Ðorđe Jovanović: Al reducir la Open Society sus actividades en Europa, “probablemente desaparecerán cientos de pequeñas organizaciones” que defienden derechos de los roma

Ðorđe Jovanović: Al reducir la Open Society sus actividades en Europa, “probablemente desaparecerán cientos de pequeñas organizaciones” que defienden derechos de los roma

In this photograph taken on 1 February 2023, European Roma Rights Centre director Ðorđe Jovanović addresses a workshop on LGBTQI+ Roma rights in the Balkans, which took place in Madrid, Spain.

(European Roma Rights Centre)

El Centro Europeo para los Derechos de los Romaníes (ERRC) se creó a imagen de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color en 1996. Establecido por antiguos miembros del personal de Open Society Foundations (OSF), su objetivo era reproducir la estrategia de la organización estadounidense de defensa de los derechos civiles consistente en identificar y llevar a los tribunales casos estratégicos de discriminación y violación de derechos. Asimismo, introducir un recurso tras otro hasta que los más altos tribunales europeos –y los jueces locales– se vieran obligados a rectificar la situación, lo que se conoce como litigio estratégico o de impacto.

El centro ERRC cumpliría esta función para el pueblo romaní, la minoría étnica más numerosa de Europa, con una población total de aproximadamente 10 a 12 millones de personas. Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, los romaníes, término que engloba a los romaníes, los sinti, los kale y grupos como los nómadas, se encuentran entre los grupos más vulnerables a las violaciones de los derechos humanos en Europa, y las personas romaníes encuestadas denuncian sistemáticamente altos niveles de discriminación y acoso motivado por el odio en las sucesivas encuestas realizadas por la Agencia.

Desde su creación a mediados de la década de los años 1990, el ERRC ha obtenido sentencias clave en torno a la segregación escolar ilegal de niños romaníes en la República Checa, Hungría y Croacia, la esterilización forzosa de mujeres romaníes en Hungría y los asesinatos colectivos de romaníes en Rumanía. El centro, que trasladó sus principales actividades de Budapest a Bruselas en 2019, no podría haber obtenido estas victorias sin el apoyo financiero de Open Society Foundations. La fundación benéfica privada fundada por el multimillonario estadounidense de origen húngaro George Soros ha aportado entre el 80% y el 90% del presupuesto de la organización para sus actividades en la Unión Europea durante los últimos años.

El centro ERRC está lejos de ser el único en este caso. El activismo y la defensa de causas progresistas en la Unión Europea han dependido en gran medida de la financiación filantrópica durante décadas, y la financiación de Open Society Foundations ha sido indispensable para decenas de grupos de la sociedad civil de toda Europa. En 2021, sus actividades en Europa y Asia Central supusieron 209 millones de euros, es decir, el 13,5% de su gasto mundial.

Hablamos con Ðorđe Jovanović, director de la organización con sede en Bruselas, sobre la reciente decisión de la organización benéfica de interrumpir gran parte de su financiación a las ONG de la Unión Europea y despedir a un número importante de su personal en el continente en el marco de una reestructuración organizativa más amplia, y sobre lo que significará este recorte para el centro ERCC y otras ONG que desempeñan una función de vigilancia.

¿Qué impacto tendrá para el ERRC la decisión de Open Society Foundations de reducir su financiación para iniciativas europeas?

Nuestra organización recibió financiación en el marco del programa de derechos humanos de OSF, un programa que cerró hace ya dos años. Como muchas otras organizaciones [que fueron financiadas en el marco de este programa], recibimos una última subvención en aquel momento. La única financiación que hemos recibido desde entonces ha sido una pequeñísima subvención de unos 15.000 USD (14.172 euros) para contribuir a nuestro trabajo ya existente de seguimiento de los derechos de los romaníes durante la guerra de Ucrania. Sin embargo, si hubiera permanecido en la Unión Europea, podríamos haber solicitado financiación en el marco de algunos de sus otros programas, por ejemplo, su programa LGBTIQ. Por supuesto, el hecho de que estén cerrando todo no solo va a afectarnos a nosotros, sino a todos los demás.

Fuimos la primera organización de litigio estratégico que se creó en Europa, así que hemos acumulado mucho saber hacer y conocimientos. Por eso creo que seremos capaces de superar este déficit de financiación y quizás atraer a nuevos donantes. Sin embargo, los cientos de pequeñas organizaciones que recibieron financiación de Soros probablemente desaparecerán. Son tan pequeñas que no pueden acceder directamente a la financiación de la Unión Europea. Ya lo hemos visto en muchos países, donde ya no tenemos socios locales con quienes cooperar. Nuestra base está en Bruselas, así que no podemos litigar en Bulgaria y Rumanía sin socios locales, por ejemplo.

No obstante, aunque se denomine Open Society Foundations, no debemos olvidar que se trata de una fundación privada y que es su decisión. Desde un punto de vista operativo, entiendo perfectamente que quieran recortar algunos programas. Si pensamos a escala mundial y examinamos los índices sobre el estado de la democracia, su ayuda podría ser más necesaria en otros lugares. Hay regiones en Asia y África donde los defensores de los derechos humanos son asesinados y encarcelados con frecuencia, lugares donde se les considera “agentes extranjeros”. Por suerte, en Europa no tenemos eso.

Desde que se conoció la noticia de la reestructuración de la fundación en agosto, OSF ha anunciado que escindirá su apoyo a las comunidades romaníes de Europa en una nueva Fundación Romaní para Europa, con sede en Bruselas, y simultáneamente ha prometido 100 millones de euros para esta nueva organización. ¿Qué significará esta fundación para el ERRC?

