymoshenko), Golpe (UDAR, encabezado por el campeón mundial de boxeo de pesos pesados Vitali Klitschko) y Libertad (Svoboda, el partido ultra nacionalista dirigido por Oleg Tyagnybok) — obtuvieron respectivamente el 24,2%, 13,5% y 9,6% de los votos.

Por su parte, el Partido Comunista consiguió el 13,9% de los votos, situándose en tercera posición.

 Sin embargo los observadores internacionales han criticado al Presidente Viktor Yanukovych, del Partido de las Regiones, por utilizar los recursos del Gobierno para asegurarse la victoria electoral.

Según Reuters, los partidos de la oposición están divididos respecto al reconocimiento, o no, de la victoria del partido en el poder, mientras que la coordinadora especial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Walburga Habsburg Douglas, dijo a los periodistas: “Teniendo en cuenta el abuso de poder y el excesivo protagonismo del dinero en estas elecciones, el progreso democrático parece haber dado marcha atrás en Ucrania.”

Y el lunes Tymoshenko anunció que se pondría en huelga de hambre para protestar contra las alegaciones de fraude electoral en las elecciones parlamentarias.

Ucrania es una república presidencial-parlamentaria, lo que significa que el gobierno está formado por el presidente más que por el parlamento.

Por lo tanto, el actual Presidente Viktor Yanukovych tiene todo el derecho a hacer caso omiso de los resultados de las elecciones parlamentarias.

Pero estos resultados fragmentados indican una insatisfacción generalizada en cuanto a las acciones – o a la inacción – del presente Gobierno.

El Partido de las Regiones no ha logrado hasta el momento mantener una estabilidad en la economía.

Según el Servicio Estatal de Estadística, la producción industrial de los nueve meses del año, hasta septiembre, disminuyó un 1,2% en comparación con el mismo período en 2011.

La producción agrícola para ese mismo período disminuyó un 4,6%; la construcción bajó un 9,1% y el transporte de mercancías descendió un 7%.

El promedio salarial, que se sitúa en torno a los 384 USD, disminuyó más de un 3% en los últimos tres meses y muchos trabajadores llevan meses sin recibir su sueldo.

En Ucrania, la mayoría de los trabajadores y trabajadoras siguen notando las consecuencias de la crisis económica. Según el último Informe Anual de la CSI las negociaciones entre el FMI y el Gobierno han dado lugar a nuevas reformas estructurales, entre ellas un aumento de la edad de jubilación y la eliminación de los subsidios del Estado para el sector del gas, lo que provocaría una fuerte subida de los precios.

El movimiento sindical ucraniano también tuvo que luchar en 2011 contra las propuestas de reformas requeridas por el FMI, y contra un nuevo proyecto de Código Laboral en virtud del cual se reduciría el derecho de los sindicatos a proteger a sus miembros contra el despido improcedente.

Pero aunque Yanukovych planee volver a presentar su candidatura para un segundo mandato presidencial en 2015, no puede ignorar la voluntad del pueblo.

De hecho, su partido tiene la posibilidad de emprender una serie de medidas para apaciguar los ánimos de los votantes (la mayoría de los cuales votaron a favor del cambio), como podría ser la creación de una mayoría parlamentaria mediante la formación de una alianza con el Partido Comunista.

En estas elecciones, no obstante, los comunistas criticaron duramente las políticas sociales y económicas del Gobierno.

Además, el programa electoral del Partido Comunista no parece ser mucho más útil para los trabajadores del país que el del Partido de las Regiones.

Por ejemplo, los comunistas quieren que la adhesión a la Unión Aduanera, el Espacio Económico Común y la Comunidad Económica de Eurasia (creada por Rusia, Belarús y Kazajstán) sea una prioridad en materia de política exterior, pero esto obstaculizaría el camino de Ucrania hacia la UE, lo cual abriría el país a nuevos mercados, le ofrecería la posibilidad de una nivel de vida más alto y la posibilidad de trabajar en el extranjero.

Así mismo, el Partido Comunista no ha propuesto ninguna medida para consolidar los derechos laborales de los trabajadores, en particular para favorecer la aprobación del derecho de huelga.

Los dirigentes comunistas dejaron clara su actitud con respecto a la huelga en 1994, cuando sus candidatos parlamentarios apoyaron una ley que prohibía las huelgas de transporte. Esta ley sigue vigente hoy en día y el Partido Comunista no tiene intención alguna de cambiarla.

En cambio, una parte de su programa electoral decía: “La eliminación de la vía socialista fue un error garrafal. La única forma de salir de la situación [actual] …[es] desmantelar las relaciones capitalistas, [y] dirigir a la sociedad y al Estado hacia una corriente estable de desarrollo socialista."

O sea que el Partido Comunista todavía recuerda la época de la URSS. Pero los trabajadores de la Unión Soviética carecían del derecho de huelga.

 Así que, aunque el Gobierno pudiera cambiar este año, los trabajadores quizás tengan que esperar hasta después de las elecciones presidenciales de 2015 para poder ver cambios reales.