Ante las amenazas medioambientales, ¿ha llegado el momento de rendir cuentas y asumir responsabilidades?

Ante las amenazas medioambientales, ¿ha llegado el momento de rendir cuentas y asumir responsabilidades?

In this photo, on 26 May in Paris, citizens block the entrance to the annual general meeting of petrochemical and energy group TotalEnergies with a ‘Climate Crime Scene’ banner. In recent months, more and more governments and multinationals have found themselves accused by legal institutions, and found guilty in some cases, of ‘climate inaction’ or failure to protect the environment.

(Xose Bouzas/Hans Lucas via AFP)

Ante los llamamientos a reaccionar por las consecuencias de un clima que se está descontrolando, ante las inundaciones y sequías, las olas de calor y los incendios masivos, la respuesta de los dirigentes políticos y económicos mundiales sigue pareciendo demasiado lenta en la adopción de las medidas necesarias para frenar el empeoramiento de la situación. “Si seguimos retrasando las medidas esenciales que hay que tomar, creo que estamos abocados a una situación catastrófica, como demuestran los últimos registros de temperatura”, declaraba el secretario general de la ONU, António Guterres, durante una rueda de prensa celebrada en Nueva York el pasado jueves 6 de julio.

¿Qué se puede hacer para que la toma de conciencia se transforme en acciones? ¿Qué se puede hacer cuando llamamientos e informes, como los del GIEC, no surten efecto? ¿Qué se puede hacer cuando el derecho a manifestarse se vulnera e incluso reprime cada vez más? ¿Podemos exigir responsabilidades a quienes contribuyen al deterioro de las condiciones de habitabilidad del planeta? ¿Y tiene esa exigencia alguna repercusión real?

Estos últimos meses, cada vez más Estados y multinacionales se han visto acusados, y a veces condenados, por instituciones jurídicas debido a su “inacción climática” o a sus fallos a la hora de proteger el medio ambiente.

Cada año, el Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente de la London School of Economics elabora un listado de procedimientos judiciales en todo el mundo relacionados con estas cuestiones. En el último período (de mayo de 2022 a mayo de 2023), el Instituto ha constatado que estos procedimientos se están diversificando, afectando a cada vez más países, más jurisdicciones (desde regionales a transnacionales) y más actores, recurriendo al mismo tiempo a una gama más amplia de argumentos jurídicos (demandas de indemnización por pérdidas y daños o de ayuda financiera para adaptarse a los cambios estructurales, incumplimiento de compromisos internacionales, desinformación, etc.).

Las acciones legales contra empresas privadas constituyen una tendencia que se está acentuando. Hasta hace poco, los Gobiernos eran el principal blanco de las denuncias interpuestas, en su inmensa mayoría por ONG y ciudadanos (el 90% de los casos), y en ocasiones también por colectivos, como en los casos en que ayuntamientos como los de París o Nueva York emprendieron acciones legales contra TotalEnergies. Bélgica y Francia, siguiendo el precedente histórico de los Países Bajos, también han sido condenadas por los tribunales por su incapacidad para reducir los riesgos asociados al cambio climático.

Resulta gratificante constatar que la sociedad civil sigue estando movilizada y adopta continuamente nuevas formas de acción para expresar sus preocupaciones y exigir una mejor protección de las personas. A través de los cuatro artículos seleccionados de nuestra hemeroteca –que les invitamos a leer, o releer–, las personas con las que se han reunido nuestros periodistas subrayan que ya no hay tiempo para esperar, y que se acabó el jugar con las palabras, el utilizar el espejismo de la “ecoimpostura” o el tergiversar los montantes que deben destinarse a políticas justas que transformen la economía y los modos de vida.

Es hora de actuar, porque las soluciones existen y las movilizaciones pueden dar sus frutos.

Ante la inacción política y las “medidas anticlimáticas”, los científicos salen de sus laboratorios y se movilizan

Por Clément Gibon

Members of the group Scientist Rebellion demonstrate in front of the German Federal Ministry of Transport in Berlin, April 2022. Their sign reads: “Stop fossil madness. Climate revolution now!” in German.

Photo: Stefan Müller/CC BY 2.0

[...] Preocupados por la velocidad del cambio climático y frente a la inacción política, e incluso ante ciertas políticas “anticlimáticas”, muchos científicos de todas las disciplinas participan a su vez en acciones de desobediencia civil.