Por el momento, no lo sabemos. Según las noticias, serán operativos a partir del año que viene. Así que tendremos que esperar hasta entonces para saber cuál será el alcance de esta fundación, cuáles serán sus objetivos, qué quieren hacer y si existe un terreno común para la cooperación. Gran parte de la financiación que obtuvimos anteriormente de OSF fue por invitación, es decir, que ellos nos invitaron a solicitarla en lugar de publicar convocatorias abiertas. ¿Hará [la Fundación Romaní para Europa] convocatorias abiertas? ¿Cubrirán los derechos humanos en su totalidad? ¿O se centrarán en otro tema? Tendremos que esperar y ver.

¿Por qué cree que la organización que concede las subvenciones ha decidido seguir financiando iniciativas romaníes, mientras que limita su financiación a otras ONG europeas?

Creo que se trata del legado de George Soros, que personalmente está muy interesado en las cuestiones romaníes en Europa. Es algo que él inició y su corazón siempre estuvo cerca de este tema, de forma muy similar a la Universidad Centroeuropea, a la que también han anunciado que seguirán financiando, aunque hayan tenido que trasladarse de Hungría a Viena. También ha dicho con anterioridad que su creación del Fondo para la Educación de los Romaníes es uno de los logros de los que se siente más orgulloso.

¿Qué importancia ha tenido la financiación de OFS en las victorias legales que ha conseguido?

Ha sido crucialmente importante porque literalmente no hay ningún otro donante en Europa que financie litigios estratégicos. La financiación de la Comisión Europea, por ejemplo, menciona explícitamente que su financiación no puede utilizarse para costear litigios, ni para honorarios de tribunales ni abogados. La financiación de Soros permitió a las organizaciones funcionar como guardianes al estilo estadounidense, y eso se debe a que la fundación es estadounidense. La financiación de la Comisión Europea tiende a ser una financiación de subsidiariedad, en la que te dan dinero para hacer algo que los países de la Unión Europea o la propia Unión Europea no pueden hacer. Por ejemplo, pueden decir: ‘Aquí tienen dinero para desarrollar un programa destinado a emplear romaníes porque ustedes están mejor situados para hacerlo que cualquiera de los organismos estatales’. La financiación de la Unión Europea quiere actividades no conflictivas. Quieren que encuentres y compartas las mejores prácticas, que investigues y [reúnas] nuevos datos. La financiación que recibimos de Soros era para actividades de vigilancia pura y dura, en las que dices: ‘Lo que están haciendo es ilegal’ y llevas a todo el aparato estatal ante los tribunales.

Además, su apoyo nos permitió iniciar pequeños proyectos piloto innovadores que muchos otros donantes se muestran reacios a financiar. Muchos donantes dudan a la hora de invertir en iniciativas que pueden no dar resultados inmediatos. Esta óptica suele limitar las oportunidades de organizaciones como la nuestra de emprender proyectos innovadores o exploratorios que podrían tener un impacto a largo plazo, pero que requieren una estructura de financiación más flexible.

¿No era también importante la financiación porque acudir a los tribunales cuesta mucho dinero?

No es solamente que cueste mucho dinero, también dura mucho tiempo y necesitas mantener una relación con la parte litigante a la que representas. En nuestro caso, a menudo defendíamos a personas de etnia romaní que habían sido desahuciadas de su hogar, lo que significa que cambiaban de domicilio o se trasladaban a otro país. O, por ejemplo, a niños que fueron segregados en las escuelas cuando tenían ocho años. Cuando finalmente se resolvió el caso, tenían 15.

Vigilar y documentar las violaciones también lleva mucho tiempo. Para convencer a los romaníes víctimas de discriminación de que se presenten ante un juez y cuenten su historia, hay que trabajar con ellos, explicarles, alentarles. Y en la mayoría de los casos, se creerá más a las autoridades que a los romaníes, a los que a menudo se presenta como mentirosos.

La idea del litigio estratégico no solo es importante desde la perspectiva de obtener una victoria. También es importante desde la perspectiva de que nuestra experiencia en Europa quede plasmada en los registros oficiales de los tribunales estatales. Porque de lo contrario, en el futuro, será nuestra palabra contra la del responsable político de entonces. Y cuando digan que intentaron ayudar a los romaníes a asistir a la escuela, podremos decir: ‘No, eso no es cierto. Hay una sentencia de un tribunal [de su país] que confirma que existía segregación étnica’.

¿Qué impacto cree que puede tener el apoyo a los derechos de los romaníes en Europa frente al deterioro general de la democracia y el Estado de derecho que hemos visto en todo el mundo?

Siempre tiene una gran influencia. A los regímenes autoritarios obviamente no les importa mucho el Estado de derecho. No hay más que ver la decisión de Rusia de retirarse del Consejo de Europa, lo que significa que también ignorarán el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Tampoco reconocen al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Así que, obviamente, es un paso atrás. O, tomemos el ejemplo de Viktor Orbán [primer ministro húngaro], que ha organizado campañas nacionales de consulta, enviando cartas a cada hogar de Hungría, haciendo preguntas sobre cuestiones antimigración, anti-Soros y anti-LGBTIQ. Así que, si piensa en el declive de la democracia, siempre es algo malo para las minorías porque los partidos de derechas suelen estar en contra de las minorías y de los derechos de las minorías. Existe este contrato social en torno a la protección de las minorías que ellos no respetan, con la retórica de que las minorías tienen más derechos que nadie, no solo los romaníes, sino todas las minorías étnicas y las minorías LGBTQI, etc.

Si se fija en los romaníes y en sus derechos, pueden ser un buen indicador del nivel de democracia de esos Estados. Porque si tienes a una persona perteneciente a un grupo marginado, y esta persona puede acceder a los tribunales, y estos tribunales son independientes y pueden dictar sentencias a favor de las personas más desprotegidas, significa que el sistema judicial es realmente independiente del poder ejecutivo.