¿Quedarán las mujeres excluidas del boom estonio?

¿Quedarán las mujeres excluidas del boom estonio?
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Estonia cuenta con una economía muy dinámica. Como se trata de un líder cada vez mayor en el sector de la tecnología de la información se le suele denominar E-stonia. Sin embargo, también es el país de la UE con la mayor diferencia salarial entre hombres y mujeres.

Según las últimas cifras publicadas por Eurostat, la diferencia salarial llegó al 27%, más del doble que en las vecinas Letonia y Lituania y muy por encima del 16% de la media en la UE.

Una de las razones de este fenómeno es la concentración de mujeres en profesiones mal remuneradas, pero también que la confidencialidad de los salarios en el sector privado afecta negativamente a las mujeres, tal y como explica Kadri Aavik, del Centro de Estudios y Recursos de la Mujer Estonia (ENUT).

Entre otros factores, los investigadores mencionan los patrones de género existentes en la elección de profesiones, la incompatibilidad entre unas carreras profesionales exigentes y la vida familiar, la doble carga del trabajo remunerado y las tareas domésticas, así como la discriminación laboral.

El Informe Mundial sobre Salarios de 2013 de la OIT afirma que en Estonia los cambios en las diferencias salariales entre hombres y mujeres suelen ser cíclicos: aumentan en épocas de crecimiento y disminuyen durante las recesiones.


Los ciclos, el poder de negociación y el origen étnico

En Estonia no existen grandes diferencias entre las tasas de empleo de hombres y mujeres.

Estadísticamente, en la región del Báltico las mujeres estonias sufren menos presiones para que ejerzan de cuidadoras y tienen menos diferencias en el tiempo para el ocio.

Sin embargo, el cuidado de los niños sigue siendo una carga desproporcionada para las mujeres. Según un estudio encargado por el Ministerio de Asuntos Sociales, la baja por paternidad sigue sin ser muy popular entre los padres y está asociada a los altos costes que supone para los empleadores el trabajo a tiempo parcial.

Esta situación empuja a las madres de niños pequeños a salir del mercado laboral durante varios años.

El ENUT también hace hincapié en el factor del origen étnico. Los hombres de etnia estonia como grupo son los que más ganan, mientras que las mujeres de habla rusa son las que menos ganan (los estonios de habla rusa constituyen alrededor de un cuarto de la población del país).

Muchos ciudadanos de habla rusa en los Estados bálticos se concentran en el sector industrial. Aun así, según datos de Eurostat, la mayor diferencia salarial entre hombres y mujeres se da en los sectores de las finanzas y los seguros y asciende al 41%.

El 16% de las mujeres trabajadoras están empleadas en el sector de la educación. Pero incluso en este sector dominado por las mujeres se tienen que enfrentar a una diferencia salarial del 25%. En el sector de la manufactura, que constituye el mayor sector de empleo para los hombres estonios, los salarios de las mujeres son un tercio más bajos.

Kadri Aavik sugiere que la opacidad de los salarios en las empresas privadas también disminuyen el poder de negociación de las mujeres.

El estudio Sooline palgalõhe Eestis (La diferencia salarial entre hombres y mujeres en Estonia), financiado por la UE, publicó varias recomendaciones sobre políticas,: como la de que reforzar la representación de los empleados a través de los sindicatos ayuda a mitigar las diferencias salariales.

Asimismo, según un informe de 2011 publicado por la OCDE, la protección del empleo en Estonia era de las más bajas.

 

Mal remuneradas aun cuando ejercen el poder

Las estadísticas nacionales demuestran que en Estonia hay un 25% más de hombres que de mujeres entre los legisladores, altos funcionarios y directivos, por detrás de otros Estados del Báltico.

Kadri Aavik afirma que la proporción de mujeres en cargos directivos sigue siendo bastante alta (33-42%), pero la diferencia entre los salarios de los hombres y las mujeres en cargos directivos es considerable (19-29%) y tiende a aumentar, llegando a alcanzar el 40%. Asimismo, parece que los directivos están poco sensibilizados con los temas de desigualdad entre hombres y mujeres.

Uno podría pensar que la importancia que el sector informático, típicamente dominado por hombres, tiene en la economía estonia puede constituir una explicación parcial para este hecho. Sin embargo, el sector emplea a poco más del 3% de los hombres y al 2% de las mujeres del país.

Por ejemplo, Skype, una de las principales empresas informáticas del mundo que se fundaron en Estonia, destaca en sus páginas de empleo de Tallin un perfil de ingeniera especializada en calidad y hace hincapié en la importancia de un ambiente laboral que apoye a las familias..