Durante mucho tiempo se limitaron a exponer sus inquietudes en diversos foros de los medios de comunicación recabando miles de firmas sin obtener ninguna respuesta política a la altura de lo que se encuentra en juego. Los científicos consideran que no tienen más remedio que ponerse su bata blanca y salir de sus laboratorios para manifestarse. [...]

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Después de unas inundaciones catastróficas, Pakistán expone argumentos a favor de las reparaciones climáticas

Por Farhad Mirza

People wade through a flooded area in Sewan Sharif, southern Sindh province, Pakistan on 6 September 2022. Monsoon rains and melting glaciers in Pakistan’s northern mountains have brought floods that have affected 33 million people and killed at least 1,300, including 458 children.

Photo: Farhan Khan/Anadolu Agency via AFP

El año pasado Pakistán sufrió un verano despiadado. A partir de junio, unas inundaciones de una intensidad sin precedentes empezaron a arrasar el país. En septiembre, una tercera parte de Pakistán estaba inundada, más de 1.300 personas habían muerto y se calcula que hasta 30 millones de personas se habían quedado sin hogar. [...]

Asimismo, la percepción de la injusticia está cada vez más extendida por el país. Pakistán es responsable de menos del 1% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y, sin embargo, es uno de los países más vulnerables ante los efectos del cambio climático. Un número cada vez mayor de activistas medioambientales y trabajadores humanitarios de Pakistán está exigiendo el pago de reparaciones climáticas como una forma de hacer que rindan cuentas los grandes contaminadores del ‘Norte global’. Lo que pretenden es rebatir el discurso típico de la beneficencia que silencia el problema en cuestión: la justicia climática. Como concepto, las ‘reparaciones climáticas’ constituyen una vía para una amplia variedad de ideas y críticas que pretenden relacionar la justicia climática con otros tipos de injusticias, tanto económicas como sociales. [...]

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Crece el rechazo a la ecoimpostura en la lucha por un planeta habitable

Por Steve Rushton

A poster put up by environmental activists from Fridays for Future in front of Deutsche Bank’s headquarters in Frankfurt, Germany, reads: ‘Deutsche Bank - Greenwashing kills, get out of coal, oil and gas!’

Photo: DPA via AFP/Boris Roessler

Pese a las pruebas irrefutables de los daños mortales que causan a la población y al planeta, y pese a que la extracción de combustibles fósiles sigue siendo su principal negocio, las grandes empresas petroleras continúan lanzando falsos discursos sobre sus modelos de negocio supuestamente “respetuosos con el clima”. ExxonMobil y BP afirman estar “Promoviendo soluciones climáticas” y “Avanzando en la transición energética”, mientras que Shell promete “Cero emisiones netas para 2050” y Chevron, por su parte, afirma estar produciendo una “Energía cada vez más limpia”.

No obstante, la retórica no se corresponde con la realidad. Eso es ecoimpostura.

Pese a que son responsables del 10% de las emisiones mundiales desde 1965, un nuevo trabajo académico arbitrado, relativo a las afirmaciones sobre energías limpias por parte de las cuatro principales compañías petroleras, y que viene a ser el primer y más completo análisis de este tipo, demuestra “una persistente dependencia del modelo de negocio en los combustibles fósiles, junto con un gasto insignificante y opaco en energía limpia”. [...]

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Los ciudadanos europeos exigen un “derecho al aire limpio” para todos

Por Alexia Eychenne y Michalina Kowol

Since the death, at the age of nine, of her daughter Ella, the first officially recognised fatal victim of air pollution, Rosamund Kissi-Debrah has become a tireless defender of the right to clean air. London, March 2022.

Photo: Alexia Eychenne

Jo Barnes lleva trabajando casi 20 años sobre la calidad del aire, pero no fue sino hasta mediados de la década de los años 2010 que este profesor de la University of the West of England, en el Reino Unido, vio surgir un debate público sobre las desigualdades sociales generadas por la contaminación. En otras palabras: el aire puro, este bien universal por excelencia, ¿está distribuido tan uniformemente como parece? En 2003, un estudio pionero en el Reino Unido hacía pensar que no era así.

Jo Barnes y sus compañeros han corroborado “un problema de desigualdad social, pero también de injusticia ambiental”, resume: los más desfavorecidos suelen estar más expuestos a la contaminación que los más acomodados y son más vulnerables a sus efectos, aunque generen menos contaminantes. Un fenómeno complejo, vinculado a las políticas de urbanismo, vivienda y transporte, que se observa en muchos países europeos. [...]

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This article has been translated from French.