Las reformas del FMI provocan la reacción de los consumidores de Malawi

Los ciudadanos de Malawi saldrán a las calles el jueves para protestar contra la carestía de la vida, que ha visto cómo el precio de los productos básicos aumenta casi cada semana.

La Asociación de Consumidores de Malawi (CAMA), organizadora de las protestas generalizadas, culpan a la Presidenta Joyce Banda por instituir reformas económicas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), sin encontrar medios que amortigüen su impacto para los pobres.

La Presidenta Banda sucedió en el poder al fallecido Presidente Bingu wa Mutharika, un economista con una gran formación, pero temperamental, en abril de 2012 e instituyó las reformas en un último intento por sanar la economía de este país del sur de África que carece de litoral marítimo, y que es uno de los más pobres del mundo.

Entre otras medidas, su Gobierno devaluó el kwacha malawiano un 49 por ciento, dejando además que la moneda flotara con respecto al dólar de EE.UU.

Sin embargo, estas medidas provocaron el aumento de los precios por parte de los comerciantes.

Por ejemplo, el maíz, alimento básico de Malawi, que se vendía a 2.500 kwacha (7 USD) por saco de 50 kilos antes de las reformas, ahora cuesta 4.500 K (12,8 USD), mientras que el combustible se ha disparado de 380 K (1,1 USD) a 600 K (1,7 USD) por litro, lo que resulta inasequible para muchos.

Los empleadores no ajustan los salarios de los trabajadores/as a pesar de las alzas de precios, lo que ha dado lugar a una ola de huelgas laborales debido a que los trabajadores/as exigen salarios más altos.

Según los datos más recientes del Banco Mundial, el ingreso nacional bruto per cápita es de solamente 390 USD.

Esta situación obligó a los activistas de los derechos de los consumidores a convocar una protesta general para el 17 de enero, blandiendo la imagen de la Presidenta Banda, la segunda mujer cabeza de Estado en África, como títere del FMI y de los donantes.

En su petición, los organizadores piden que se retire la flotación de la moneda local, una reducción de los viajes tanto locales como internacionales de la Presidenta y que tenga que declarar su patrimonio.

Sin embargo, la Presidenta Banda, en una entrevista en vivo con este reportero la víspera de Año Nuevo, se mantuvo firme en las reformas.

“Ya hemos aguantado mucho y no podemos darnos por vencidos cuando estamos a punto de ver los resultados de estas reformas económicas”, afirmó la Presidenta Banda.

 

Apoyo

Su postura se vio reforzada cuando una semana más tarde la Directora del FMI, Christine Lagarde, visitó Malawi y se reunió con el sector privado señalándoles la necesidad de mantener el rumbo de las reformas.

El FMI y la comunidad de donantes quieren a la Presidenta Banda, una antigua activista defensora de la mujer, y han prometido su apoyo mientras ponga en práctica las reformas para “sanar” la economía de Malawi.

La semana pasada, los principales donantes de Malawi, en el marco del Enfoque Común de Apoyo Presupuestario (CABS, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado señalando que apoyan plenamente las reformas y se mantienen al lado de la Presidenta.

Además del apoyo de los donantes, las principales organizaciones de la sociedad civil que encabezaron las protestas de julio de 2011 contra el difunto Presidente Mutharika, se han retirado de las protestas previstas para el 17 de enero dando así un respiro a la Presidenta Banda.

Los sindicatos también se retiraron, levantando dudas sobre si las protestas del 17 de enero tendrán algún impacto teniendo en cuenta las cada vez más hondas divisiones.

“Nosotros no participamos porque queremos darle una oportunidad a las reformas”, afirmó Chauluka Muwake, Presidente de la central sindical Malawi Congresss of Trade Unions, en una reciente declaración al Malawi Daily Times.

El respetado Comité de Asuntos Públicos (PAC), una agrupación de varios grupos religiosos, que respaldaron las protestas generales de julio de 2011, también ha decidido mantenerse al margen.

Los vendedores ambulantes a su vez, siempre a la vanguardia de este tipo de protestas, han decidido no participar en las protestas del jueves.

Las divisiones van viento en popa, especialmente tras el último llamamiento del presidente del Comité Organizador, McCitings M’doka, a favor del diálogo.

“Siempre hemos querido dialogar con el Gobierno y, si acepta, podemos suspender las protestas. De lo contrario, vamos a seguir como previsto”, afirmó M’doka.