Chipre: ¿quién acabará pagando la factura?

 

Además de las restricciones para retirar dinero de los bancos, los trabajadores chipriotas de los sectores público y privado podrían no recibir su salario al final del mes.

Según la Oficina General de Contabilidad, debido a problemas técnicos, el Banco Central podría no tramitar pagos.

Esta situación podría, a su vez, generar una mayor escasez de liquidez para los ciudadanos y causar serios trastornos en el sector comercial del país, impidiendo el reembolso de los préstamos y pagos de alquileres.

Mientras tanto, los bancos en Chipre se prepararon a abrir de nuevo sus puertas el jueves 28 de marzo, después de cerrar el 15 de marzo debido a la crisis financiera que atraviesa el país.

Como medida de precaución, cientos de guardias de seguridad adicionales han sido desplegados para controlar a la multitud que hace cola para retirar dinero.

Se han establecido estrictas limitaciones sobre las transacciones financieras que se aplicarán desde la apertura de los bancos al medio día, que se mantendrán en servicio durante seis horas .

Según las normas para limitar la circulación de capitales impuestas por el gobierno y apoyadas por la UE, el importe máximo que puede retirarse es 300 euros por día, y no se pueden cobrar cheques.

Se prohíben las transferencias monetarias hacia el extranjero, con unas cuantas excepciones, y se limita a 5.000 euros el importe de las compras por tarjeta de crédito o débito cuando se viaja al extranjero.

Por otra parte, las personas que viajan al extranjero pueden llevar consigo un máximo de 3.000 euros en efectivo, o su equivalente en divisa extranjeras. Además, se limitará estrictamente la transferencia de dinero al extranjero, y los estudiantes chipriotas que viven fuera de país no podrán recibir más de 10.000 por trimestre.

Si bien la magnitud del recorte que experimentarán los dos principales bancos del país no se ha determinado aún, los depósitos de más 100.000 euros serán congelados en el futuro previsible y el 40 por ciento de los fondos de los depositantes se convertirán en acciones bancarias.

Los ahorradores que tengan menos de 100.000 euros no perderán fondos, aunque podrían enfrentarse a restricciones en cuanto al acceso a esos fondos.

El Director y los miembros de la Junta directiva del Banco de Chipre y el Banco Laiki, los dos mayores bancos del país, fueron despedidos el miércoles como parte de programa de reestructuración impuesto por la troika (BCE, UE, FMI).

La decisión fue adoptada durante una reunión ente los miembros de la troika, el Ministerio de Hacienda y el gobernador del Banco Central, Panicos Demetriades.

Los despidos se produjeron tras el nombramiento de los administradores que tendrán por tarea la aplicación de la decisión de cerrar el Banco Laiki y transferir sus activos "buenos" al Banco de Chipre, junto con un pasivo de 9.000 millones de euros al Banco Central Europeo.

Para tranquilizar a la población, el Presidente Nikos Anastasiades inició una investigación penal sobre el derrumbe de los bancos, prometiendo que los responsables rendirían cuentas por lo sucedido. Con todo, la mayoría de los chipriotas piensa que no habrá enjuiciamientos.

Chipre mantuvo cerrados sus bancos mientras negociaba un plan de rescate con la troika, en el que se prevé el cierre del Banco Laiki y una profunda reestructuración del Banco de Chipre.

La decisión de mantener los bancos cerrados durante tanto tiempo obligó a las familias y empresas de la isla mediterránea a movilizarse en busca de efectivo, y había dudas acerca de si los bancos se decidirían a abrir el jueves, como se prometió.

Demetriades indicó que el retraso se debió a las medidas tomadas para implantar fuertes controles de capital para evitar que los ahorradores vaciaran sus cuentas y reforzar a la institución crediticia más importante del país, el Banco de Chipre.

“Se están realizando esfuerzos sobrehumanos para que los bancos abran el jueves,” señaló.

El Presidente Nicos Anastasiades obtuvo los 10.000 millones de euros (13.000 millones de USD) del plan de rescate en Bruselas el lunes por la mañana, horas antes de que Chipre se enfrentara a la quiebra y a una salida posible del euro.

El Banco Central Europeo había amenazado con “retirar la manguera” de liquidez el 26 de marzo, si no se llegaba a un acuerdo para entonces.

Las nuevas medidas hacen que Chipre sea el primer país de la eurozona que impone controles de capital.

Precisamente una de las razones fundamentales por las que se creó la Union Monetaria de los 17 miembros del Eurogrupo desde el inicio de la deuda de la crisis era evitar esos controles.

La preocupación por la situación en Chipre ha seguido incidiendo en el mercado de valores de Atenas, ya que las acciones griegas terminaron el día con una baja del cuatro por ciento el miércoles.

Pese a que el acuerdo del Eurogrupo alcanzado el 25 de marzo evitó al país una quiebra inmediata y desordenada, no hay duda de que los meses venideros serán decisivos para los chipriotas.

El Vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, llegó incluso a comparar la situación a que se enfrenta la población chipriota a la invasión turca de la isla en 1974.

Cientos de empresas, universidades, instituciones de enseñanza superior, ONG y organismos gubernamentales han constatado que sus reservas de efectivo y cuentas corrientes han sido amputadas como consecuencia de la decisión de imponer recortes masivos a los depósitos no asegurados.

Algunos de ellos quebrarán y se verán obligados a despedir a su personal. Estos acontecimientos, junto con la imposición de restricciones sobre la libre circulación de capitales – también durante un período indeterminado – plantean serias dudas en cuanto a si la economía de isla podrá volver a funcionar adecuadamente y cuándo.

Por otra parte, la inadecuada gestión de la situación por parte del Eurogrupo y del gobierno chipriota en los últimos días ha sacudido la confianza de los ciudadanos de Chipre en la trayectoria europea del país, como lo han demostrado encuestas recientes.

Igualmente frágil es la confianza de los ciudadanos y de los mercados en las aptitudes de gestión de la crisis de la Eurozona.

De hecho, la decisión inicial del Eurogrupo de imponer una tasa sobre los depósitos por debajo de 100.000 euros, pone de manifiesto que en caso de una importante crisis en el futuro, la Eurozona está dispuesta a “cruzar el Rubicón.”

En una entrevista con el Financial Times, el líder del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, declaró que el caso chipriota sería utilizado como modelo para el resto de la Eurozona y que los depositantes con más de 100.000 euros en sus cuentas podrían tener que pagar la factura por el fracaso de los bancos en el futuro.

Chipre pagará muy caro el haber transformado su economía en paraíso fiscal y permitir el sobredimensionamiento de su sector bancario.

Si el propósito de los trasnochados negociadores de la Eurozona no era solo castigar y dar una lección a la isla, sino también resolver el problema, no se puede decir que lo hayan conseguido.