Trabajo infantil: el fútbol australiano comete falta

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Los sindicatos internacionales se han enfrentado al código nacional de fútbol de Australia después de que el país cortara sus relaciones con contratistas indios que habían sido denunciados por recurrir al trabajo infantil para coser los balones que se van a utilizar durante los eventos de la Gran Final de esta semana.

Sherrin, proveedor oficial de balones de la Liga de Fútbol Australiana (AFL, por sus siglas en inglés), ha puesto fin a los contratos con un proveedor indio después de que una investigación realizada por Sydney Morning Herald revelara el uso de trabajo infantil para coser los balones.

La empresa ha retirado medio millón de balones distribuidos a jugadores juniors después de que se encontrara una aguja en uno de ellos, y el presidente de la AFL se ha unido a la protesta calificando el uso de trabajo infantil de “aborrecible”.

Pero la Confederación Sindical Internacional dice que la AFL y Sherrin deberían haber sido más responsables y haber exigido a los contratistas que cumplieran con las normas de un trabajo digno en vez de simplemente lavarse las manos.

“Lo que la AFL ha hecho es tratar con un problema de relaciones públicas a corto plazo en lugar de asumir responsabilidades por la cadena de producción de Sherrin”, explica Tim Noonan, director de campañas.

“Para la mayoría de los deportes y las marcas es fácil apartarse del contratista cuando sale a la luz una noticia negativa, pero con eso lo único que se consigue es que los trabajadores por los que dicen preocuparse se queden sin trabajo. Está bien que Sherrin haya decidido hacer un donativo a una organización benéfica local de la India, pero no deberían apartarse y cortar con los trabajadores y trabajadoras de las fábricas que no han hecho nada malo.”

“Lo que toda organización responsable debe hacer es entender las presiones que dan lugar a las malas prácticas laborales – que con frecuencia están vinculadas a repentinos aumentos en la demanda de productos, vinculados a su vez a un acontecimiento importante, como es la Gran Final de la AFL de este fin de semana”, dice Noonan.

“Ahí es cuando los proveedores envían trabajo a domicilios privados y puede entonces involucrarse a los niños en el proceso de producción.”

La buena noticia es que la India se ha comprometido a cumplir una serie de leyes para eliminar el trabajo infantil, y parte de esto es crear cadenas de producción viables en las que los trabajadores/as tengan derechos laborales plenos.

La CSI considera que eso es una excelente oportunidad para que todas las empresas reexaminen sus contratos de abastecimiento y mejoren las normas.

El sábado juega el Sydney Swans contra el Hawthorn Hawks en un partido que lo verán casi 100.000 personas en directo y millones en televisión. La CSI procurará obtener información sobre esta cuestión comunicándose con la AFL y Sherrin a través de su afiliada australiana, la ACTU, en la víspera del partido.

 

Problema recurrente

Las quejas relativas a la producción de material deportivo y uniformes para los jugadores en acontecimientos deportivos importantes no son nada nuevo.

La FIFA recibió una sacudida en 1996 cuando los sindicatos internacionales descubrieron prácticas de trabajo infantil en la producción de balones de fútbol en vísperas de la Copa Europea de Fútbol.

En Sudáfrica, la Copa del Mundo llegó hasta el extremo de utilizar balones sin puntadas, lo que dio lugar a quejas debido a las desviaciones variables del balón “Jabulani”.

La decisión de utilizar balones sin puntadas se tomó después de un examen más riguroso, antes de los acontecimientos, de la gestión de los contratistas del fabricante Adidas.

A lo largo de la década de 1990 la campaña Nikewatch ejerció una presión considerable en la simbólica marca deportiva mundial, desembocando en un mayor control de sus fábricas asiáticas y en el cierre de varias instalaciones.

“Algunas empresas, como Nike, han conseguido ciertas mejoras pero sigue habiendo problemas. Por desgracia, algunas marcas deportivas importantes siguen simplemente transfiriendo inversión en producción a inversión en marketing,” dice Noonan.

“Está bien que los aficionados de los deportes en los países en desarrollo exijan que sus deportes se practiquen con las manos limpias – pero eso no basta.

“En vez de tratar estas cuestiones como incidentes graves que requieren una gestión de crisis, todas las organizaciones deportivas deberían exigir, siempre que firmen un contrato con un proveedor, que los derechos del trabajo se respeten.

“Eso implica ausencia de trabajo infantil – pero también significa los derechos de los trabajadores a pertenecer a sindicatos libres, donde pueden disfrutar del derecho a negociar colectivamente unos salarios y unas condiciones decentes. Sabemos que esta es la única manera que tienen los trabajadores de construirse una vida mejor.”